Habían pasado ya cuatro días de la última vez que Cami y Polo se habían visto.
Las clases estaban por terminar y a Isa y a Cam les quedaba muy poco en ese lugar.
Camila había estado muy apagada después del día del acuario. Isa y Ulises que también estaban conscientes del poco tiempo que les quedaba juntos, habían decidido declararse mutuamente. Esa tarde saldrían a pasear.
Camila que se había quedado sola decidió pasar una de sus últimas tardes en esa ciudad metida en su habitación, pero al llegar a ella logró ver algo que le devolvió la felicidad: Apolo.
— Camila ¿podemos hablar? — preguntó él en tono serio, parecía un poco desaliñado. Camila sólo asintió, aunque aparentaba estar fría, su corazón brincaba.
Apolo sugirió ir a un bosque cercano, ella aceptó. Cuando llegaron Apolo decidió romper el silencio.
— ¿Por qué cero chicos? — preguntó sin verla a los ojos. A Cami esa pregunta la sorprendió.
— Porque, sin ofender, son tontos…
— ¿Por? — preguntó el chico sin verla. A la chica le empezaban a molestar esas preguntas.
— Pues porque sí, todo lo arruinan, aparte me han roto el corazón más de una vez. Primero mi papá, que me abandonó con mi madre; luego Joe que me traicionó…
— ¿Sólo por ellos dos? – preguntó sombrío él.
— ¿Qué intentas Apolo? — preguntó ella ya muy irritada.
— ¿Crees saber que es el desamor? Já… tú no sabes nada sobre ese tema, nada. — mencionó el chico como ido.
— ¿Qué te crees? ¿Cómo te atreves a…
— Desamor es que cada chica que se te acerca te repudie o termine trágicamente — la interrumpió el chico, Camila comenzaba a asustarse.
Ella pensó en huir.
— Desamor es que las chicas que quieres huyan de ti, como tú quieres hacerlo en este momento.
El cabello del chico comenzó a dar ligeros centelleos, Camila reconoció esa escena, ya la había visto en sueños, en un sueño de su dios preferido.
— Desamor es que tu primer amor se convierta en un árbol de laurel solo porque huir de ti, desamor es que la segunda chica que quieres muera gracias a la traición de su hermana, desamor es que te rechacen por creer que por ser inmortal no serás fiel, desamor es que por huir de ti una ninfa prefiera arrojarse al agua… desamor es eso… desamor es que todas las chicas que quieres huyan.
Apolo decía esto con lágrimas en los ojos. Camila estaba muerta del miedo.
— Ehm ¿estás bromeando verdad?
— Desamor es que la chica en la que te fijas después de cientos de años de prometer que nada de chicas, me rechace porque no cree en el amor… — dijo el chico ignorando a la castaña.
— Oye no sé qué creas o pienses, no sé si esto es una broma, si es así ya basta, no es de buen gusto. — susurró la chica llena de miedo.
— Desamor es esto, que la chica que quieres ni si quiera crea en ti.
— Mira yo sé que admiras a ese ser mitológico, pero ya estuvo bien de bromas — dijo la chica mientras se alejaba paso a paso.
— ¡CAMILA! ¡DATE CUENTA! Esto no es una broma… yo soy ese ser mitológico. Yo soy el dios Apolo, dios del Sol, las profecías, la música y todas esas cosas… ese que tu admiras soy yo.
Hubo un pequeño silencio.
— Te lo voy a demostrar — dijo el chico.
En eso comenzó a alzar los brazos y de los árboles comenzaron a salir hermosos y maduros frutos, del pasto crecían flores de muchos colores, era un paisaje totalmente de primavera en la mitad del verano. Luego de la nada apareció un arco y unas flechas que el chico uso con gran habilidad.
La chica sin dudarlo intentó huir. Pero la mano del chico la detuvo…
— Por favor, no te vallas, no me dejes — sollozó el chico. — Créeme.
Fue ahí que la chica reacciono, cuando tenía la mano del chico sobre la suya, ahí recordó que esa era la última escena de su sueño. Siempre llegaba al momento en el que ese misterioso chico tomaba su mano entre sollozos y siempre un grito la despertaba…
Pero ahora no era un sueño. No estaba segura de quien era ese chico, pero ella no podía dejarlo así.
— No te voy a dejar — susurró ella mientras apretaba las manos del chico. — No te quiero dejar Apolo.
Después de esto ella lo abrazó con fuerza, el chico dejaba de sollozar, él sólo la apretaba más y más contra él. Sin previo aviso él tomó la cara de Cami entre sus manos y con lentitud acerco sus labios a los de ella. Se besaron, fue un hermoso beso.
— ¿No me dejarás nunca?
— No lo haré.
Los chicos siguieron besándose, para luego comenzar a hablar de cursilerías. Camila sin duda no podía creerlo, acababa de besar a un antiguo dios griego, entre sus brazos tenía a uno de los dioses más influyentes, sostenía la mano de su dios preferido.
— Mañana pasaré por ti — dijo el chico dándole un rápido beso, ella sonrió.
— Oye Apolo ¿pero qué haremos? A mí me quedan dos días en esta ciudad — comentó un poco alarmada la chica.
— No creo, según veo yo a ti te quedan muchos meses más aquí, te quedan más años en este lugar, no te preocupes — dijo Apolo calmándola, ella pensó que estaba de broma, lo que no recordaba es que era el dios de las profecías.
Al llegar a la habitación se volvieron a dar un beso, esta vez ante los sorprendidos ojos de Isa y Ulises.
— Uyuyuyuy prima felicidades — celebró Isa.
— Igualmente chicos — se las devolvió Camila logrando que Ulises e Isabel se sonrojaran.
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En sueños con Apolo
Fantasy- ¿Apolo? ¿Cómo el dios del Sol, la música y las profecías? - Sí, como él. Te sorprendería el parecido que tengo con ese dios"