VIII: Colegio nuevo

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—¡Lis, levántate para el cole! 

La voz de Iseul resuena tras la puerta de mi habitación logrando despertarme. 

—¡Voy! —respondo con voz dormida mientras me doblo en mi cama.

Un gran bostezo escapa de mi mientras estiro mis brazos, con ambas manos tanteo debajo de la almohada en busca de mi celular, al conseguirlo lo prendo y me fijo en la hora, son las seis.

Finalmente me levanto con cierto entusiasmo y voy en dirección al armario para tomar mi toalla y ropa interior. Salgo del cuarto y camino al baño, una vez dentro, entro en la ducha y dejo que el agua me relaje y a la vez me despierte, me enjabono y en un rápido tiempo ya estoy lista.
Envuelvo mi cuerpo con la toalla y antes de salir agarro un peine.

Una vez de vuelta en mi cuarto, me dedico a ponerme el uniforme que Iseul había modificado para que no me quedase tan suelto. Me coloco la camisa blanca manga larga con el escudo de la escuela en lado izquierdo, abrocho los botones con excepción del primero. Luego me coloco un short negro, encima la pollera y por último mis zapatillas, detesto los zapatos hacen dolerme los pies.

Dando por terminado el tema de la vestimenta sigo por el pelo, lo desenredo y continúo dándole una planchada. Acabo colocándome un poco de maquillaje, algo natural y bajo con mi mochila al hombro.

Ya abajo me encuentro a Iseul sirviendo el desayuno, mi papá acomodando su saco y Mark despeinado con la camisa sin abrochar y colocándose sus zapatillas aun adormilado.

—Buenos días —saludo tomando asiento al lado de Iseul.

—Te quedó bien — comento Iseul con una sonrisa tras verme con el uniforme puesto.

—Si —dije coqueta y di una vuelta, a lo que ambas reímos.

—¿Cómo mierda va esto? —preguntó molesto Mark intentando colocarse la corbata—. Mejor voy sin la corbata —dijo tirándola a un lado y acomodándose la camisa.

—¡Mark! —le reprochó Iseul—. Pedile a tu papá ayuda.

—¿Yo qué?

Preguntó el mencionado entrando nuevamente a la cocina ya que había ido por su mochila de trabajo.

—No sabe cómo ponerse la corbata.

—Ven —llamó mi papá a Mark—pan comido esto — agarró la corbata que Mark tenía en su mano y en un segundo se la colocó.

—Igual la llevaré solamente por hoy, a nadie le importa esta cosa — dijo el encogiéndose de hombros y caminando hacía el espejo.

—Dame paciencia —pidió Iseul en un susurro que escuché, me reí y me senté en la mesa.

Nos sentamos los cuatro a desayunar y a las seis y cincuenta, mi papá, hermano y yo salimos apurados hacia el auto.

—¡Suerte! —gritó Iseul atrás nuestro.

Cuando nos encontrábamos fuera con Mark tuvimos que esperar un rato ya que mi papá había salido sin las llaves. Mientras tanto estaba mirando instagram.

—¡Buenos días! —escucho decir a mi papá.

—Vamos tarde me parece —comenta riendo el señor Jeon.

—Así parece —responde de la misma manera mi papá. Mark y yo nos inclinamos en un saludo.

JungKook sale por detrás arreglando su cabello, doy un rápido escaneo a su persona, notando que el uniforme le queda bastante bien, suelto un suspiro de alivio al ver que no iríamos a la misma escuela, eso sería ya mucha mala suerte, y detrás sale su hermano vestido con traje, este nos da una mirada de intriga, hasta el momento se ve, el no nos conocía, aunque yo si.

Mɩ Vᥱᥴɩᥒo ❇ Lɪsᴋᴏᴏᴋ.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora