ruel y yo siempre habíamos tenido una relación complicada. no, en realidad, no teníamos ninguna relación. en lo absoluto. solo me refería a la forma en que nos llevábamos. nos conocemos desde los pañales y nunca nos hemos llevado bien, para nada. éramos como un gato y un perro; siempre acabábamos en golpes, manotazos y tirones de cabello. no podíamos evitarlo. pero, en mi defensa, debía decir que todo era culpa suya. siempre me molestaba y encontraba formas de hacerme enojar. no importaba a dónde fuera o qué estuviera haciendo, ruel siempre me sacaba de mis casillas. yo no era alguien muy paciente, y él podía llegar a ser muy irritante si se lo proponía. pero todo cambió hace unos cuantos meses atrás cuando me di cuenta de una cosa: me gustaba. ruel me gustaba muchísimo y, como no podía decir nada, solo me quedaba fingir que lo seguía odiando como lo hice toda mi vida (aunque en realidad nunca llegué a hacerlo, solo me hacía enojar muchísimo). todos sabían que no nos llevábamos para nada bien, y que si estábamos juntos iba a haber gritos y peleas de regla. además nos nuestros nombres eran parecidos y siempre me decía que hasta en eso quería imitarlo.era un egocéntrico de mierda que pensaba que podía tener a cualquier chica en la palma de su mano. y era verdad, pero lo odiaba porque yo forma parte de ese grupo de chicas. ruel era alguien muy atractivo; con sus facciones bien definidas, sus ojos claros, sus tontas cejas, sus labios rosados y con esa nariz tan perfecta. no solo era lindo, también era inteligente, pero flojo, era terco, pero con carisma... a veces solo quería golpearlo por gustarme tanto.
—sube atrás.— dijo nate cuando abrí la puerta de copiloto. lo miré confundida —vamos a pasar por ruel.
—no me importa.— dije torciendo los ojos y subiendo al auto —que se vaya atrás, no pienso moverme solo porque vas a pasar por él.
no tardamos mucho en llegar a su casa, solo quedaba a dos cuadras de la nuestra, y cuando llegamos ya nos estaba esperando afuera. nate y ruel siempre habían sido amigos muy cercanos, desde pequeños se llevaban bien y habían estado juntos en todas sus clases, por lo que eran mejores amigos y nunca se separaban. después estaba yo, la hermanita de nate, a la cuál ruel siempre se tomaba el tiempo de hacer enojar. a veces es un completo idiota. no, TODO EL TIEMPO es un idiota.
—buenos días.— saludó con su tonta sonrisa. su tonta sonrisa hermosa y brillante que me ponía nerviosa y me aceleraba el corazón. cuando yo estoy nerviosa digo cosas estúpidas o me pongo a la defensiva.
—no le veo nada de bueno si tengo que verte la cara tan temprano.— respondí poniéndome el cinturón.
—¿quieres verme otra cosa?
—me das asco.— lo miré mal, viendo como se carcajeaba.
—quita esa cara de vomito.— me miró divertido.
—no puedo evitarlo, es lo que le provocas a mi cara cuando estás cerca.— respondí con una sonrisa falsa. obviamente estaba mintiendo, pero él no necesitaba saber eso.
—¿y a tu cuerpo qué le provoco?— alzó las cejas. puse mi mano en su cara y lo empujé hacia atrás mirándolo mal.
—eres un cerdo, ya cállate.
—cállame.
—nate dile a tu novio que ya cierre la maldita boca.
—déjenme en paz, ¿si? no los soporto cuando están juntos. es muy temprano para estar peleando y si no se callan los voy a bajar del auto a los dos.— nos miró mientras negaba con la cabeza, enojado. todos nos quedamos en silencio durante algunos minutos, hasta que ruel volvió a hablar. porque, claro, no puede estar más de dos malditos segundos con la boca cerrada.
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𝐒𝐄𝐋𝐅𝐈𝐒𝐇 (𝐑𝐔𝐄𝐋 𝐕𝐀𝐍 𝐃𝐈𝐉𝐊)
Fanfiction❝ no debería quererte, pero no puedo evitarlo. ❞ minúsculas intencionales.