𝘴𝘪𝘦𝘵𝘦.

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observé como ruel hablaba con dos chicas y les coqueteaba descaradamente. como si ayer no hubiera estado saliendo con una distinta. él cambiaba más de chicas que yo de ropa, me caía muy mal. ¿por qué tenía que ser así? ¿tanto le costaba solo elegir a una y ya? no, él amaba sentirse deseado y ser el dueño de todos los corazones posibles. es asqueroso, hace menos de media hora lo vi pasarse babas con una y ahora planea hacerlo con alguna de esas dos. es un descarado.

vi como se despidió de ellas con una de sus típicas sonrisas coquetas y se acercó hasta donde yo estaba con nolan, quien estaba muy entretenido en su celular.

—hola, ¿me extrañaron?— preguntó sonriente, sentándose sobre la mesa y apoyando sus pies en la silla.

—sí, que bueno que llegas porque ya me estaba muriendo sin ti.— respondí torciendo los ojos.

—yo sé que no puedes vivir sin mí.— dijo pasando su dedo por mi mentón. lo alejé de un manotazo y él se rió.

—¿no puedes estar más de cinco minutos sin estar molestando a las personas?— me quejé mirándolo cansada.

—sí puedo, pero tú eres mi persona favorita para molestar.— sonrió.

—por dios, ya bésense.— dijo nolan divertido, cruzando sus brazos. lo miré enfadada y negué al instante.

—ella no tiene tanta suerte.— se burló, mirándome con una ceja en alto.

—pues de igual forma yo no lo haría ni aunque me pagaran.— eso no era verdad y yo lo tenía más que claro —primero muerta antes que besarte.— fruncí el ceño y ahora fui yo quien cruzó los brazos.

estaba mintiendo, porque lo haría hasta gratis. pero yo no tenía por qué decir eso en voz alta o admitirlo frente al egocéntrico de ruel. eso solo le daría más motivos para molestarme y sacarme de quicio. y ya no sabía cuanto tiempo más podría soportarlo cerca.

—además quién sabe cuantas enfermedades tendrá, se ha besado con más personas de las que he conocido en toda mi vida.— hice una mueca.

—te mueres por ser una de esas personas.— alzó las cejas, apoyando los brazos sobre la mesa e inclinándose hacia atrás. que buena vista.

¿por qué no puede ser feo y ya? eso facilitaría muchísimo las cosas para mí.

—la verdad es que no, y si me dejas en paz te lo agradecería mucho.— dije mirando a otro lado. nolan nos miraba divertido apoyando contra la palma de su mano.

—mejor agradéceme por otras cosas ¿no?— torcí los ojos y pellizqué su pierna, haciéndolo saltar en su lugar —me van a quedar moretones en todas partes por tu culpa.— se quejó.

—es un gusto para mí.

—oh, ¿te gustan ese tipo de cosas?— sonrió coqueto, acercándose más a mí. lo miré mal y puse la palma de mi mano en su cara para empujarlo hacia atrás.

—¡ruel!— gritó nate desde lejos, llamando la atención de los tres —¡¿ya vienes?!— preguntó señalando al grupo de chicos que estaban detrás suyo.

—¡ya voy!— gritó de vuelta. volvió a mirarnos con una de sus estúpidas sonrisas y se puso de pie —bueno, me despido de ustedes. por favor no vayan a llorar por mí, sé que es difícil no extrañarme pero no puedo complacer a todos.

—a mí me vas a estar complaciendo al irte.— le dije con una sonrisa falsa.

—todos sabemos que tú eres quien más sufre cada vez que me voy.— dijo tocando mi nariz con su dedo. lo alejé de un manotazo y soltó una risita —no puedes vivir sin mí, se nota.

—¿no te da vergüenza ser así?

—no, me amo.— me sonrió grandísimo —adiós.— se despidió, lanzando un beso en el aire.

—no lo soporto.— me quejé apoyando mi frente contra la mesa y cerrando los ojos en cuanto se fue corriendo. escuché la risita de nolan.

—pero sabemos que te encanta, y no te atrevas a mentir.— pasó uno de sus brazos por mis hombros.

—lamentablemente.— suspiré.

—es un pesado, un egocéntrico, mujeriego, cerdo, narcisista, idiota, pervertido... pero es divertido y me cae muy bien, siendo sinceros.— dijo haciéndome reír.

—sí, ruel es todo eso.— sonreí mirando a la nada.

—bueno, hoy tengo una cita con una chica y le voy a presumir que besé a ruel. ¿crees que eso me dé puntos cuando quiera salir con alguien? digo, no cualquiera besa a ruel van dijk.— me contó como si fuera la cosa más inteligente que hubiera dicho en su vida.

—corrección, cualquiera besa a ruel van dijk.— alcé las cejas divertidas.

—buen punto. pero tú aún no entras en ese cualquiera.— se burló —hasta yo lo besé primero que tú.

—ya déjame en paz.— bufé empujando su hombro.

—no te hagas, si bien que quieres. solo te haces del rogar.— se rió.

—claro no quiero.— lo pensé un poco y crucé mis brazos —¡bueno sí quiero! pero al mismo tiempo no. no sé, ¿si? déjame en paz.— me quejé.

—el tiempo corre, niña.— se burló.

𝐒𝐄𝐋𝐅𝐈𝐒𝐇     (𝐑𝐔𝐄𝐋 𝐕𝐀𝐍 𝐃𝐈𝐉𝐊)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora