13.

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S e r e n d i p i a.

abrí la puerta de mi casa y dejé que Ginés entrara, dejé mis cosas sobre la mesa y caminé hasta la cocina para beber un poco de agua y para replantearme ¿porqué putas estoy permitiéndome sentir afecto por él? Teniendo claro que ya se está convirtiendo en un blanco para mis enemigos, pero es que tampoco sabía cómo hacer para hacerlo a un lado si me siento cómoda estando con él, cosa que no pasa con nadie más que no sea mi madre.

—seren —escuché la voz de Ginés haciendo que salga de mi trance.

—¿sí? —dije viéndolo.

—estoy preocupado por Manel, no debería contarte esto pero ayer se metió tres líneas —dijo y yo abrí mis ojos asombrada.

—¿estás jodiendo? Pero si Manel es un chaval tranquilo, ¿cómo pasó esto? —dije asustada, y sí, también le estaba agarrando cariño a Manel.

—ya ves que su mamá nunca está en casa y lo hizo para salir de la realidad —dijo triste.

—jo, pobre chaval, no se merece eso sabes, me gustaría hacerle entender a su mamá que debe prestarle atención a su hijo, te aseguro que él lo que necesita es que alguien se preocupe por él, claro de seguro tú lo haces, pero es diferente —dije y él asintió.

—¿tu mamá, donde está? —preguntaba mientras la buscaba con la mirada.

—mi mamá trabaja en un supermercado que abre las veinticuatro horas, y le toca turno de noche, hay veces que no viene a casa porque le digo que se quede donde una amiga o le pago un pequeño cuarto, no me gusta que camine sola hasta acá.

se levantó del sofá y caminó hasta una mesa con fotos, tomó una de ellas y sonrió al verla.

—¿ésta es tu familia completa? —dijo mostrando la foto.

era una foto con mi papá, nos la habían tomando en una plaza cerca de acá, ese día habíamos salido a comer algo juntos, cuando yo no tenía idea a qué se dedicaba ni sabía de este mundo.

—sí, él es mi padre —dije sonriendo mientras sostenía la foto.

—de ahí heredaste tus ojos por lo que veo —dijo sonriendo y yo asentí. Dejó la foto en su lugar y se sentó nuevamente a mí lado— quería preguntar algo pero tiene que ver con tu padre así que mejor callo.

me quedé viendo hacia mis tennis, pensé en que tal vez ya es hora de hablar de él, y que al final de todo Ginés no es malo y realmente si se preocupa por mí, hablar del tema me ponía vulnerable y frágil, por eso lo evitaba, no quería que mi coraza se cayera.

—pregunta, yo responderé a tus preguntas hoy, hoy no hay límites de preguntas —dije y él me vio asombrado. Mi verdadera intención con esto es comprobar si después de saber más de mis cosas querrá seguir siendo mi "amigo."

—primero que todo, gracias, por confiar en mí de alguna forma supongo —dijo encogiéndose entre hombros— ¿tu padre también tenía ese carácter fuerte? Tu mamá tiene pinta de que es más calmada.

—mi mamá es un sol, la mujer más buena que puedas conocer, pero sí, mi papá era un tipo de carácter fuerte, de hierro, pero con nosotras no era así, era amoroso, cariñoso, era un excelente papá y esposo —dije sonriendo y sorbiendo mi nariz, él me miró y esbozó una sonrisa cálida y puso su mano en mi pierna.

—¿qué pasó con él? Claro si no quieres decirme lo entenderé.

—lo mataron —respondí— mi papá trabajaba para quien es mi jefa actualmente, mi papá era muy respetado, nadie se atrevía a meterse con nosotros, yo ni idea para ese entonces, tenía nueve años, un día, por venganza de un hijo de puta, vinieron a mi casa, se metieron y mataron a mi padre frente a nosotras —dije aclarando mi garganta.

—que hijos de puta, no merecen ni vivir —dijo molesto— ¿desde los nueve años trabajas?

—sí, desde los nueve años trabajo para Amelia y su imperio. —respondí.

—¿cómo pasó eso, cómo te contrató si eras una niña? —dijo asustado y yo reí.

—el día que vinieron a matar a mi padre, mi papá siempre cargaba una pistola, él sacó su arma pero el otro chaval fue más rápido, la pistola de mí papá cayó al suelo junto a él, el chaval nos iba a matar a mi y a mi madre y fue cuando actué, corrí hasta el arma, y con nulo conocimiento de cómo se usaba la tomé, ya estaba cargada, así que le disparé al chaval en el brazo y en la pierna, la gente de Amelia apareció y lo sacaron de nuestra casa, creo que lo mataron, días después de la muerte de mi padre, no había nada en casa, así que fui hasta donde Amelia, y le pedí trabajo, en un principio dudó, pero cedió por mi "acto de valentía" —dije haciendo comillas con lo dedos— y bueno, aquí estamos, todo eso, me dio el respeto que ahora tengo.

—dios, eres muy valiente,de verdad, la gente suele decir que la acera y la calle son malas, pero es que no es así, no en todos los casos.

—la acera no es mala, más mala escuela de la que sale la gente formada, con forma de lo que el sistema requiera, el tener estudios no hace a la gente buena, en este mundo todos se mueven, y te enteras de todo, más si trabajas para alguien grande como lo es Amelia, he visto a políticos comprar toneladas de cocaína y luego verlos en la tele golpeándose el pecho y dándose de correctos. —dije.

seguimos hablando un rato, ambos hacíamos preguntas, saqué un par de cigarrillos.

—¿haz tenido novio alguna vez? —preguntaba mientras dejaba la colilla del cigarrillo en el cenicero. Y yo reí.

—no, los hombres no saben hacer más que dañar, con todo respeto eh, puede qué tal vez tú si pienses en querer a alguna tía en un futuro, pero los que yo he conocido no son más que un saco de hormonas que solo buscan follar y ya está, y pues prefiero estar así. —dije tranquilamente.

—o sea que cuando tuviste tu primera vez el chaval no era tu novio.

—claro que no, no vayas a creer que mi primera vez fue romántica, mi primera vez fue una liberación de hormonas de parte de ambos, aunque él ya estaba grande, tenía dieciocho y yo dieciséis —respondí— pero ojo, no significa que la tuya no deba ser linda, incluso puede ser con una amiga, no tiene que ser tu novia precisamente.

—¿dices que no hay que ser novios para tener relaciones? —no pude evitar soltar una carcajada, me enternecía demasiado, en parte era lindo que pensara así.

—perdón —dije cuando lo vi confundido ante mi acción— tío, pero en que constitución está escrito que debéis tener una relación para follarte a alguien, con que le conozcas un poco y te sientas seguro estará bien, pero sí es importante que estéis seguros, ya te dije, puede ser con una amiga en la que confíes y creas que te hará pasar un rato agradable. —dije y él asintió. Me levanté para ir a la cocina por algo de beber para ambos, pero sentí sus pasos detrás mío, me giré para verlo pero sorprendí cuando se puso frente a mi haciendo que mi espalda choque contra la isla de la cocina.

—¿cómo tú por ejemplo?

hell ; walls.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora