20.

294 27 12
                                    

S e r e n d i p i a.

hace una semana estábamos en Sevilla, Ginés se había comido una bronca con su madre, pero al final esta le dijo "haz lo que quieras, recuerda que tu casa siempre será tu casa, y la de tu amiga o novia" evidentemente él no le había comentando que estábamos aquí por cosas ilegales, sino que le vendió esto como una etapa de rebeldía de su vida. Estábamos viviendo en un cuarto, Ginés pagó la renta de un mes, porque no tengo idea de cuánto duren en encontrarme o cuánto dure en aclararse el paisaje,aunque dudo que se aclare.

era de noche, Ginés afinaba su guitarra, decía que me había escrito una canción, y hoy por fin la cantaría.

—¿Estás lista? Te juro que me quedó de puta madre. —dijo riendo y yo asentí.

—dale chaval, cantáme. —dije, él aclaró su garganta y empezó a tocar las cuerdas de su guitarra.

su voz sonaba tan suave, tan tranquila, tan pacífica, me transmitía tantísimas cosas, verlo con sus ojos cerrados y tocando la guitarra, una imagen digna de capturar con cámara profesional.

"y si me muero, quiero que sepas que fui el primero, que te ha escuchado mucho antes de alzar la voz.
y si yo me muero, quiero que sepas que fui el primero, que iba a recorrerse el mundo entero por un zapato de cartón."

sonreía mientras contenía mis ganas de llorar, no podía creer que yo fui la inspiración de esa canción, jamás creí que alguien pudiese expresarse de mí en esa forma.

terminó de tocar y me vio esperando mi aprobación, me tiré sobre él y lo abracé, escondí mi rostro en su cuello y me rompí en llanto, lo amaba tanto que me ardía el dolor de que tenga que sufrir por mí en algún momento.

—te amo Ginés, te amo, no te merezco, eres tan bueno, tan noble, tan tú, no mereces a alguien como yo, pero aún así decides amarme y ser tan lindo —dije llorando— mírame —dije tomando su rostro en mis manos— si yo me llego a morir, si me llegan a matar.

—Luna no... —dijo con su voz rota.

—escúchame, si me llego a ir de este mundo, tú me tienes que prometer una cosa, una no, varias —él asintió— irán tú y Manel a inscribirse en esas batallas de rap, porque sois unos putos genios, y grabarás esa canción y la subirás a YouTube, esa y todas las que tengas escritas ¿vale? Que estando en este mundo o en otro yo solo quiero verte brillar. —dije dándole un beso largo.

—¿por favor podemos quedarnos así? quiero tenerte cerquita amor, porque me haces sentir que algún día no podré hacerlo más. —dijo con su voz en un hilo.

yo asentí y nos quedamos así, abrazados en la cama, disfrutando el calor del otro, disfrutando nuestra compañía.

-----

estábamos jugando "uno" sentados en el suelo, así pasábamos nuestro tiempo.

—no puedes ser tan malo —dije riendo al ver que le gané una vez más.

él iba a responder pero se escuchó un estruendo, estaba intentando tumbar la puerta.

—¡al baño, métete al baño! —le grité mientras buscaba mi arma.

—¡no te dejaré sola! —me gritó

—¡que te metas al puto baño, joder! —nuevamente el estruendo en la puerta, señalé el baño y se metió ahí— cierra por dentro y yo cerraré por fuera.

cerré la puerta del baño por fuera, la puerta cayó y entraron tres personas, Eraida, Valentino, y otro chaval que desconocía.

—al fin te encuentro Serendipia, joder nos tomó una semana dar contigo, pero al fin. —hablaba Valentino.

—de esta no te salva ni dios —decía Eraida.

—anda, vamos Valentino, esto lo podemos solucionar, te brindo tres de mis puntos, los más fuertes, vosotros podéis elegir.

—no, yo necesito borrarte del mapa para poder trabajar, tu existencia me estorba. —decía Valentino mientras sacaba su arma.

—entonces déjame irme a otro país, ayúdame con la movida y no volveréis a saber de mí. —respondí, él miró la guitarra.

—andas acompañada de tu noviecito por lo que veo —dijo riendo amargamente— a ver Serendipia decide, tú vida —dijo cargando el arma y apuntandóme— o la de tu novio —dijo apuntando hacia el baño.

—¡la mía! —gritó Ginés desde su lugar, yo cerré mis ojos con fuerza dejando que las lágrimas cayeran.

—¡ni se te ocurra dispararle Valentino, antes de tocar a mi madre o a él, prefiero que me cagues a tiros a mí! —grité.

y fue suficiente, sentí dos impactos en mi pecho, dos segundos y toda mi vida pasó ante mis ojos, caí a suelo, al lado de la guitarra.

G i n é s  a k a  W a l l s.

escuché los disparos y llevé mis manos a mis oídos, me dejé caer, escuché como se abría la puerta, dejándome ver a Luna tirada en el suelo con sangre a su alrededor.

ya no había nadie, corrí a su lado, pero ya era demasiado tarde, se había ido, su vida había sido arrebatada, la tomé entre mis brazos y la apagué a mí, mis lágrimas bañaban mi rostro.

escuché las sirenas de la policía, entraron al cuarto y me separaron de ella.

—¡déjenme por favor,yo solo quiero despedirme! —grité, pero no me hicieron caso.

------------------------------------------------------

todos estábamos vestidos de negro, habían personas de su barrio, estaba su ex jefa, que odiaba con toda mi vida, su madre, mi mamá, Manel y yo.

el padre hablaba y hablaba pero yo no prestaba atención, solo veía como aquella caja con su cuerpo era ingresada al hueco, con ella iba mi corazón, su vida arrebatada de la manera más asquerosa.

ahora yo me quedaría acá, recordandóla y dispuesto a cumplir sus peticiones, porque será una forma de mantenerla junto a mí.

hell ; walls.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora