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Corrí hacia Jimin, viendo cómo se metía en una de las habitaciones. Entré con velocidad antes de que esta fuese cerrada con brusquedad.
Jimin me miró con lágrimas en sus ojos, su nariz roja por las lágrimas y aquella forma de mirarme me partía el corazón.
Abracé el cuerpo de Jimin, tratando calmarle.
-Viene igual que aquel día. Incluso se ha teñido el pelo.-murmuró Jimin en mi oído.
Le miré a los ojos. ¿Yoli se tiño de azul por él?
-¿Todo?
-El vestido, zapatos y pelo son iguales. Iguales que a esa noche.
¿A qué jugaba Yoli? No entendía sus razones.
-¿Por qué ha hecho eso? -pregunté para mi misma.
-No lo sé. Pero pienso que todo se va a repetir.-lloró Jimin.
No pude aguantar, me dolía tanto verlo de aquella manera. Decidí contarle la verdad, qué ocurrió realmente.
Le narré acerca de todo lo que me dijo Yoli; acerca del incidente con sus padres, el baile y las razones. Jimin escuchó atento cada palabra que era pronunciada por mi boca.
-Mis padres son imbéciles.-gritó Jimin con furia.-¡Jugaron con la vida de una puta persona!
Bajé mi mirada.
-Desde que soy pequeño siempre les he dado lo mejor de mí. Eliminé mis sueños de ser bailarín para dedicarme a la medicina, lo que mis padres querían. Hice todo lo que me reclamaban. ¿Y yo les pido aceptar a Yoli y recibo esto?
Le miré. Sus palabras eran escupidas con asco.
-Voy a arreglarlo con Yoli. Después de todo, ella fue una de las piezas del juego.
Observé cómo Jimin salía apresurado de la habitación, yo me levanté y corrí junto a él, hasta llegar al salón.
Busqué a Jimin con la mirada, percatándome de algo.
Yoli subía al escenario con seguridad.
-Uno, dos... Probando.-dijo y hizo una breve pausa.-Bueno, espero que todos la estéis pasando de diez. Pero hoy decidí armarme de valor y hacer algo. Creo que todos los presentes sabéis que yo provengo de Busán, dónde conocí a mi primer amor y a quién sigo amando. Esa persona no me quiere ni ver, por lo cuál decidí hacerlo aquí ya que tendrá que verlo sin que yo me acerque.
Yoli cogió un pendrive de uno de los bolsillos de su bolso de cuero, que estaba colgado de su cuello.
Introdujo el aparato en uno de los huecos USB y una voz comenzó a sonar en la habitación.
-Disculpe, señora. Repíteme lo que me dijo hace un año. Quiero saber si sigue teniendo los ovarios igual de gordos como para ser capaz.
Aquella era la voz de Yoli.
-Te dije que te alejarás y lo cumpliste. Vesta y Jimin están destinados pero Vesta se enamoró del estúpido de Jong-hyun. Y Jimin se enamoró de ti, me alegra saber que gracias a mí, mi hijo se dio cuenta que no le hace falta una francesa como tú. Porque bien que besaste a el hermano de Jonghyun, bueno, realmente te lo ordené yo.
La grabadora dejó de reproducir el sonido.
-Volví a Busán. Principalmente para esto, para demostrar que Vesta y yo somos inocentes. Yo quise salvar a mi padre y ella impresionarlos. Por culpa de esa mujer, perdimos muchas cosas. Pero yo perdí al amor de mi vida, a Park Jimin.-dijo Yoli, mientras algunas lágrimas traviesas se resbalaban de sus mejillas.- Volví a mi antigua casa, dónde cogí el vestido que utilicé aquella noche,para recompensarte. Jimin, te sigo queriendo.
Todos nos quedamos en silencio, nadie tenía palabras acerca de lo que habíamos escuchado.
Pero yo comencé a aplaudir.
Un flashback penetró mi mente.
"-Mi nombre es Sam Hood y no dejaré que hagáis daño a quiénes aprecio.
Su risa llenó la sala, era fuerte, sarcástica.
Me levanté de mi asiento y comencé a aplaudir lentamente.
-Os presento el grupo de las zorras, el equipo ganador y al qué no podréis vencer.-sonreí."
Una lágrima se resbaló de mi mejilla, aquella situación era tan nostálgica y significativa para mí. El recordar como Sam encaró a los playboys, no a los chicos que yo conocía. Encaró a la máscara, pero no a los que se encontraban detrás.
-El juego lo hemos ganado.-sonreí entre lágrimas.- Demostrasteis que tenéis sentimientos, Jimin, ve y lucha con ella.
Jimin corrió hacia Yoli, a quién besó con euforia. La sala rompió en gritos. Aquel beso era tan nostálgico, se notaban que se habían echado de menos.
Un toque en mi hombro hizo que mi atención hacia la mueva pareja despareciese.
Namjoon me sonreía con aquellos hoyuelos.
-Felicidades y gracias, Mel.
-¿Gracias? -pregunté curiosa.
-Lo sabrás el lunes, te lo explicaré todo junto los demás.
Con todo aquello dicho, se alejó de mí, dejándome desconcertada y sin entender nada.
Mi mente pasaban los recuerdos. Mi contestación hacia Jimin, la investigación del perfil de Jungkook, la llegada de Sam y Yoli. Todos aquellos acontecimientos habían marcado mi corazón.
Mi teléfono móvil comenzó a vibrar y me alejé hacia el exterior de la casa, ya que en su interior era imposible entender alguna palabra.
Atendí el teléfono. Era un número desconocido.
-¿Hola?
-Hola, ¿hablamos con Park Mel?
Realmente no reconocía aquella voz.
-Eh, sí. ¿Qué ocurre? ¿Quiénes sois?
Esperé la respuesta con curiosidad, pero todo se revolvió dentro de mí.
Me habían dado la peor respuesta que nunca me habían dado.
