Si me identificaría con un color seria el negro. Diría que es el color que veo más seguido.
Sophie y yo, somos amigas, pero no somos tan cercanas, solo nos sentamos una al lado de otra y a veces comemos juntas. Pero, me había invitado a una cita con una preparatoria cercana, claro, éramos las amigas de Sophie, Sophie y yo y, por otro lado, el sexo contrario, otros chicos muy bien parecidos, según ella.
Hace mucho tiempo que no salía de noche.
Miraba a todos los lados para ubicar bien a Sophie, el lugar de encuentro estaba lleno de gente.
— ¡Clover!
Escuché la voz de Sophie y me acerqué a ella. Salude a todos con un "hola, es un placer" no lo era, del todo.
— Bien, ahora que estamos todos ¡Vamos al karaoke!
Éramos 8 personas, cada una con una pareja respectiva, me había tocado con alguien llamado. Gideon, estaba a mi costado y olía a tabaco, igual que ella. Pero, faltaba el olor a vainilla.
Todos cantábamos canciones y nos divertíamos, era divertido, debo admitirlo, por fin veía un color amarillo en esa capa imaginaria que había creado. Pero hubo un momento en el que me sofoqué, así que salí un rato al pasillo. Sentí la presencia de Gideon detrás de mí.
— ¿Todo bien?
— Si, solo sentí un poco de calor, pero pronto volver, no te preocupes.
Dije.
- Esto puede hacer que te relajes un poco. Son como cigarrillos especiales.
"Ah... drogas"
Era 2008 y nos encontrábamos en una de las calles de Inglaterra, un chico que recién lo conozco hoy, me propone la oportunidad de mi vida para alcanzar el nirvana de una manera bastante directa que atenta contra mi seguridad, probar estupefacientes para "relajarme" un poco. Bueno, este tipo de cosas no ocurren todos los días, y tampoco era de mente cerrada, había una primera vez para todo y mi curiosidad de gato negro, pudo más, otra vez.
En algún momento pensé en la profesora y su adicción al tabaco, entonces pensé, a través de esto podre imaginarme estar con ella.
— Bueno, con uno está bien.
Fumamos ambos afuera del Karaoke. En un momento de la conversación empecé a sentirme algo mareada.
— Así se siente entonces...
Gideon se río. No estaba del todo alucinando, solo todo se sentía fuera de este mundo, como... Si fuera a dar un paso más, iba a caer en un abismo profundo.
— Clover, gracias por acompañarme, no pensé que encontraría alguien con quien me sintiera a gusto esta noche. En ningún momento me juzgaste.
Escuche lo que dijo Gideon.
— Solo acepte porque olías a ella.
Respondí fríamente.
— Entiendo, entiendo, aunque debo admitir que duele un poco.
Dijo mientras se reía.
— No soy buena persona Gideon, solo hago lo que quiero y si al menos tengo un poco de felicidad con ello, estoy bien.
— Bueno, no te podría clasificar como buena personas o mala, las buenas personas no existen Clover...
— Bueno, puede que tengas razón. Hace calor...
— ¿Está bien si te beso ahora?
Lo pregunto tan directamente que no me dio espacio a reaccionar o a hablar por lo menos.
Gideon se acercó y podía sentir su calor, estaría mintiendo si diría que no quería besarlo, porque me sentía de la misma forma. El olor que emanaba era el de tabaco, pero faltaba el perfume de vainilla que siempre se pone para disimular ese olor tan sofocante.
Gideon y yo nos besamos. Caminábamos en busca de un hotel.
"¿Qué hora era?"
Cada paso que daba, se sentía pesado, solo sentía la mano de Gideon llevándome de un lado a otro.Alzaba la mirada, teniendo una diminuta esperanza de verla, a pesar de que había demasiada gente, esperando que el nirvana que Gideon me había prometido inconscientemente apareciese. Por alguna razón del destino que siempre desprecio, la vi.
— ¡Detente Gideon! Espera...
Gideon se detuvo y miro a la dirección en la que miraba yo.
La vi a ella en un callejón con poca luz, no parecía ella, porque ella estaba besando desenfrenadamente a una mujer, la tomaba del cuello y recorría su lengua por él.
Algo tan obsceno. A pesar de que había mucha gente, su mirada y la mía se encontraron.
— Gideon, llévame a casa.
Dije inmediatamente.
Gideon tomo mi mano y tomamos un taxi, le dije la dirección y nos fuimos a mi casa, sin hablar. Agradecí a alguien otra vez, porque Gideon respeto lo que dije y no fue alguien prepotente, porque le acababa de arruinar una noche de relaciones con Clover. Igual, no se perdía de mucho.
Entonces, estaba perdida en mis pensamientos. Gideon toco mi hombro.
— Me gustó mucho conocerte Clover.
— Fuiste caballeroso, dentro de este contexto. Gracias.
Gideon desvió la mirada.
— Este es mi número, apuntalo en tu mano.
Asentí, apunté su número.
Lo siguiente, fue entrar a mi dormitorio, empezar a llorar porque me preguntaba.
"¿porque no era esa mujer?"
Me dormí entre mis lágrimas negras debido al delineado. Al despertar, pensé que todo era un sueño, pero al ver mi mano, supe que no era así.
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Afuera Hace Frío
RomanceLa primera impresión siempre es la más importante. La impresión que me dio fue de...hace frío.