Luego de muchas horas de viaje hemos vuelto a Italia, como era de esperar toda mi familia nos recibe y nos guía a los autos. Por mi parte yo he estado observando a mis tíos y a mi padre, hace rato he estado notando un comportamiento extraño de parte de ellos. Sus constantes intercambios de miradas, cuchicheos y evasivas a nuestras preguntas solo hacen más evidente mis sospechas.
—¿Cómo estuvo Alemania?
Pregunta una de mis primas, le comento una pequeña parte de todo lo vivido en el país del chocolate y lo bien que lo pasé. No me omito los detalles que me parecieron lo mejor de mi visita a mi familia. ¿Cómo poder olvidar cuando el Blaz rompió el hielo del lago al saltar donde no se debía?... Puta que es weón mi primo.
—Alégrate cabeza de arándano — Matteo interrumpe mi relato y se sienta a mi lado — Ahora tienes a tu partner favorito para las salidas a recorrer el pueblo y la montaña.
—Estoy feliz —Sus dedos pellizcan mis mejillas con fuerza hasta que se entumecen, tiene la mano igual de pesada que la Victoria —Perro culiao —Me lanzo al ataque y comienzo a tirar sus mechones teñidos —Pelea, pelo de trapero.
—Si insiste la dama —Patadas, combos, jalones de cabello, arañones, palmetazos e insultos leves van de un lado para otro. Solo falta que mi prima grite "¡Están matando a un weón!"
—¡Neo! ¡Deja de morder a tu primo! —Grita mi papá desde el asiento del copiloto.
Con un gesto de dedos le indico que lo vigilo, apartándome lentamente del Matteo, lo miro de forma fulminante. Luego de estar unos diez minutos vigilando al idiota aparto mi mirada y pongo toda mi atención en mi teléfono. Paso de una red social a otra, pero algo llama mi atención; es una publicación de Evan.
"No sé cómo lo vaya a tomar, pero cada vez falta menos" "Dentro de unos pocos días se lo diré"
No sé de qué forma debería interpretar esta publicación, su comentario es algo vago y da muchos significados para evaluar... No pienso freír mi cerebro buscando la respuesta de esto.
Doy una breve ojeada a mi costado para ver el estado del Matteo; va de brazos cruzados y con el ceño fruncido. Contemplo mi obra de arte con orgullo, su brazo izquierdo tiene una hilera de marcas de dientes. Sin embargo, no me fuí limpia de esta confrontación. Tengo unos cuantos rasguños y uno que otro hematoma a causa de los golpes del pastel ese.
— Tienen dieciocho y diecinueve años, compórtense como los jóvenes de su edad — Mi primo y yo le hacemos caras a mi prima y luego reímos con fuerza.
— ¿Tregua? — Pregunta extendiendo su mano, yo la acepto y ambos sonreímos.
— Tregua.
Saco nuevamente mi celular y pongo unos videos para entretenerme, el Matteo pregunta que si puede verlos conmigo y yo digo que sí. Ahora ambos estamos con un audífono puesto en cada oído viendo gameplays de terror extremo.
Llegamos bien acobardados a la casa, lo peor es que llegamos de noche a Italia. Así que tendré que sufrir la inmensa oscuridad de este inmenso hogar, los tétricos silencios y el terrorífico actuar de la naturaleza en esta zona.
Con ayuda de mi familia bajamos todo el equipaje del vehículo y lo llevamos al interior de la edificación. Al voltear veo a mi primo completamente psicoseado mirando a todos lados mientras alumbra con su linterna. El sonido del pasto siendo pisado, los aullidos del viento y el relámpago que acaba de caer nos hace saltar e ir corriendo al interior la casa... Somos la definición de valentía.
— En el clima anunciaron una tormenta para esta noche — Yetidad ¡¿Por qué me persigues?!
Mi abuela pasa caminando a mi lado tranquilamente antes de soltar una bomba — Entonces es muy probable que haya un apagón — Cuatro palabras definen este momento para mí, "Maldita sea mi suerte"
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Beloved
Teen FictionEn algún momento de mi vida escuché a un profesor decir que el misterio de la humanidad se basaba en su avance y que este siempre causaba un reinicio cuando llega al punto más alto. En ese momento no entendí sus palabras, pero ahora que he crecido p...