Capitulo 16

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Eran las cinco de la tarde, poco a poco empezaste a abrir los ojos, te quitaste el paño de la frente y te sentaste, te tocaste la frente y notaste que la fiebre se había ido por completo. Giraste la cabeza para ver a tus híbridos y los viste que estaban dormidos en el suelo, Aizawa con la cabeza en el pecho de Hizashi, sonreíste por la escena. Te levantaste de la cama, te agachaste a su lado y los zarandeaste un poco.

-(T/n): Venga chicos, a levantarse o si no también os pondréis malos por estar tumbados en el suelo.

Poco a poco fueron abriendo los ojos, se sentaron y Hizashi dio un bostezo rascando uno de sus ojos mientras que Aizawa se estiraba un poco, los dos miraron a tu dirección, se levantaron enseguida y te abrazaron.

-Hizashi: ¡Estas bien! –mueve la cola-.

Reíste y los abrazaste de vuelta.

-(T/n): ¿Pasó algo interesante mientras estaba dormida? –te separaste suavemente del abrazo-.

Ambos se tensaron y se miraron, luego te miraron a ti incómodos.

-(T/n): ¿Chicos?.

-Hizashi: You see......

-Aizawa: Tu hermano llamó a la puerta.

-(T/n): ¿¡QUÉ!?.

-Hizashi: Quería pasar, pero no le dejamos y Aizawa le dio un portazo en la cara.

-Aizawa: Sí, y por cierto, ¿a tu hermano por qué no le gustan los híbridos?.

-(T/n): B-bueno.

-Aizawa y Hizashi: ¿Siii?.

-(T/n): Dice que sois abominaciones y que no servís para nada.

Hubo unos minutos de silencio hasta que Hizashi empezó a gruñir.

-Hizashi: ¡¿Cómo que abominaciones!?. ¡Seguro que nunca se ha visto en un espejo, con esa cara de alpargata!.

Aizawa y tú lo tuvisteis que tranquilizar ya que parecía que iba a salir a buscarlo y darle la paliza de su vita. Que, por supuesto, a ti no te iba a importar que lo hiciera pero no querías que a él le pasara nada.

Dos híbridos y una rayisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora