Capítulo 19.

149 15 5
                                    

El último par de horas he descubierto que odio hacer maletas, y aún más con mi tobillo lastimado. Me es completamente difícil moverme por mi recamara y tardo mucho más de lo que me gustaría, al parecer últimamente todo juega en mi contra. Aparte de ello me distraigo constantemente debido a que mi mente no deja de darle vueltas al hecho de que Liz Hemmings mintió acerca de su relación con mi padre para que Luke se alejara de mí irremediablemente. Mi razonamiento me sugiere en repetidas ocasiones que ella tiene una razón más oscura para haber mentido, aunque no se me ocurre nada que pueda justificar su comportamiento.

Me dejo caer en el colchón y miro fijamente hacia el techo evaluando la situación. ¿Será buena idea que yo vaya a España con Luke y su familia? Quizá Liz Hemmings me odia y por ello busca que me separe de su hijo. Cierro los ojos e intento regular mi estado de ánimo puesto que últimamente he tenido constantes dolores de cabeza por el estrés. Necesito un respiro de toda esta mierda. La única verdad es que necesito a Luke, estar cerca de él me llena de un sentimiento diferente que me lleva a un lugar rodeado de paz, un sitio perfecto donde los problemas no existen.

— ¿Puedo entrar? —la voz de Frank me hace incorporarme abruptamente.

—Claro, Frank —le respondo y posterior a ello suspiro, verle con un semblante distinto me hace sentir tan sólo un poco más optimista.

—Venía a decirte que... que creo que es buena idea que nos vayamos de aquí por un tiempo —me sonríe—. Necesitamos que las vacaciones nos den una nueva perspectiva acerca de todo esto.

—Qué bueno, Frankie —le respondo sintiéndome momentáneamente más feliz—. Verás que nos sentará bien a ambos.

Una vez que mi hermano se marcha a su habitación decidido a comenzar a empacar me quedo absorta en un silencio reflexivo. Pienso en Luke y en lo rápido que ha conseguido que yo tenga sentimientos reales por él, además de que he descubierto muchas cosas que jamás me hubiese imaginado. Es tierno, cariñoso y se preocupa demasiado por las personas que ocupan un lugar importante en su vida. Aquello de inmediato me lleva a pensar muy seriamente en lo que pasó con Andrew Hemmings y por primera vez en mi vida evalúo la opción de que todo lo que salió en los periódicos sea cierto.

De cierta forma me resulta coherente que Luke haya querido proteger a Liz Hemmings y a sus tres hermanas. Me sobresalto cuando mi celular comienza a sonar, llevándose así la escalofriante imagen de Luke apuñalando a su padre.

Salimos en seis horas —murmura el rubio al otro lado de la línea—. Espero que Frank haya accedido a ir porque aparté un asiento a su nombre.

—Hace un rato hablamos de eso —sonrío levemente—. Si irá.

Bien —bosteza—. Ya terminé de hacer mi maleta, ¿tú qué tal?

—Aún no —bufo frustrada y le doy una mirada rápida a toda la ropa que está arrumbada en la cama y en el piso.

¿Te vendría bien un poco de ayuda? —cuestiona con el tono habitual y aquello solo me notifica que él ya está más relajado con el tema de nuestros padres.

—Seguro que sí —sonrío.

¿Puedo ir a ayudarte? —pregunta y sé que lo hace porque no quiere que tenga problemas de nuevo con mi mamá.

—Por favor —le pido—. Quiero verte. Sé que te vi ayer, pero...

Lo sé —murmura con tono dulce y me imagino que está sonriendo—. Sé cómo te sientes. Yo también quiero verte, cariño.

¿Alguna vez había sonreído tanto? Seguro que no. Me pierdo momentáneamente en un remolino de sensaciones que me confirma sólo una cosa: estoy perdidamente enamorada de él. No hay instante en el que no le piense, en el que no anhele abrazarlo y tener su aroma cerca de mí.

KILLER - L.H -Donde viven las historias. Descúbrelo ahora