Capítulo 28.

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LUKE.

Él me observa fijamente mientras se sienta detrás del enorme escritorio que está en el despacho del padre de mi mamá.

Scott Hemmings, a pesar de sus años, es un hombre que luce tan formal y serio que, aunque me cueste admitirlo, me resulta intimidante. Está claro que me odia y supongo que lo entiendo, después de todo él sabe que yo... que yo maté a Andrew Hemmings, su único hijo varón.

— ¿Vas a decirme lo que quieres o no? —le cuestiono mirando fijamente el reloj que está en la pared. Casi es media noche y mi celular continúa vibrando dentro de mi bolsillo con mensajes que me supongo son de Sarah. Quisiera poder hablar con ella ahora mismo, pero al parecer mi abuelo paterno tiene otros planes para mí.

—Es sencillo —me dice—. Y espero que tu pequeño cerebro de criminal pueda entenderlo.

— ¿Podrías no insultarme? —le pido con algo de hostilidad.

— ¿Crees que no lo mereces después de... después de que mataste a mi hijo?

Por supuesto que comprendo por qué me trata así, pero creo que él tampoco sabe el contexto en el que sucedió todo aquella espantosa noche, de lo contrario quizá él podría llegar a comprender la magnitud de lo que nos... de lo que me llevó a actuar en defensa de mi madre y mis hermanas.

—Él era... violento —explico—. Se la pasaba golpeándonos. No espero que me des tu absolución, pero tu hijo tampoco era un santo.

— ¿Te atreves a hablar así de él después de que la cualquiera de tu madre fue la culpable de todo?

— ¿De qué carajo estás hablando? —le grito.

—Creo que tengo que ponerte en contexto, después de todo tú aún eras un niño cuando todo pasó.

Su mirada se oscurece mientras escarba dentro de sus recuerdos. Me siento en la silla que está frente a él porque de lo contrario voy a terminar en el suelo. No me siento del todo bien y estoy un poco mareado con toda esta jodida situación.

—Tanto la familia de tu madre, como la nuestra siempre tuvimos en mente esa unión de poder. Obviamente la única forma de que eso ocurriera y que además luciera bien para la sociedad era que tu madre y mi hijo se casaran. Todo iba bastante bien, a decir verdad, hasta que tu madre se plantó y dijo que prefería a aquel imbécil que conoció en la Universidad.

Oh. El papá de Sarah.

—Supongo que no es algo nuevo para ti que tu mamá tuvo una aventura con ese hijo de puta cuando ya estaba comprometida con Andrew —bufa—. Tu padre lo descubrió años después y ella creyó que confesarle que aún seguía amando a ese tipo la iba a librar del matrimonio que nunca quiso.

» Así que le dijo a Andrew que nunca lo había amado y que Layla no era su hija. Él de verdad adoraba a tu hermana, y tu mamá provocó que todo ese amor se convirtiera en odio y resentimiento. Tu madre y su amante terminaron con la vida de mi hijo mucho antes de que tú lo mataras.

—Pero...

—No me voy a tentar el corazón, Luke. No después de que ella y su amante mataron en vida a mi hijo —permanece en silencio durante algunos segundos, meditando con cuidado lo siguiente que está a punto de decir—. Sé que la felicidad de tu madre son ustedes así que... es ahí donde vamos a partir.

—Devuélvele a las niñas y voy a hacer cualquier cosa que me digas —le pido y apoyo mis codos en el escritorio.

—Bueno, bueno. Tú aquí no estás para pedir —escupe y me mira con toda su furia—. Pero es algo que puedo concederte. A cambio de ello vas a quedarte aquí. Vas a encargarte de todos los negocios y, por supuesto, vas a dejar a la hija de aquel malnacido.

KILLER - L.H -Donde viven las historias. Descúbrelo ahora