CAPITULO VIII

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El fin de semana siempre me trae tranquilidad. Es como un descanso que deseaba con ansias. Aislarme un poco de los demás, y refugiarme en mi pequeña burbuja como lo es mi departamento.

Por suerte, desde el jueves en la noche no he visto ni rastro del malhumorado de Adrián, excepto el mensaje que envió esa misma noche después de unas horas.

"Descansa pequeña chiflada, nos veremos luego.

PD: a mí también me encanto llevarte a cenar."

Igual que el mensaje anterior, solo lo ignore y esta vez sin dudarlo. No caería en su juego, no puede comportarse de una manera y segundos después cambiar totalmente de actitud. Tengo suficiente con mis arranques anímicos, como para que este tipo venga a fastidiarme aún más.

Sin embargo, había cometido la indiscreción de contarle a Matt quien, después de enterarse sobre mi peculiar regreso a casa esa noche, insistía demasiado en que Adrián estaba interesado en mí, que deberíamos volver a quedar. También creía que estaba siendo una amargada de primera, al no responder el mensaje, pero no me convencería de lo contrario.

Además, aún estaba muy ansiosa por el encuentro con Ana en un par de días. Trataba de calmarme repitiéndome que no me apresurara y que dejara las cosas fluir, pero al mismo tiempo existía ese manojo de nervios en mi interior que me hacía estar alerta ante cualquier circunstancia que surgiera una vez llegado el día.

¿Y si comienza a insultarme? O peor aún, ¿a culparme?

Ya ha pasado el tiempo, debe ser otra persona. No seas tan ruda con ella.

Pero, ¿Y si aún no me perdona? ¿Qué tal si no cumplo de nuevo sus expectativas?

¡Vamos Regina! Es tu madre, debe aceptarte tal y como eres. ¿No es así?

Agh, mis pensamientos están hechos un lio con toda esta situación. Sin duda, no tengo tiempo para otra persona indecisa y bipolar como lo es el amargado ese.

Me levanto de la cama, en donde he estado la mayor parte del día. Sin ganas de nada, solo viendo al techo durante mucho tiempo o con los ojos cerrados, tratando de conciliar un poco el sueño para que así no pueda pensar demasiado.

Muy a mi pesar entro en la ducha y salgo después de muuucho rato bajo el agua, al menos así podre despejarme un poco. Decido ponerme un conjunto deportivo para salir a correr mientras recojo mi cabello en una coleta alta; el día está algo cálido a pesar de que ya sea medio día. Además, le doy la razón a Matt: tengo que salir de estas cuatro paredes y distraerme.

Después de un trayecto corto, llego al parque que está cerca del edificio, donde aún se encuentran unos pocos deportistas haciendo rutina o simplemente caminando con un ritmo constante.

Aquí vamos.

...

Respiro profundo después de sentarme en una de las bancas del parque. Fue buena idea venir aquí, relajarme un poco y liberarme del estrés diario. Apoyo mis codos sobre mis rodillas, inclinándome para inhalar otro poco de aire; alzo la mirada y me quedo helada en ese mismo instante. Justo frente a mí, se encuentra una pequeña fuente y del otro lado de ella, esta Olivia. Hermana de Adrián, y ex de Matt, creo. Está mirando algo en su móvil, lleva los auriculares puestos. También lleva un conjunto deportivo, que en verdad se le ve lindo. Hay que admitirlo, Matt tiene buen gusto con las chicas.

Recuerdo haberle repetido a Adrián que no había nada entre Matt y yo, y aún recuerdo su respuesta: Bueno, eso no es lo que cree Olivia; si ella me llega a ver aquí estoy casi segura que no dudara en hacer una escena como aquella noche en la fiesta, según la versión de Matt.

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⏰ Última actualización: Mar 23, 2022 ⏰

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