🥀[Aᴍᴇʟɪᴇ Rɪᴅᴅʟᴇ ] ʟᴀ ʜɪᴊᴀ ᴅᴇ ᴛᴏᴍ ʀɪᴅᴅʟᴇ🥀

Capítulo 5:La primera lección de entrenamiento de Riddle

Finalmente, después de una semana después de la lección de vuelo, tuve una excusa para burlarme de Draco. Cuando los búhos inundaron el Gran Comedor, como de costumbre, la atención de todos fue captada de inmediato por dos paquetes largos y delgados llevados por seis búhos chillidos grandes, incluida Lily. Estaba tan interesado como todos los demás en el pasillo en cuanto a quiénes serían estos dos paquetes y me sorprendió un poco ver a uno ir a Harry Potter y al otro ir y aterrizar frente a mí. Apenas se alejaron cuando Lily dejó caer dos cartas sobre el paquete.

Afortunadamente, miré para ver que Lucy me dirigió uno de ellos y abrí el otro bastante rápido, lo que pareció tener suerte desde que se leyó.

Estimada señorita Riddle, NO ABRA EL PAQUETE EN LA MESA. Contiene tu nuevo barrido limpio siete, pero no quiero que todos sepan que tienes un palo de escoba o todos querrán uno. Isabella Nicholas se encontrará con usted esta noche en el campo de Quidditch a las siete en punto para su primera sesión de entrenamiento.

La profesora McGonagall
Casi tuve dificultades para ocultar mi alegría cuando rápidamente entregué la carta a Scarlet e Ivy para que leyeran la nota.

"Nunca he oído hablar de uno", me dijo Scarlet mientras Ivy gimió.

"Quiero tocar uno", me dijo casi decepcionante.

Todos nos levantamos rápidamente, deseando desenvolver el palo de escoba en privado antes de nuestra primera clase, pero a la mitad del pasillo, vimos a Crabbe y Goyle que nos impedían subir las escaleras. Rápidamente nos escondimos a tiempo para que Draco le arrebatara algo a Harry.

"Eso es una escoba", dijo, y se lo devolvió a Harry con una mezcla de celos y rencor en su rostro.

"Estarás allí esta vez, Potter, a los de primer año no se les permite". Dijo con aire de suficiencia y no pude resistirme, pero me uní y salí de mi escondite con Scarlet e Ivy detrás de mí.

"No es ninguna escoba vieja", dije interrumpiendo bruscamente su conversación.

"Es un Nimbus Two Thousand. Ahora, si recuerdo bien, ¿qué dijiste que tenías, Draco, un Cometa Two Sixty?" Sonreí a mis amigos y les guiñé un ojo en dirección a Harry y Ron.
"Los cometas se ven llamativos, pero no están en la misma liga que los Nimbus", le dije a Draco con toda naturalidad y vi que sus mejillas se ponían rosadas de ira.

"¿Qué sabrías sobre eso, Riddle? No pareces tener uno" Malfoy me respondió bruscamente, y me eché a reír junto con mis amigos.

"Bueno, de hecho, sé que Harry tiene uno porque yo también tengo uno. Si recuerdo bien, ¿no dijiste que siempre quisiste uno?" Dije y salté por el camino de Crabbe y Goyle.

"¿Recuerdas cierta lección de vuelo?" Dije detrás de mi hombro y dejé a Draco boquiabierto, Harry y Ron sonriendo.

Durante el resto del día, pensé en mis lecciones, aunque en el fondo de mi cabeza seguía diciéndome que solo pensara en mi primera lección de entrenamiento como Buscador. Después de la cena, Scarlet y yo subimos corriendo las escaleras mientras Ivy se quedaba para el postre.

"Wow", dijo Scarlet, suspirando cuando la escoba rodó sobre mi colcha.

Aunque era un experto en diferentes escobas, pensé que se veía maravilloso. Elegante y brillante, con un mango de caoba, tenía una larga cola de ramitas limpias y rectas y Clean Sweep Setenta y Siete escrito en plata cerca de la parte superior. Cuando se acercaban las siete en punto, salí del castillo y partí en la oscuridad hacia el campo de Quidditch. Hasta ahora, nunca antes había estado dentro del estadio. Cientos de asientos se levantaron en gradas alrededor del campo para que los espectadores estuvieran lo suficientemente altos como para ver lo que estaba sucediendo. Cualquiera de los extremos 133 del campo eran tres postes dorados con aros en el extremo, cincuenta pies de altura.
Eché un rápido vistazo a mi alrededor para ver si alguien estaba mirando, y dado que no fueron subidos a mi escoba y pateados del suelo. La sensación de volar en el aire fue increíble. Jadeé de emoción mientras entraba y salía de los postes de la portería y luego aceleraba por el campo. El Clean Sweep Setenta y Siete giró donde quería, al más ligero toque.