🥀[Aᴍᴇʟɪᴇ Rɪᴅᴅʟᴇ ] ʟᴀ ʜɪᴊᴀ ᴅᴇ ᴛᴏᴍ ʀɪᴅᴅʟᴇ🥀

Capítulo 15:Un viaje en tren a Hogwarts y un auto volador avistado

El final del verano llegó rápidamente a mi gusto. Tenía muchas ganas de volver a Hogwarts, por supuesto. La última noche antes de la escuela, Lucius ordenó a los elfos domésticos que prepararan una suntuosa cena. Eso incluyó todas las cosas favoritas de Draco, Lucy y mis cosas favoritas, terminando con un delicioso budín de dátiles y helado de vainilla casero. Después de eso, llegó la hora de la última taza de chocolate caliente y luego la hora de acostarse.
Tomó mucho tiempo comenzar a la mañana siguiente. Nos levantamos al amanecer, pero de alguna manera había mucho que hacer. Narcissa se apresuró a buscar las plumas y el pergamino de Draco desde que Lucy los ocultó. Los elfos domésticos seguían chocando en las escaleras, Lucy corría salvajemente en una carrera de azúcar; Lucius casi se rompe el cuello, tropezando con Luna en las escaleras y cayendo por la escalera de mármol.
Si alguien entrara al azar en la mansión y nos viera, probablemente no podrían entender cómo una familia de sangre pura viviría así. Cuando finalmente estuvimos listos, los elfos domésticos fueron y metieron todos nuestros baúles y maletas en el maletero del automóvil.
"Ni una palabra para Lucy", me susurró Draco al oído mientras me mostraba una reserva secreta de ranas de chocolate en su equipaje.
Llegamos a King's Cross a las once menos cuarto. Los muggles se apresuraban por todas partes alrededor de la estación de tren, para llegar a sus destinos a tiempo.
"¡Ritmo de sangre de lodo, mariquita!" Dijo Lucy agarrando mi mano izquierda.
"Madre, detente" dijo Draco y miré por el rabillo del ojo para ver a Narcissa preocupada por el cabello de Draco.
Al igual que el año pasado, su habitual cabello blanco fantasmal había sido recogido y peinado con gel para el cabello para mantenerlo en su lugar.
"Narcissa, deja de preocuparte con él o irás y harás una escena". Dijo Lucius detrás de nosotras y sentí el agarre de mi hermana apretarse en mi mano.
Caminando juntos en un grupo apretado nos acercamos a las plataformas 9 y 10, antes de parar. Al igual que el año pasado, mi hermana parecía asustada de la pared.
"¿Quieres cruzar conmigo?" Le pregunté y ella asintió.
Caminando hacia la pared, ambas caminamos directamente a través de ella. El hechizo de barrera se sentía como si me cubrieran gotas de agua. Y cuando caminamos hacia el otro lado nos recibió un motor escarlata, junto con una plataforma llena de gente. Un letrero en la parte superior decía 'Expreso de Hogwarts, once en punto. Detrás de mí y Lucy había un arco de hierro forjado donde había estado la caja de boletos, con las palabras 'plataforma 9 y 3 cuartos'. El humo del motor flotaba sobre las cabezas de la multitud charlando, mientras gatos de todos los colores se enrollaban aquí y allá entre sus patas.
Mi propia gata Luna ronroneó de emoción dentro de mi bolso, como si me suplicara que la dejara salir. Me muevo a un lado mientras dejamos pasar al otro.
Los búhos ulularon el uno al otro disgustados por el balbuceo y el roce de los troncos pesados. Los primeros carruajes ya parecían llenos de estudiantes, algunos colgando por la ventana para hablar con sus familias, algunos sobre asientos de combate. Miré todo esto con asombro oculto, Narcissa sostuvo a Lucy de la mano para evitar que huyera de nuestro pequeño grupo hacia la nube mágica.
Al igual que el año pasado, Lucius solo me asintió con la cabeza, y Narcissa hizo una vergonzosa escena de despedirnos a los tres. Con Narcissa llorando mientras nos despedíamos de los tres, Lucy se aferró a mi vestido y se escondió detrás de mí hasta que nos fuimos. Después de una edad, los dos adultos nos dejaron y Draco se separó poco después para encontrar a sus guardaespaldas y Pansy Parkinson. Así que eso me dejó ir a buscar a mis amigasy evitar que Lucy desapareciera de mi alcance.
Empujé un carrito que sostenía el baúl de mi hermana y el mío, busqué a mis dos amigas e intenté en vano ignorar las miradas de los transeúntes mirándonos a los dos. Al igual que el año pasado, todos parecían no tener nada mejor que hacer que mirar, como en todos los lugares que visité en el mundo mágico. Ambos presionamos a la multitud hasta que encontré lo que parecía un carruaje vacío y saltamos, asegurándome de que nadie me mirara. Moví mi mano hacia arriba y mis baúles y los de mi hermana subieron mágicamente al carruaje.
Miramos a nuestro alrededor y abrimos algunos compartimentos, pero todos estaban llenos y solo cuando el tren comenzó, abrí un compartimento, que afortunadamente no estaba lleno y me senté. Cuando mi baúl estaba lejos y Lily dormía a mi lado en su jaula, suspiré y me senté junto a mi hermana. Sin embargo, solo unos momentos después, la puerta del compartimento se abrió y Scarlet e Ivy me saludaron en la puerta.
Scarlet e Ivy son gemelas con cabello ondulado castaño claro. Scarlet siempre usa lentes y Ivy no. Al igual que la primera vez que nos conocimos, Scarlet estaba leyendo un libro, mientras su gemela Ivy escuchaba música a través de auriculares.
Los dos gemelas pueden ser idénticas, pero cada uno tenía una personalidad diferente al otro. Mientras que Ivy parecía ser una persona positiva que veía lo mejor en todos, Scarlet era una persona negativa que veía lo malo en todos.
"Hola, Amelie" dijo Scarlet cerrando su libro y tirando tanto de ella como de sus gemelas, ya que Ivy tenía a Lucy en un fuerte abrazo de oso.
"Hola Lucy", dijo Ivy y luego se aplastó entre mi hermana y yo mientras abrazaba a la pobre Lucy.
Mientras Ivy seguía parloteando sobre cómo estaba emocionada de ir a la escuela con Lucy, Scarlet comenzó a acariciar al búho marrón oscuro. Esta lechuza había sido comprada por los gemelas para compartir y se llamaba Artemis. A las doce y media, se oyó un ruido fuera de un carrito. Una sonriente mujer con hoyuelos abrió el compartimento con un carrito lleno de dulces detrás de ella.
"¿Algo del carro es querido?" Al igual que el año pasado, los gemelas se miraron con tristeza, así que a pesar de sus protestas se levantaron y aprobaron a la mujer con mi bolso.

En lugar de lo que los muggles llamarían dulces normales, el carrito contenía el contenido de frijoles de todos los sabores de Berty Botts, chicle Droobles Best Blowing, ranas de chocolate, pasteles de calabaza, pasteles de caldero, varitas de regaliz y una serie de otros dulces extraños y misteriosos. Asegurándome de que habría algo para nosotros cuatro, compré suficientes dulces para calcular hasta veintiuna Hoces de plata y catorce Knuts de bronce. Los gemelos me miraron con los brazos cubiertos de dulces. Los puse a todos en uno de los asientos de los compartimentos, y felizmente agarré una rana de chocolate y comencé a cavar.
Cuando nos abrimos paso entre la mayoría de los dulces, miré por la ventana y emití un pequeño grito de sorpresa. Afuera había un auto azul volador con Harry agarrado a la puerta por su vida.
"¿Qué están haciendo?" Scarlet dijo y todos miramos hacia afuera y continuamos observando con asombro mientras observaban que el pulso de mi corazón comenzó a acelerarse.
Timeskip:
Innumerables cambios flotaban en el aire sobre cuatro mesas largas y llenas de gente, haciendo brillar los platos y copas dorados. En lo alto, el embrujado reflejaba el cielo exterior brillaba con estrellas. A través del bosque de puntiagudos sombreros negros de Hogwarts, había una larga fila de asustados primeros años llenando el Salón. Lucy estaba entre ellos, fácilmente visible porque era una de las más bajas del grupo. Mientras tanto, la profesora McGonagall, una bruja con gafas con el pelo recogido en un moño apretado, era
colocando el famoso Sombrero Seleccionador de Hogwarts en un taburete ante los recién llegados.
Cada año, este viejo sombrero viejo, parcheado, deshilachado y sucio, clasificaba a los nuevos estudiantes en las cuatro casas de Hogwarts (Gryffindor, Hufflepuff, Ravenclaw y Slytherin).
Recordé ponerlo, exactamente hace un año, y esperar, petrificado, su decisión mientras murmuraba en voz alta en mi oído. Por unos segundos horribles, tuve miedo hasta que terminé en Ravenclaw junto con Scarlet e Ivy.
Se había llamado a un niño muy pequeño, de pelo mousse, para que le pusiera el sombrero en la cabeza. Mis ojos pasaron junto a él, donde el profesor Dumbledore, el director, estaba sentado observando la clasificación desde la mesa del personal, su larga barba plateada y sus gafas de media luna brillando a la luz de las velas. Varios asientos a lo largo, vi con gran disgusto a Gilderoy Lockhart, vestido con túnicas de aguamarina. Y allí al final estaba Hagrid, enorme y peludo, bebiendo profundamente de su copa.
"Espera ..." dijo Ivy susurrándome.
"Hay una silla vacía en la mesa del personal ... ¿Dónde está Snape?" Dijo y le di una mirada de sorpresa.
El profesor Severus Snape era un maestro que continuamente me hacía preguntas en clase. Cruel, sarcástico y disgustado por todos, excepto los estudiantes de su propia casa (Slytherin), Snape le enseñó Pociones.
"¡Quizás esté enfermo!" dijo Scarlet esperanzada.
"Tal vez se haya ido", dije y los gemelas compartieron una mirada rápida y preocupada si Snape hubiera dejado la escuela, ¿quién tomaría su lugar?
"Tal vez porque se perdió el trabajo de Defensa Contra las Artes Oscuras
otra vez ", dijo Ivy terminó mi oración.
"¡O podría haber sido despedido!" dijo Scarlet con entusiasmo, ya que no le gustaba la maestro
"Quiero decir, todo el mundo lo odia -" comenzó Ivy, pero fue interrumpida cuando el chico de cabello se puso en Hufflepuff.
La siguiente fue Lucy, cruzando los dedos debajo de la mesa, esperaba que entrara en Ravenclaw.
"Slytherin" El sombrero gritó y vi con tristeza cómo mi hermana saltó a la mesa de Slytherin y se sentó al lado de Draco, que parecía que quería estar en otro lugar que no fuera aquí.
Timeskip:
El castillo estaba en silencio. La fiesta había terminado. Pasé junto a los murmuradores retratos y las crujientes armaduras perdidas en sus pensamientos. Subí los estrechos tramos de escaleras de piedra hasta que me topé con alguien.
"Ow, para qué fue eso -" No terminé, frente a mí estaba Ron con Harry en el suelo con sus lentes torcidos y colgando hasta la mitad de su nariz.
"Lo siento, Amelie", me dijo Ron mientras ayudaba a Harry a ponerse de pie.
"No hay problema, de todos modos, ¿qué estabas pensando en tener que llegar a la escuela a través de un auto volador?" Dije, pero antes de que pudieran responder, la Sra. Norris pasó junto a nosotros y, sin un solo adiós, nos apresuramos a ir a las salas comunes de nuestras casas.