🥀[Aᴍᴇʟɪᴇ Rɪᴅᴅʟᴇ ] ʟᴀ ʜɪᴊᴀ ᴅᴇ ᴛᴏᴍ ʀɪᴅᴅʟᴇ🥀

Capítulo 17:El nuevo apodo de Hermione es "sangre sucia"

Pasé mucho tiempo durante los siguientes días esquivando cada vez que veía a Gilderoy Lockhart bajando por un pasillo. Entonces, mi única opción era crear una poción multijugos para hacerme ver como otro estudiante. La varita de Ron todavía parecía funcionar más al, superándose el viernes por la mañana al disparar de la mano de Ron con Encantamientos y golpear al pequeño y viejo Profesor Flitwick directamente entre los ojos, creando un gran y palpitante hervor verde donde había golpeado.
Entonces, cuando llegó el fin de semana, me alegré bastante. Los gemelos y yo íbamos a pasar todo el día relajándonos con Lucy. Sin embargo, mi hermana, que acababa de tener una pesadilla, me despertó varias horas después.
"¡Marica!" Dijo Lucy sacudiendo mi hombro y susurrando en mi oído.
"¿What?" Murmuré y me di vuelta para mirar a mi hermana.
"Acabo de tener una pesadilla, y tengo miedo", dijo Lucy y vi el miedo en sus ojos. "Está bien, ven aquí", dije apoyándome en los codos y abrí un brazo. "Gracias, mariquita", dijo Lucy y se arrastró debajo de mi brazo y me devolvió el abrazo.
"¿Fue espantoso?" Dije abrazándola, mi hermana asintió con la cabeza.
"¿Me puedes decir que es lo que paso?" Lucy se movió para poder mirarme a los ojos.
"Estaba en una torre y estabas parado cerca de una ventana abierta, grité tu nombre pero no respondiste. Te alcancé pero caminaste hacia la ventana y subiste al borde. Antes de que pudiera detenerte, tú -tu-tu. "Lucy me abrazó fuerte y le di unas palmaditas en la cabeza.
"Solo fue soñado", dije e hice que Lucy me mirara a los ojos.
"Siempre estaré aquí hasta que parezca una ciruela madura", le dije y mi hermana sonrió, pero pude ver la incertidumbre en sus ojos.
Me quedé así con mi hermana hasta que salió el sol y las gemelas se despertaron. Cuando estuvimos listos y listos, decidí tomar la poción multijugos y caminar por los terrenos del castillo. Caminando involuntariamente hacia la cabaña de Hagrid, ubicada cerca del borde del bosque prohibido. Estaba a seis metros de distancia cuando la puerta principal
abrió, pero no fue Hagrid quien emergió. Gilderoy Lockhart, que vestía túnicas de color malva pálido hoy, salió caminando. Rápidamente me escondí detrás de un árbol.
"¡Es una cuestión simple si sabes lo que estás haciendo!" Lockhart le decía en voz alta a Hagrid.
"¡Si necesitas ayuda, sabes dónde estoy! Te dejaré tener una copia de mi libro. Me sorprende que aún no hayas recibido. Firmaré una esta noche y la enviaré. Bueno, adiós ! "Y se dirigió hacia el castillo.
Esperé hasta que Lockhart desapareció de mi vista y salí de mi escondite. Al mirar alrededor vi a Harry, Hermione cargando a Ron que vomitaba babosas. Se apresuraron hacia la cabaña y llamaron con urgencia. Luego todos entraron, esperé y vi cómo la poción multijugos comenzó a desvanecerse.
"Gracioso, ¿no?" Dije una voz burlona y me giré para ver a Draco con túnicas de quidditch de Slytherin, el último boom en su mano derecha y una mirada de alegría en sus ojos.
"¿Qué hiciste?" Pregunté, pero ya tenía una idea básica de lo que le había sucedido a Ron.
"Llamé a esa chica de cabello ocupado sangre sucia, y Weasley fue y disparó un hechizo", dijo Draco.
"Haciendo que las babosas salgan de su boca", dije, y Draco asintió.
"¿Por qué, podría preguntar?" Dije y Draco se burló.
"Los traidores de sangre necesitan aprender a comportarse". Me dijo y luego se fue.
Suspirando, me dirigí hacia la cabaña, mientras Hagrid y el trío dorado salían de la puerta trasera. En el pequeño huerto detrás de la casa de Hagrid había una docena de las calabazas más grandes que había visto en mi vida. Cada uno parecía ser del tamaño de una gran roca.
"Me llevo bien, ¿no?" Hagrid dijo felizmente.
"Fer la fiesta de Halloween ... debería ser lo suficientemente grande para entonces". Hagrid continuó.
"¿Qué les has estado dando de comer?" Dijo Harry, luego Hagrid miró por encima del hombro para comprobar que estaban solos.
"Bueno, les he estado dando, ya sabes, un poco de ayuda", noté el paraguas rosa florido de Hagrid apoyado contra la pared trasera de la cabina.
"¿Un hechizo de congestión, supongo?" dijo Hermione, a medio camino entre la desaprobación y la diversión.
"Bueno, has hecho un buen trabajo con ellos". Dijo Ron, y lentamente avancé para unirme al grupo.
"Eso es lo que dijo tu hermanita", dijo Hagrid, asintiendo con la cabeza hacia Ron.
"La conocí ayer". Hagrid miró de reojo a Harry, su barba temblando.
"Dijo que solo estaba mirando por los jardines, pero supongo que esperaba que pudiera encontrarse con alguien más en mi casa". Le guiñó un ojo a Harry.
"Si me preguntas, ella no diría que no a un firmado -" comenzó Hagrid, pero fue interrumpido por Harry.
"Oh, cállate", dijo Harry, Ron resopló de risa y el suelo estaba cubierto de babosas.
"¡Míralo!" Rugió Hagrid, alejando a Ron de sus preciosas calabazas.
"Buenas calabazas, Hagrid," dije y las cuatro se dieron la vuelta.
"Amelie, ¿qué haces aquí?" Me preguntó Hermione.
"Solo quería ver lo que Draco le había hecho a Ron, ¡eso es todo!" Dije y luego le di una rápida mirada a Harry.
"Lockhart, buscándote por cierto. ¡Así que ten cuidado!" Le dije y luego me di la vuelta y los dejé.

Salto de tiempo:

Las velas ardían más y más, haciendo que la luz bailara sobre mi libro. Moví mis ojos cansados ​​de página en página, leyendo el libro que había tomado prestado de la biblioteca. Pero cuando estaba a punto de terminar el último capítulo, escuché algo, algo aparte de escupir las velas moribundas y los ronquidos suaves que salían de los retratos. Era una voz, una voz que parecía enfriarse hasta los huesos, una voz de veneno helado y deslumbrante.
"Ven ... ven a mí ... Déjame destrozarte ... Déjame romperte ... Déjame matarte ..."
Cerré el libro y miré alrededor de la habitación, pero no había nadie allí. Al mirar el viejo reloj de abuelo, vi que habían pasado cuatro horas desde que me senté y comencé a leer. Al forzar mis oídos para escuchar la voz nuevamente, escuché que no había sonido para rastrear de dónde había venido la voz. Recogiendo mis cosas yo
Fui directo al dormitorio. Las gemelas  estaban profundamente dormidas, tan calladamente me puse el camisón, me metí en la cama y esperé a que apareciera la voz. Pero media hora después, no escuché la voz y me fui directo a la cama.