🥀[Aᴍᴇʟɪᴇ Rɪᴅᴅʟᴇ ] ʟᴀ ʜɪᴊᴀ ᴅᴇ ᴛᴏᴍ ʀɪᴅᴅʟᴇ🥀

Capítulo 7:Mi primer partido de quidditch

Cuando entramos en noviembre, el clima se volvió muy frío. Las montañas alrededor de la escuela se volvieron heladas y el lago como acero frío. Todas las mañanas el suelo estaba cubierto de escarcha. Hagrid, el guardabosques se podía ver desde las ventanas de arriba descongelando escobas en el campo de Quidditch, envuelto en un largo abrigo de piel de topo, guantes de conejo y enormes botas de piel de castor. La temporada de Quidditch había comenzado. El sábado jugaría en mi primer partido después de semanas de entrenamiento: Ravenclaw contra Slytherin. Si Ravenclaw ganara, subiríamos al segundo lugar en el campeonato de la casa. Casi nadie me había visto jugar porque Isabella había decidido que, como su arma secreta, debía mantenerme en secreto. Pero la noticia de que estaba jugando Seeker se había filtrado de alguna manera, y no sabía cuál era peor: la gente que me decía que sería brillante o la gente que me decía que estarían corriendo debajo de mí sosteniendo un colchón.

Fue realmente una suerte que ahora tuviera a Hermione como amiga. No sabía cómo habría hecho toda mi tarea sin ella, con toda la práctica de Quidditch de último minuto que Isabella me estaba haciendo hacer. También me había prestado Quidditch Through the Ages, que resultó ser una lectura muy interesante. Me enteré de que había setecientas formas de cometer una falta de Quidditch y que todas habían sucedido durante un partido de la Copa del Mundo en 1473; que los Buscadores solían ser los jugadores más pequeños y rápidos, y que los accidentes de Quidditch más graves parecían sucederles; que aunque la gente rara vez moría jugando al Quidditch, se sabía que los árbitros desaparecían y aparecían meses después en el desierto del Sahara. Hermione se había relajado un poco más sobre romper las reglas, ya que Scarlet, Ivy, Harry, Ron y yo la habíamos salvado del troll de montaña, y era mucho más amable por eso. El día antes de mi primer partido de Quidditch, los cuatro estábamos en el patio helado durante un descanso, y ella nos había conjurado un fuego azul brillante que podía llevarse en un frasco de mermelada.

Estábamos de espaldas a él, calentándonos, cuando Snape cruzó el patio. Noté de inmediato que Snape cojeaba. Ivy, Scarlet, Hermione y yo nos acercamos para bloquear el fuego; Estábamos seguros de que no estaría permitido. Desafortunadamente, algo sobre sus rostros culpables nos delató y llamó la atención de Snape. Cojeó. No había visto el fuego, pero parecía estar buscando una razón para contarnos de todos modos.

"¿Qué es lo que tienes ahí, Riddle?" Fue Quidditch a través de las edades. Se lo mostré.

"Los libros de la biblioteca no deben llevarse fuera de la escuela". Dijo Snape.

"Dámelo. Cinco puntos de Ravenclaw". Él me dijo.

"Él acaba de inventar esa regla," murmuré enojado cuando Snape se alejó cojeando.

"¿Me pregunto qué le pasa a su pierna?" Ivy declaró.

"No lo sé, pero espero que le haya dolido", le dije con amargura.

La sala común de Ravenclaw era muy ruidosa esa noche. Scarlet, Ivy y yo nos sentamos juntos al lado de una ventana. Scarlet estaba revisando la tarea de ella e Ivy. Mientras me sentía inquieto. Quería que Quidditch Through the Ages volviera a pensar en el mañana. ¿Por qué debería tener miedo de Snape? Levantándome, les dije a los gemelas que iba a preguntarle a Snape si podía recuperarlo.

"Mejor tú que yo", dijeron las  dos juntos en un fregadero y todos soltamos una risita.

Tenía una idea básica de que Snape no se negaría si hubiera otra maestra escuchando.

Me dirigí a la sala de profesores y toqué. No hubo respuesta. Llamé de nuevo. Nada. ¿Quizás Snape había dejado el libro allí? Valió la pena intentarlo. Empujé la puerta entreabierta y miré adentro, y una escena horrible se encontró con mis ojos. Snape y Filch estaban adentro, solos. Snape sostenía su túnica sobre sus rodillas. Una de sus piernas estaba ensangrentada y destrozada. Filch le estaba entregando vendas a Snape.
"Maldita cosa" dijo Snape.