Capitulo 5

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-Verónica, me gustas. Me gusta tu pelo castaño, tus ojos verdes, tus labios rosados, tus ojos cálidos, tus sonrisas sinceras. Verónica, estoy enamorado de ti. Me enamoró caada fibra de tu cabello castañoque cae hasta tus hombros, me enamoré de la cálidez de tus bonitos ojos verdes, y de cada una de las sonrisas que emanan de tus bonitos labios rosados. Verónica, quiero besarte, besar esa piel cálida y embriagarme del olor de tu pelo. Quiero besarte y conocer el sabor de tus labios. Verónica, estoy muerto por ti. Morí desde que te conocí, desde que tu voz chillona invadió mis cabeza y retumbo en las predes de mi cráneo. Verónica, dejame quedarme a tu lado por mas tiempo. Quiero estar junto a ti cada segundo de tu vida. Quiero que nos vayamos de la ciudad, a nuestra cabaña, y vivir ahí, solos, tu y yo contra el mundo. Quiero despertar a tu lado, con tu cabeza en mi pecho y tu cuerpo entre mis brazos. Quiero que tu cabeza caiga en mi hombro cada vez que una lagrima salga de tus ojos. Quiero ser tu jaula de brazos cuando tengas frío. Quiero ser tu amigo, tu hogar, tu amante, tu todo. Quiero que en el momento en el que pienses en mi, te des la vuelta y te des cuenta, que yo siempre estoy detrás de ti, cuidandote. Quiero evejecer juntos. Quiero ver tus ojitos al despertar, por toda la via. Quiero peinar u melena blanca. Quiero sostener tu mano cuando ya no puedas mas y simplemente, esperar nuestro reencuentro. Quisiera morir a tu lado. Verónica, estoy enamorado de ti, de tu belleza poco convencional, de la llamarada de fuego que encendiste en mi corazón, de la idea que tengo de ti. De la vida que me gustaria tener junto a ti.

Vómito verbal. Las palabras salían de mi boca. No podía controlar ni un poco lo que estaba diciendo. Mientras tanto, la pared me prestaba su atención, nadie mas que la pared. y ella dormía y no escuchaba las palabras que escupía con ojos enamorados.

-Mierda, me encantas. -Susurré y me acerqué a su inanimado cuerpo dormido. Me sente en la esquina de la cama, mi mano recorrió las cobijas que cubrían su piel. Comencé a acercame a su bonito rostro desaliñado, y me tentaba a besarla, besar esos malditos labios rosados, me volvía loco. Necesitaba besarla y robarle sus sentimientos. Liberarla de este mundo de mierda. Dejarla ir, conmigo.

Dió un respingo. Respió de manera brusca, se levantó de la cama de manera brusca.

Del Otro Lado del CieloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora