Capitulo 4

57 2 0
                                    

-Me gusta tu nombre, Verónica. 

-Gracias, Aaron Rose.

Sonrió, y me mato de pies a cabeza, esa sonrisa se apoderó de cada pensamiento viviente en mi cerebro. Era tan bonita, y no de esas bellezas convencionales. No era como una de las chicas de las portadas de revista. Era tan simple, tan natural, relajada y tranquila. Era real. Sin una pizca de maquillaje. Una belleza que solo sus ojos podían transmitir. Una belleza que robaba mis noches y mis días, mis palabras y mi aliento. Una belleza que gustaba. Me gusta.

-Hablame de ti ¿Quien eres?

-Soy Verónica Pawling, tengo 15 años. No soy de aquí. No quería venir aquí, no me gustan los cambios bruscos, pero aquí me tienes. Hablando con un desconocido, acerca de mi vida, en Gainesville. 

-¿De donde vienes?

-Daytona Beach

-Verónica, quiero ser tu amigo.

-Seremos amigos, Aaron Rose. 

El viento golpea mi cara y me vuelve a traer a la actualidad. Mis recuerdos se desvanecen. Abro los ojos y veo tal cual y como son las cosas ahora. La nostalgia inunda mis ojos en forma de agua salada. Quieren salir. Mojar mis mejillas y ridiculizarme frente a ella. 

-Hola Verónica.- Me acerco a ella. El viento vuelve a soplar. Me quiere llevar con el.

-¿Que quieres?- Su ignorancia apuñala mi corazón. -No deberías hablarme.- Sus ojos no se dignan a levantarse a verme. No me dirije ni una linda sonrisa desde sus ojos. Nada. Solo los cierra. 

-¿Crees que me importa eso?

-Aléjate- Su voz cambia, su voz chillona y dulce que golpeaba las paredes de mi cerebro, se vuelve una voz cortada, rasposa, dolorosa, que pasa directamente a apuñalar mis oídos. 

-No

Se levanta de la banca donde estaba leyendo, y sin chistar, camina con el libro entre los brazos, dejandome solo. Otra vez. Y la veo abandonarme como si fuera en tercera persona. La veo irse y veo un cuerpo triste, frío y tenebroso, temblando , solo sosteniendose con sus pies en el suelo. Y de sus ojos grices, una llanto triste que suplica, Verónica, Te lo suplico. 

-Verónica.- La llamo una ultima vez. Y se detiene el tiempo. No avanza, ella no se mueve, no voltea, pero no da un paso mas. Solo escucha las palabras que salen de mis labios.

-Aaron Rose ¿Por que me haces esto?- La escucho sollozar. -¿No tienes mas almas que torturar?

-Dijiste que no nos dejariamos ir.- Mis ojos vuelven a inundarse. Lo siento, me duelen.Un dolor físico que hace tiempo no sentía

-Dijiste que no mentirias mas

-Te amo. - Se da la vuelta, y me ve a los ojos. 

Del Otro Lado del CieloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora