La verdad es que aun pensaba en como se había enterado Aron de la fiesta y sobre todo de que yo iba a ir. En fiiiin… qué más daba se lo Rene y yo entramos en el recinto. Nada más atravesar las puertas me estallaron los oídos del ruido. Se me había olvidado mencionar que hacía ya bastante que no iba a una fiesta y había olvidado lo alta que ponían la música. Mi reacción fue taparme los oídos, pero en cuanto me enteré de que Rene me estaba mirando como si ya llevara un buen pedo encima, quité las manos de mis oídos y le dediqué una sonrisa nerviosa mientras me acercaba a su oído para susurrarle que no me acordaba que en las fiestas la música la ponían muy alta. Ella me dijo que ya me acostumbraría y que era normal que no esté acostumbrada después de casi un año sin ir a una y quedarme en casa estudiando. Le respondí con una mueca y señale la barra para que fuéramos. Ella entendió mi gesto y me cogió de la muñeca para que mientras pasáramos por en medio de la gente, algo bastante incómodo, no nos separáramos. Al llegar nos sentamos en los taburetes y pedimos algo para beber. Yo una cola y ella una cerveza. A mí no me gustaba el alcohol, no después de que me pusiera ciega y llegara a casa a las seis de la mañana para entrar al baño y vomitar durante todo lo que quedaba de día. Por no hablar de la bronca de mi madre…
Alguien se lo habrá dicho alguien, aunque siendo un demonio o lo que sea puede que tenga poderes o algo así. Me reí por el pensamiento.
Me sobresalté cuando alguien me tocó el hombro… Me giré hacia aquella persona.
Era un chico… bastante guapo, alto rubio y aparentaba estar buenísimo. Me dedicó una sonrisa. Yo no me molesté en devolvérsela, simplemente lo miré de tal manera que entendió la indirecta y se marchó, pero no lejos de mí si no a mi lado. CONCRETAMENTE… al lado de Rene.
Será gilipollas.
Solo bastaron veinte segundos. En los cuales el chico le toco el brazo, Rene se giró, lo miró y el chico le sonrió. Rene se levantó, agarro mi brazo, se acercó y me dijo que iba a bailar con el rubio. DIOS VAYA IMBÉCIL. El chaval se ve que se sorprendió al ver que la chica a la que le había pedido bailar, era la amiga de la que antes había sido su víctima. Por supuesto desvió la mirada avergonzado, aunque Rene no se dio cuenta. Deje de mirar al chico y le di mi mejor sonrisa a Rene como diciendo…, “SÍ RENE, AQUÍ TE ESPERO, VE A BAILAR CON EL”, pero en realidad pensando…,”SÍ RENE, VE A BAILAR CON EL IMBÉCIL QUE ANTES QUE POR TI SE INTERESO POR OTRA PERO COMO LO HAN RECHAZADO, TE LO HA PEDIDO A TI”.
Rene lo cogió de la mano y lo arrastró a la pista de baile. Se pusieron a bailar demasiado juntos… dios parecía como si estuvieran haciéndolo, solo que con ropa. En seguida volví a sumergirme en mis pensamientos y a seguir bebiendo.
Pasaron una, dos, tres horas… miré mi reloj, ya eran las doce y media de la noche, todavía era pronto. En esas tres horas se me habían acercado ya como unos cinco chicos a pedirme bailar, cada cual más guapo, menos uno, que era normal. No salí a bailar con ninguno.
Había pasado media hora, ya era la una. Empezaba a aburrirme. Rene y el rubio del cual aun no sabía su nombre estaban dándose el lote en la entrada del baño.
-Pensé que te había dicho que no vinieras.- se me erizó el vello del cuello al sentir ese susurro y aliento tan cerca, pero más todavía al reconocer la voz.
-Y yo pensé que te había dicho que no me importaba tú opinión.- le dije y me giré para así poder retarlo con la mirada.
Nos miramos a los ojos con cierta tensión pero fui yo la primera que baje la mirada. Su cercanía me ponía nerviosa y por lo que sabía de él, era igual o peor que el bicho que me atacó en el callejón.
Cuando volví a subir la mirada, dispuesta a no dejar que me intimidara, él ya se había ido. Me pareció extraño así que lo busqué con la mirada por todo el local. Y lo encontré, lo encontré bailando en la pista con una pelirroja que más que bailar, estaban metiéndose mano mutuamente. “VAYA, no pierde ni un segundo, el idiota”, pensé.
Iba a pasar del asunto y hacer como si nada, ya que por mi se podían tocar lo que quisieran, pero lo que hizo me puso negra.
Levantó la mirada y me miró con una sonrisa, como… si pensara que estaba celosa…
Lo fulminé con la mirada. Y que oportuno… de repente, tenía a un chico a mi lado preguntándome si quería bailar con él, y he de decir que el moreno de ojos azules estaba muuuuuuuy bien. Le asentí y nos fuimos hacía la pista, bastante cerca de Aron y la cosa que le metía las manos por debajo de la camisa.
Seguimos bailando durante media hora, Aron y yo no nos miramos ni una vez. O, es creo, porque definitivamente no quería comprobarlo y me daba exactamente igual.
Había averiguado como se llamaba el chico que me había sacado a bailar tras sentarnos en la barra y ponernos a hablar un rato. Aunque Eric, la verdad, es que no daba mucho tema de conversación, más bien me echaba piropos y yo respondía a todos sin ningún interés con una sonrisa. Al final me dio su número de teléfono y se marchó con sus amigos.
Ya hacía rato que había perdido a Aron de vista, así que supuse que ya se habría ido a casa. René también había desaparecido, seguramente estaría montándoselo muy bien en el baño o algo parecido.
Ya había bebido bastante y estaba cansada de esperar a René, estuve a punto de irme pero de súbito apareció delante de mí. Tenía el pintalabios totalmente corrido y el pelo como el de un león. Me reí para mis adentros. Y se olía que se había pasado de alcohol desde un kilómetro de distancia. Que se le va a hacer, si es que mi amiga no tiene remedio.
-¡YEEE ALI!- me saluda.
-¿Donde se ha metido tu ligue Rene?- le pregunté sarcástica.
-Ooooh vamos Ali. ¿Te has enfadado? Si solo me he ido un ratito.-
-Un ratito mis ovarios, has estado con el por más de una hora, quizá MÁS.- le grité al borde de explotar.
Ella me miro poniendo morritos y pidió otra copa. Yo se la quite de la mano y la deje en la mesa, derramando parte del líquido por el golpe.
-¡EEEEH!- me replicó ella.
-Nos vamos Rene. ¡A-HO-RA!- la cogí del brazo y me dispuse a salir de aquel lugar. Estábamos atravesando la multitud, cuando choqué con alguien.
-Haaa, lo siento.- me disculpé.
Miré hacia arriba. Era un chico rubio, para no variar. LA verdad es que era muchísimo más guapo que los demás, hasta se podría decir que le pisa los talones a Aron, y los dos que se encontraban a su lado tampoco estaban nada mal.
-No pasa nada.- me dijo y me regaló una sonrisa, y DIOOOS, que sonrisa. Por poco y no me desmayo al instante, aunque si me sonrojé, y le agradecía al mundo entero que en el local no se divisara bien la cara roja que tenía. Aun así bajé la cabeza avergonzada.
-¡VAYAAAA, ALII, DE DONDE HAS SACADO A ESTOS BOMBONES!- genial… la idiota de mi amiga, tenía que montar el numerito, y para colmo con la vergüenza yo me sonrojé todavía más.
Los chicos se rieron y me volvieron a sonreír… ESTABA EN EL CIELO.
-Ya bueno… disculpen.- me despedí e iba a pasar de largo pero el chico rubio me agarró del brazo.
-Comoo…. ¿Ya te vas?- me preguntó con una carita tan mona…
-Eh, eh, eehhh… sí.- afirmé sonrojándome de nuevo. Malditas hormonas.
-¿Porqué no me acompañas en un baile?- me dijo y me guiñó un ojo.
DIOOOS DAME FUERZAS PARA QUE NO ME DESMALLE AHORA MISMO.
-Vete Ali. Yo me iré a tomarme un trago.- me susurró Rene y me pegó un empujón haciéndome tropezar y casi caer las suelo, si no fuera porque aquel chico me tenía agarrada de la mano. Me ruboricé más todavía, si es que era posible.
Divisé a mi amiga sonriéndome con picardía, mientras se marchaba entre la multitud y la perdía de vista.
-¿Ejem… entonces… bailas?-
No me había dado cuenta de que seguía cogida a él, así que me erguí un poco y abrí la boca para contestarle… pero fui interrumpida. Alguien me agarro de la otra muñeca y tiró de mí.
-No creo que ella vaya a ningún lado contigo.-
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HUSH
RomanceUna chica de 17 años llamada Alison, vivirá la tragedía de haberse enamorado de quien aparte de hacerla reir y sentirse bien, ha sido el protagonista de sus peores pesadilla... Mejor dicho, ¿seguro que eran pesadillas?