4. ¿Ha sido todo un sueño?

66 4 0
                                    

Sentí algo suave acariciarme la mejilla y me desvelé, lo primero que divise fue una boca fina y perfecta en la que había una sonrisa matadora, como odiaba y amaba a la vez esa sonrisa. Lo siguiente fue fijarme en sus ojos, los ojos del hermoso ser que me había despertado, rojos como la sangre. Me sobresalté al darme cuenta de quién era.

Arón, que demonios hacía el en mi habitación y porque tenía los ojos rojos. -¿Qué leches haces en mi habitación subnormal?-le pregunté enfadada. El no tardo en responder con una sonrisa: -Me aburría y vine a verte, total no tienes porque enfadarte, solo es un sueño- Yo me sorprendí, "como que un sueño", me dije. -¿Estás mal, o es que te caíste de pequeño?- le pregunte divertida. -¿Créeme si no fuera un sueño, como es que estás en tu habitación y no en el sofá donde te dormiste y como es que yo lo sé?-no podía creerlo, aunque lo que decía tenía algo de sentido, algo. -Bueno princesa cree lo que quieras pero levántate que te quiero enseñar algo- me dijo tajante y frio. ¿Hace un momento me sonreía y ahora me ordenaba era bipolar o algo?, me preguntaba... -No quiero-, le dije burlona. -Bien, pues a las malas.-, me levantó de la cama mientras yo gritaba y saltó por la ventana y como no grité aun más. -Ya puedes abrir los ojos princesa.-, me dijo suevamente en el oído. Yo me estremecí por ello y los abrí con miedo y sorpresa ya que no habíamos impactado contra el suelo, si no que estábamos volando por encima de la ciudad de Londres. -¡WOW!-, exclame sorprendida, era de noche y las luces de las casas y monumentos lo hacían todo súper colorido, era increíble, se veía Londres mejor que desde el London Eye. Paramos encima del Tower Bridge, dios que vistas. Por fin pude ver la razón por las que habíamos podido sobrevolar Londres. Arón tenía alas de murciélago negras como las de un demonio, al verlas me sorprendí y empecé a sentir miedo. Arón pareció notarlo,-Que pasa me tienes miedo-sonrió malévolamente y me preguntó. Yo tardé un poco en reaccionar pero no di respuesta, le pregunté otra cosa:- ¿QUE O QUIEN DEMONIOS ERES TU?- le pregunté gritando y de repente absolutamente toda la alegría que sentía por haber visto semejante hermosura se desvaneció y se convirtió en puro miedo. -Tú misma lo has dicho, un demonio-, me respondió totalmente calmado. Yo abrí los ojos como platos por esa respuesta y empecé a caminar despacio hacia atrás ya que Arón se me acercaba lenta e intimidadoramente. No me di cuenta de que me tenia acorralada entre una caída de no sé cuantos metros y él que ya se había acercado lo suficiente como para oler ese perfume varonil, que aunque me costara admitirlo, tanto me gustaba. No sabía que decir estaba demasiado intimidada pero me atreví a preguntar la tontería más grande en este mundo:- ¿Porque tus ojos son rojos ahora? Él comenzó a reír y me dijo:- ¿Tan aterrada estás como para decir algo más importante o que te pueda sacar de aquí? Puede que tuviera miedo, pero me seguía irritando. Reuní el poco valor que me quedaba y le dije: - No te acerques tanto, quieres, no me gusta- -¿A no?- dijo el divertido y se acercó más. Tenía que salir de ahí pero estaba demasiado aterrada como para hacerlo, mis piernas y brazos se quedaron completamente paralizados. -¡Los demonios no existen, no te creo!-y de un empujón lo alejé un poco, lo suficiente como para poder respirar más o menos cómoda y sin que me invadan mi espacio personal. -¿A no? ¿Y entonces como explicas tu esto?- me preguntó señalando sus alas. -¿Porque estoy aquí?- le pregunté, el sonrió. -Porque tengo que matarte.-dejo con total parsimonia. -¿QUÉ?- le grité. -Lo que oyes princesa, tu sangre huele demasiado bien y me saca de control, no puedo permitir eso.-me dijo frío. -¿QUÉ TIENE QUE VER EL OLOR DE MI SANGRE CON ESO, HACE UN MOMENTO ME HAS DICHO QUE ERAS UN DEMONIO Y AHORA RESULTA QUE ERES UN VAMPIRO?- volví a gritarle, al parecer se enfadó y se acerco un poco más a mí. -Los humanos son tan ingenuos, pensáis que los vampiros existen.-tras decir eso se echo a reír y cuando se calmó siguió hablando:- al parecer los humanos sacasteis esas criaturas por haber visto a un demonio comer sin enseñar sus halas, esconderlas es una de las cualidades de las muchas que poseemos.- -¿Pero qué estás diciendo?- dije mientras la voz me temblaba al igual que todo el cuerpo, y no era por el frío. -Mira que eres tonta princesita, te estoy diciendo que los vampiros no existen, en cambio los demonios si y los vampiros los habéis inventado, seguramente al ver a un demonio comiendo mientras escondiendo sus halas, como ya había dicho. Te quiero matar porque tu sangre huele demasiado bien y no me puedo controlar cuando estoy cerca de ti y no puedo arriesgarme a que me descubran por descontrolarme delante de gente, así que te he traído aquí para poder tirarte de este puente y hacer que parezca y suicidio.- me quedé boquiabierta y el miedo recorrió aun mas mi cuerpo, quería desaparecer de allí. Intenté tomar tiempo con preguntas estúpidas aunque sea para encontrar una forma de salir de allí:- Ya clarooo, ¿y los ángeles también existen no?- -Ya no, se extinguieron cuando los matamos a todos- dijo él con una sonrisa en la cara:-Por cierto no busques una salida, porque no la hay.- su sonrisa se ensanchó y yo palidecí. -Tranquila, morirás rápido y sin dolor.- añadió y antes de poder decir algo me encontraba cayendo desde el gran puente. -¡AAAAAAAAAAAH!- -¿Ali, te encuentras bien?- preguntó mi madre. Increíble, seguía viva y en el sofá, donde me había quedado dormida "mirando" la tele. Me levanté de un salto y le di un fuerte abrazo a mi madre, mi madre abrió los ojos como platos. De repente empecé a llorar. -Shhhh, tranquila solo habrás tenido una pesadilla.- me susurraba mi madre mientras yo me sentía segura entre sus brazos y le mojaba la camisa con mis lágrimas. Después lo único que recuerdo fue ir a la cama y quedarme profundamente dormida, sin cenar ni nada, ni pensar en el sueño que había tenido. Pero.... ¿de verdad había sido un sueño?

HUSHDonde viven las historias. Descúbrelo ahora