XVIII

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"Un solo toque puede desatar los mayores placeres"

Cuando la mano de San se ubicó sobre el muslo desnudo de Wooyoung, el modelo sintió que todo su cuerpo se volvía tembloroso, parecía hasta de gelatina.

—Tócame un poco más arriba... prepárame para tus fotos. — murmuró mientras sentía que los labios de su marido recorrían su cuello.

—¿Dónde quieres que toque? ¿Aquí?— susurró San, subiendo su mano a su erección recientemente despierta, antes de bajar a sus testículos. — ¿O aquí?

El modelo se removió entre la arena, el placer llenándolo a baldazos de agua una tras otra vez.

—San... por favor... — las manos del mismo acariciaron los hombros del CEO cuando éste comenzó a repartir besos por todo su pecho y, cuando mordisqueó uno de sus pezones, Wooyoung clavó sus uñas en aquellos hombros. — Por favor... — jadeó y San se acomodó entre sus piernas.

—¿Por favor? Pero tú querías las fotos. — murmuró divertido y fingió una embestida. — Fui rápido al sacarte la ropa. — el CEO liberó una risa bastante divertida.

Wooyoung jadeó y cerró sus ojos cuando sintió aquella falsa embestida, el celular de San captó aquella imagen a la perfección. Una de sus manos masajeó su dureza y Wooyoung gimió un poco más fuerte, otro flash salió disparado.

—Tan lindo que te ves aquí. — sonrió San y el modelo solo le tomó el celular, lo tiró entre la arena y tiró al dueño sobre su cuerpo.

—Eres un experto en hacerme esto ¿verdad?— jadeó Wooyoung, mientras le quitaba la camisa de la manera más rápida posible.

—¿Sí?— el CEO tuvo la caradurez de reírse. — Pues sé perfectamente lo que mi bebé quiere... y yo se lo doy.

Wooyoung se abalanzó sobre su boca y San automáticamente siguió su beso, desesperados, deseosos, con mordidas, con roces... entonces todo se puso el doble de pasional para Wooyoung cuando su esposo se desprendió sus pantalones y entró en su cuerpo después de jugar un rato con sus dedos en su entrada.

—San... eres increíble... — jadeó el modelo y enredó sus piernas en la cintura de San cuando las embestidas comenzaron a ser más rápidas, duras, seguidas...

La respiración se le dificultó demasiado cuando lo sintió tan adentro, la boca de San torturando sus labios.

—Eres todo para mí... todo... — susurraba San mientras entraba y salía de su cuerpo.

Wooyoung sólo gemía y acariciaba su espalda, dándole los espacios correctos cada que San necesitaba marcarlo, besarlo.

—San... — gimió y lo giró, se acomodó sobre él y comenzó a montarlo a medida que sus ganas le pedían, a veces lento, a veces más rápido, haciendo desesperar al CEO hasta el borde y luego caer.

Y las horas parecieron infinitas mientras que ambos seguían amándose, escuchando el ruido del agua y el silencio de la noche. Las manos de San no dejaron ni un centímetro de piel sin tocar... y Wooyoung tomó todo lo que pudo tomar y más.

Cuando todo había acabado, ambos quedaron abrazados por un momento.

—Esto me hace recordar a cuando viajé, separándome de ambos. — murmuró Woo y sintió como el pecho de San se elevó y bajó suavemente.

—¿Por qué lo hiciste?— la mano de San acarició su espalda y Wooyoung sonrió, suspirando.

—Bueno... ¿no te parece obvio? Íbamos a acabar matándonos si seguíamos así... y el señor Choi no se lo merecía.

El silencio volvió a pasar por un largo rato y San se giró de costado para abrazarlo mejor.

—Sinceramente estoy dispuesto a hacer lo que sea para mantenerte conmigo, ¿no me crees?

—Te creo... creo todo lo que me dices. — y la cabeza de Woo le trajo un recuerdo que no era muy bueno, que lo había bloqueado. — Incluso cuando dices que harías lo que fuera por mantenerme contigo... me violaste ¿recuerdas? ¿En qué estabas pensando?

El cuerpo de San se tensó antes de responder.

—Ibas a quedarte con mi padre, yo habría perdido entonces... no podía soportarlo. Fuí estúpido por necesitar que te sintieras igual de herido que yo... hasta el día de hoy me arrepiento.

—Si no te hubiera amado lo suficiente, no te hubiera perdonado. ¿Lo sabes verdad?

—Lo sé.

El silencio volvió a arrastrarlos.

—¿Me perdonaste?— murmuró San y Wooyoung elevó su cabeza para verlo.

—Quiero ir a nadar.

Cuando Woo intentó levantarse, San lo tomó del brazo y lo volvió a acomodar sobre él.

—¿Me perdonaste?— volvió a preguntar y el modelo escuchó el borde de la necesidad en aquella pregunta.

—San... ¿de verdad necesitas escuchar la respuesta?

—¿Te parece poco lo que te hice?

—No... pero sí te perdoné. — los dedos de Wooyoung acariciaron aquel cabello oscuro. — Y lo sabes, te amo más que nada, ya no te tengo miedo.

—¿No lo dices sólo por nuestro hijo?

—¿Por qué la necesidad de seguir desenterrando fantasmas?— Wooyoung se levantó y buscó su ropa para vestirse. — Te amo, te perdoné, estoy contigo, estoy casado y tengo una familia contigo. ¿Qué más necesitas para terminar de entenderlo?— terminó de vestirse y le tendió su ropa. — No estoy enfadado pero lo que sucedió quedó en el pasado, ya no existe manera de arreglar lo hecho.

San se vistió rápido antes de levantarse y tomarlo de la mano para girarlo.

—Es sólo que tú comenzaste. — susurró San y besó su frente. — Y sabes que cuando se trata de ti soy una mierda que viaja de un extremo a otro.

—Lo sé. — Woo suspiró y pasó sus  brazos por los hombros del contrario. — Pero acostúmbrate... además lo estás haciendo bastante bien por ahora.

—¿A qué te refieres?— San frunció el ceño y el modelo besó sus labios.

—Sé que llegaron a tus oídos rumores sobre que me han ofrecido algunos... tratos de amantes.

San hizo una mueca.

—Sí, lo sé.

—Y no acepté porque te amo, punto.

San rió y lo levantó entre sus brazos.

—¿Qué has hecho para dejarme así de loco?

—La pregunta sería ¿Qué hemos hecho?

Y luego de aquello, de un viaje a casa espectacular, y de una mañana camino al trabajo, Wooyoung volvió a ver a SeungMin en GS.

—¡Vida!— gritó Woo y su hijo corrió de mano de Jeongin hasta sus brazos.

—¡Papi!— gritó el niño, antes de besar su mejilla y querer bajarse. — Quiero mostrarte algo.

Wooyoung lo bajó y se acercó a Jeongin.

—¿Cómo estuvo anoche?— preguntó Jeongin y Wooyoung solo se mordió el labio inferior.

—Lo hicimos en la playa. — susurró Woo. — Fue sensacional... increíblemente sensacional.

—¡Papi mira!— el niño vino corriendo con un periódico en la mano, Yeosang tratando de quitárselo. — ¡Mira, mira! ¡Aquí están tú y papá San!

—¡Quitáselo!— gritó Yeosang, que el niño había dejado muy atrás.

Cuando Woo tomó el periódico de esta mañana, no supo que responderle claramente a su hijo.

—SeungMin... cariño... ah... — Woo elevó la vista y Jeongin le quitó el periódico.

En portada de espectáculos aparecían su amigo y su esposo en la playa, de noche, San desnudo sobre Woo de la misma manera bajo un título que decía: "NOCHE DE RECONCILIACIÓN".



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"ϲєο ϲєяємοиγ"  ωοοѕαиDonde viven las historias. Descúbrelo ahora