XXII

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"La locura hace que cometas errores"

Cuando Wooyoung estuvo en el estacionamiento, sintió que alguien lo seguía, pero pensó que eran los paparazzi.

Eran la pareja homosexual del momento después de todo, así que pensó que darles un momento de buenas fotos no les haría nada.

Mientras que su sesión de fotos estaba en funcionamiento, notó que Dahyun estaba inquieta, algo molesta... tal vez era por Yeosang, los había visto discutir antes de que el fotógrafo hiciera su trabajo.

Así que, llegados al momento en que Wooyoung iba a ver a San, la puerta de servicio por donde tenía que pasar se abrió y le cubrieron la boca con una tela bañada en cloroformo.

Wooyoung sintió su corazón acelerar cuando se dió cuenta de lo que estaba pasando y comenzó a removerse lo más que pudo, tratando que alguien lo escuche... hasta que con el último esfuerzo, logró patear la puerta tan duro que alguien la abrió.

Luego de eso sólo abrió los ojos y observó a San ladrar órdenes al lado de Dahyun que estaba furiosa, fuera de sí.

—¿S-San?— murmuró Wooyoung, viendo como su esposo casi corrió a su lado.

—Cariño, despertaste. — el CEO lo abrazó fuerte, por Dios... su corazón casi se salió de su pecho cuando le dieron aviso.

—Intentaron secuestrarme, ¿Dónde está mi bebé? ¿Dónde está SeungMin?— Wooyoung se sentó en el sofá de San.

Su respiración era agitada cuando San lo tomó de sus hombros.

—Está bien, está con Dahyun, allí ¿lo ves?— su hijo estaba tomado de la mano con ella. — No se alejará de nosotros, lo prometo.

Wooyoung cayó al sillón y se tragó un sollozo antes de que los zapatos de Dahyun se escucharan hasta su lado.

—¿Papi?— susurró el niño y Wooyoung se incorporó para abrazarlo.

—Tuviste suerte, Woo. — habló Dahyun. — ¿Pudiste ver algo de tu atacante?— preguntó y Wooyoung negó con la cabeza.

En cambio, San respondió.

—Solo Yeosang sabe.

—Entonces debemos esperar. — susurró Dahyun.

Wooyoung frunció el ceño al escuchar aquello.

—¿Por qué?— preguntó y vio a los otros dos verse.

Wooyoung insistió nuevamente y Dahyun suspiró.

—El idiota de Yeosang escuchó tu patada, iba saliendo del baño. Cuando vio que estabas siendo arrastrado escaleras arriba, corrió para salvarte. Le dió un puñetazo en el ojo, el hombre te soltó y Yeosang te atrapó, pero su cabeza golpeó contra el barandal de la misma.

—Quiero ir a verlo. — Wooyoung se levantó del sillón con su niño en brazos y San lo detuvo.

—Está en el hospital, Jeongin se fue con él. Te prometo que estoy en contacto con el hospital.

Woo volvió a caminar hacia la puerta.

—Estamos encerrados. — habló Dahyun. — No saldrá nadie hasta que encontremos a quién les hizo esto.

Wooyoung cayó al sillón otra vez, un par de lágrimas escapando de sus ojos.

—¿Quién mierda nos hizo esto?— Wooyoung abrazó a su hijo un poco más.

Aunque a pesar de todo, Woo lo prefería así... podría haber sido peor: podrían haber atacado a SeungMin.

San gruñó y fue a por el teléfono, ladró unas órdenes antes de que mirara a Dahyun y esta saliera furiosa de la oficina.

Wooyoung miró a su marido y el CEO se mordió el labio inferior por unos segundos.

—Es Hyuna. — habló el modelo y San asintió.

—Demostraron que está ligada con el supuesto accidente que tuvimos.

Wooyoung suspiró y sólo estiró su mano, unos segundos después, se sentía a salvo en medio del abrazo de su hijo y su esposo.



☆☆☆



Cuando Yeosang despertó con un dolor de mierda en la cabeza, vió a Wooyoung sentado a su lado.

El modelo le tomó la mano y le sonrió lastimero.

—Siento muchísimo esto, Yeosanggie. — murmuró Wooyoung, antes de que el fotógrafo sonriera.

—Hey, aunque nuestra primera plática haya sido tu amenaza, ahora eres una gran amigo para mí. Hice lo que debía.

—Dahyun le dió una terrible paliza al hombre cuando lo encontró. — Woo vió la venda en la cabeza de Yeosang. — Ella te ama.

—Lo sé. — susurró el castaño. — Yo también la amo.

Wooyoung sonrió y sorbió por su nariz cuando se dio cuenta que estaba llorando.

—Voy a retirarme del modelaje. — soltó la bomba. — Dejaré a Jeongin a la fama completa. Esto fue mucho...

—¿Y entonces qué harás?— Yeosang se sentó como pudo. — El modelaje siempre fue lo tuyo.

Wooyoung sonrió apenas.

—Voy a seguir mis sueños: abriré mi propia agencia de modelos, San va a funcionar Golden Six con mi futura agencia.

—Hablando de San, ¿Dónde está?— murmuró Yeosang y el modelo suspiró

—No lo se aún.


☆☆☆

San sabía que se estaba poniendo en peligro, lo sabía. Pero había tocado a uno de los amores de su vida y jamás iba a perdonar.

La puerta caoba se abrió y la mano de San se fue a sujetar aquel cuello blanquecino antes de entrar y cerrar la puerta.

—Voy a matarte. — gruñó y las uñas de Hyuna rasguñaron sus muñecas.

—Cariño... por f-favor... ca... cariño. — el cuerpo de ella se removía desesperado.

San gruñó y la dejó caer, él no era un asesino.

Vio a su acostón de una vez que estaba tosiendo.

—Te amo... te amo, me dejaste por... ese... yo te amo San.  — ella se levantó e intentó abrazarlo, San le sujetó los brazos. — Haría lo que fuera por ti... amor...

San frunció el ceño.

—Estás loca, realmente lo estás ¡Mi hijo pudo morir!— gritó el CEO y la mujer sólo rió mientras unas lágrimas caían de sus bonitos ojos marrones.

—Te puedo dar muchos hijos, Minho. Puedo darte todos los hijos que quieras y ellos sí serán tuyos.

San gruñó y no pudo evitar abofetearla.

—¡Es un niño de cuatro años! ¡Mi hijo no tiene nada que ver en lo que sucedió entre nosotros!

Y, cuando San se giró para irse, porque no quería estar más tiempo allí, el ruido de un seguro quitado lo hizo girar.

Hyuna tenía una Glock en sus manos.

—Vas a ser mío San, vivo o muerto.


☆☆☆

"ϲєο ϲєяємοиγ"  ωοοѕαиDonde viven las historias. Descúbrelo ahora