Capítulo 15. Sentimientos.

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Habían pasado unos días luego del incidente y la enorme pelea que tuvimos con el Joker. No podía dejar de llorar al recordar las palabras tan hirientes que le dije, en ese momento yo también fui un monstruo terrible.

Hablé con Arthur luego de unos días, él me contó que Jack sufría de ataques de ira como así mismo distintas emociones. No era precisamente un enfermo mental, pero sí alguien que en su vida nunca fue feliz.

Limpié mis lágrimas recordando todo eso y llevé una cucharada de helado a mi boca, sollozando. Podía parecer increíble pero aún no me daba cuenta de porque Jack se había puesto asi, todo me provocaba mucha tristeza.

Por suerte Arthur ya estaba bien, tenía algunos huesos rotos pero ya estaba acostumbrado a los golpes. Lo habían golpeado mucho antes de que aprendiera a usar las pistolas y defenderse con ellas.

Me paré de mi sofá y apagué la televisión. - Necesito resolver esto... pero antes necesito distraerme.-

Me quité todo el pijama que había usado por dos días seguidos al no querer salir de casa, y me puse un abrigo blanco, pantalones ajustados negros y una camiseta color gris. A decir verdad me veía muy bien con él, o eso creía. Salí de la casa y caminé por la ciudad, eran más o menos las 10 de la noche, el silencio era agradable y el aire fresco lo sentía por mi rostro.

Suspiré y miré el cielo estrellado con las manos en mis bolsillos. Entré a una pequeña tienda de una esquina y me compré un chocolate, de seguro ya había subido un kilo o dos luego de comer tanta porquería para pasar mis penas.

Abrí el envoltorio de la golosina y la lleve a mi boca, disfrutando mucho del dulce de cacao. Me senté en una banca, y suspiré mientras miraba hacia el cielo y pensaba en distintas cosas. Algunas lágrimas iban a mis ojos pero enseguida las limpiaba antes de que alguien viera a una loca llorar en plena calle.

Mi cabello rubio y con leves ondas cubría parte de mis mejillas, eso ocultaba más mi expresión de tristeza, cosa que obviamente era mejor.

A medida que veía a las parejas caminar de la mano y estar completamente felices, mordía mi labio inferior para aguantar las lágrimas y los sollozos que tanto batallaban por dejar de ocultarse. Comenzó a llover a cántaros, en cuestión de minutos ya estaba completamente empapada.

A medida que la gente corría para evitar mojarse yo me quedaba parada en un lugar y levantaba el mentón hacia el cielo, sintiendo las múltiples gotas de agua limpia caer sobre mi rostro. Vi una persona encapuchada acercarse a mi, era más bien un hombre alto con un saco negro.

Se quedó de pie frente a mí mirándome fijamente a los ojos. Tenía la piel morena y cabello negro, me recordaba a alguien pero no sabía a quien. Al darme cuenta quien era cubrí mi boca con ambas manos y dejé caer mi bolso de cuero al cemento mojado.

De manera inconciente retrocedí y comencé a jadear de manera leve. Ese hombre era la copia en vivo del que me abusó cuando era niña, pero se veía más joven. Quien me abusaba tenía unos 35 años, el se veía de unos 29.

No podía creer que siguiera vivo, pero en esos momentos por razonaba bien. Creí que era él pero en realidad no lo era, era más bien su hijo. Quien estaba igual de enfermo que el padre.

- Qué pasa, ¿me tienes miedo? - Su voz me causaba escalofríos y sonaba cortante.

Tragué saliva y jadeé más rápido y fuerte. No podía moverme, tenía demasiado terror como cuando era violada sin piedad. Mi cuerpo no respondía a las órdenes, estaba aterrada. Se notaba en mis ojos, los cuales comenzaron a derramar lágrimas.

La mano del mismo hombre se acercó a mí mejilla que tenía la lágrima encima. Me dió una fuerte cachetada que me hizo ladear la cabeza y hacer una expresión de dolor. Tenía la marca de sus dedos en mi piel pálida, y dolía.

Comencé a llorar no por el dolor, si no por tener el corazón roto por haber dicho tal cosa. El Joker nunca me perdonaría, y eso me importaba mucho. Sollocé aguantando cada uno de los golpes y patadas que me daba el delincuente, me odiaba porque hace unos días pasé a quemar un edificio en donde él trabajaba.

Escupí sangre una vez que mi costilla derecha perforó mi estómago y rompió muchas venas y arterias. Mis dientes estaban empapados de ese líquido rojo y yo lloraba.

Me dolía mucho todo el cuerpo, pero lo que más dolía era el corazón.

Tenía toda la ropa ensuciada tetricamente con mi propia sangre. El mismo hombre entre gritos de odio usó una botella de vidrio para reventarmela en la cabeza, dejando mi rostro con varios cortes que sangraban.

El mismo tomó otra botella, levantó su brazo y en dirección a mis ojos la iba a reventar. Cerré los ojos con fuerza y no sentí dolor, sólo oí un golpe. Abrí lentamente los ojos y lo primero que vi fue una silueta morada, unos ojos oscuros y una sonrisa glasgow.

Aliviada, sonreí muy levemente con los labios y seguí derramando algunas lágrimas. El Joker totalmente enfurecido golpeaba al hombre apuñalandolo en la cara y cuerpo una y otra vez.

No reía, hacia sonidos de odio y torturaba a la víctima y agresor de todas las maneras posibles. Luego de unos minutos acabó con el, lo había asesinado de una forma espantosa. Con sus manos enguantadas botó al suelo el cuchillo y tembló. Rápidamente caminó hacia mí, empapado por la lluvia al igual que yo.

Sentí como sus manos me tomaban del cuello de la blusa, mientras que yo me aferraba de sus brazos para no caerme. A penas tenía fuerza en las piernas de tantos golpes que había recibido.

Él no pronunciaba ni una palabra, su expresión lo decía todo. Podía sentir su aliento tibio en mi rostro y el vapor que salía de su boca cada vez que respiraba por el frío que hacía. Las gotas de lluvia se deslizaba desde su cabello verde y sucio hasta su rostro con maquillaje desprolijo.

- ¡[T/N]! Pero que mierda, ¡por qué no me llamaste o me avisaste!-

Lo miré a los ojos. Sin miedo. Tragué saliva sin importar que el estuviera jadeando de la rabia que tenía, y abrí mi boca para poder hablar.

- No sabes cuando me arrepiento de lo que te dije. Lo lamento mucho, Jack. Se que nada ha sido fácil para tí y yo fuí una insensible, una completa desalmada. Por favor perdóname, no puedo vivir sin dejar de pensar en lo que hice... Y en tí. Y-yo... Me siento terrible y si no puedes perdonarme lo entiendo, pero yo necesito sacar todo lo que hay en mi corazón, te necesito, necesito que estés a mi lado, no te puedo sacar de mi mente, te a-.

Fuí interrumpida antes de decir la palabra "te amo", por los labios del mismo que se habían tocado con los míos. Tenía sus manos en mis mejillas, acariciandolas suavemente con el pulgar. Sus labios se movían de manera lenta junto a los míos, era un beso apasionado y rudo a la vez. Ambos nos habíamos sentido atraídos hacia el otro hacia tiempo, nunca nos habíamos dedicado ni un momento para decir nuestros sentimientos.

Sin dudarlo correspondí el beso, disfrutandolo y poniendo mis manos en la nuca mojada y espalda del Joker. Sus manos bajaron hacia mi cadera para sujetarme y mantenerme en pie, mientras que me cargaba en la pared de cemento con la espalda. Lentamente nuestros labios fueron separándose, acompañados de leves jadeos y lágrimas por mi parte.

Con una pequeña sonrisa, lo miré y el me miró con ternura, con amor.

- Por favor, en tu vida no vuelvas a hacer algo así. No salgas sola a estos lugares así... es peligroso. Si no hubiera llegado estarías muerta.- Me dijo con la voz áspera y en tono melancólico.

Lo abracé con fuerza y hundiendo mi cabeza en su pecho cálido. El correspondió y apoyó mi cabeza en mi hombro gracias a la diferencia de altura. Sentí como me besó la mejilla y me acarició con amor. - Lo haré.- Susurré.

- Te amo, no te vayas nunca.- Me susurró al oído, depositando otro beso pequeño en mi mejilla y cerca del cuello.

Así nos quedamos por varios minutos, abrazandonos, besandonos y disfrutando del amor mutuo.

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Dos Villanos en Gotham~ JOKER Y TÚ (FINALIZADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora