•MIEDO A AMARTE• Lee Taeyong (En corrección)

Capítulo 6: Mis padres

*Narra Jun*
Ya había empezado la clase y ninguna señal de Sulli, algo muy raro de ella. Decidí llamarla para asegurarme de que todo estuviera bien
-Sulli, ¿Dónde estás?- tardo en contestar, eso hizo que me preocupara más
-Bueno- esa voz, no era de Sulli, sonaba a un chico
-¿Quién habla?- insistí
-Lee Taeyong- mi cuerpo se tensó al escuchar su nombre
-Soy compañero de Sulli, espero no lo malinterpretes, ella se desmayo en clase, estamos en la enfermería-
- De acuerdo, iré para allá- en cuanto colge me acerque a la maestra para informarle de la situación, ella no se negó y me dejó ir.

Entré a la enfermería, en cuanto vi a Taeyong muchos recuerdos vinieron a mi mente. Muy en el fondo sabía que tarde o temprano iba a enfrentarlo, pero para ser sincero no espere que fuera pronto.

Me acerque a ellos, Sulli estaba recostada.
-¿Cómo está?- fue lo primero que vino a mi mente, intenté sonar serio
-Ya está mejor- me miró, desde hace tiempo me di cuenta de que su mirada era diferente, ya no mostraba esa furia de antes, ahora su mirada transmitía ¿paz?, no, eso no es posible
-La doctora dijo que su dolor de estómago fue por estrés, solo necesita descansar-
Yo solo asentí
-Bueno ya que estás aquí me ire- tomó sus cosas
-Sabes... No le digas que yo la traje, por favor-
No conteste, no quería prometer nada, siendo sincero no pensaba decírselo a Sulli
-Oh! y podrías darle esto también- de su mochila saco el llavero de Sulli -se le cayó camino acá- dijo, volteo a ver a Sulli por última vez y se fue.

Su comportamiento era muy raro, no sabía que pensar sobre él, al igual que Sulli no bajaría la guardia, y por una parte entendía que no me reconociera, había cambiado mucho, era mejor de esa forma. Así no tendría que lidiar con él.

*Kim Sulli*

Mi cabeza dolía y mis ojos pesaban, cuando logré abrirlos, me encontré con Jun sentado en un silla de enfrente.
-Pense que tendría que ir por Ryogo para darte un beso-
-Pues ya te tardaste- me hacía feliz que Jun estuviera allí
-Tus padres no tardan en llegar- la enfermera también se percató de que había despertado e interrumpió a Jun
-Necesitas reposo, estarás suspendida por un día-
Podría aceptar estar en cualquier otro lado, pero no en mi casa un día completo, amo a mis padres, pero después de que mi hermana falleciera, mi madre se volvió sobreprotectora y mi padre un obsesivo con su trabajo, y en parte no lo culpó, es su forma de afrontar la perdida de una de sus hijas, aunque quisiera que volviera a pasar tiempo conmigo.

Tal como lo predije, cuando mis padres llegaron fue todo un drama, en el caminó a casa mi madre no dejaba de darme su sermón sobre cuidarme porque era la única hija que les quedaba y mi padre se veía molesto. Llegando a casa me encerré en mi cuarto, no pude evitar que lágrimas salieran de mis ojos, deseaba que las cosas fueran como antes, la extraño mucho, ese día no tuve ganas de comer nada, solo dormí.

Al día siguiente me desperté tarde, mis padres no estaban y me sentía mejor así. Estaba viendo una película cuando alguien tocó.
Jun había venido a verme después de clases.
-Ya llegó por quien llorabas- la verdad nosé que hubiera echo sin Jun, él dice que soy su heroína por estar con el cuando todos le dieron la espalda, sin embargo, yo pienso que es lo contrario.
Comimos juntos, mi madre llegó minutos después, ella es feliz cuando Jun nos visita, siento que cuando él está mi madre no se altera tanto.

Aún tenía curiosidad sobre lo que había pasado ayer así que le pregunté
-¿De casualidad recuerdas quien me llevo a la enfermería?
No vio venir esa pregunta, lo vi en su rostro
-¿Porqué lo preguntas?
-mmm...siento que estoy en deuda-
-Fue un compañero...no me dijo su nombre-
Que raro juraría que fue Trouble, era el único lo suficientemente cerca para acacharme, bueno supongo que tenía razón, no es tan bueno como aparenta ser.
-Por cierto se te cayó esto- Jun me dio mi preciado llavero ya que tenía una foto de mi hermana en el
-¡Gracias!, ya lo había dado por perdido-
-¿Estás llorando?- no lo pude evitar, era muchas emociones mezcladas, agradecía que Jun estuviera allí.

Antes de que Jun se fuera me volvió a insistir con ir a la fiesta, acepte ir con él, creo que una fiesta no estaría mal, necesitaba distraerme, pero le volví a recordar que si algo no se veía bien nos iríamos.