He contado esta historia una y otra vez, todos la conocen de manera distinta.
Cada uno de los días con el, fueron el cielo y el infierno a la vez, me dejaron en un limbo del que no podía salir y por meses me pregunte que hacer. Decidí vengarme...A l...
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- Bryan. - sí?. - No digas nada a Kendell, por favor. - No lo haré, solo... Cuídate. - Lo haré, no debes preocuparte por mi desde ahora.
Salí de la habitación, entre a la fiesta y desde lejos observaba a Jin sobrecargado de chicas, me puse en el plan que sería difícil librarlo de ellas así que trataría de que el se fijara en mi. Me acerque a la cocina que dejaba una muy buena vista de el y tome una botella de whisky del cual empecé a beber, lo observaba sería y de a poco su mirada finalmente luego de unos minutos se fijó en mi. Yo nunca fui buena coqueteando pero era ahora o nunca sacar el encanto. Sonreí de lado y baje ligeramente la vista, el sonrió. Bingo!. Me senté en la isla lo más sexy posible y seguí bebiendo, era bueno que el licor jamás me daba efecto puesto que usaría eso de ventaja, lo saludé y el hizo un ademán a qué me acercara. Camine algo lento moviendo mis caderas y sonriendo levemente. Se levantó de su lugar dejando a las chicas sorprendidas cuando se acercó a mí, Carajo!, Ese tipo era el doble de mi tamaño, parecía una cucaracha a su lado, lentamente subí mi mirada hasta encontrarme con la suya puesta directamente en mi, se agachó un poco para tener más nivel y hablo.
- Hace un tiempo te veo, no llevas puesto lo mismo, me pregunto a quien querías sorprender. - Cierto, me atrapaste, en realidad al que quería sorprender eras tú.- dije tocando suavemente su saco azul aterciopelado. - Ja, lo has logrado niña. - No soy una niña. - Ah no?, No te creo. - Quieres que te lo demuestre?.-dije acercándome un poco a su rostro nivelado al mío y sin dejar mis leves toques. Esta vez deslice poco a poco mi mano hacia dentro de su saco tocando su pecho, su pecho me daba escalofrío. La pelea de miradas no se detuvo hasta que su mirada me llegó a intimidar de verdad por su seriedad y baje el rostro viéndome tan sumisa. - Gané. - No se vale, me tomaste desprevenida!.- dije golpeando lentamente su pecho.
Error, el me vio extrañado, me porte como niña y estaba tratando de dar a entender lo contrario.
-Lo siento.- dije eso antes de retirarme pero el me tomo del brazo y me observó por unos minutos sin soltarme. - Quítate la blusa. Me la quite, era transparente no había nada que no hubiera visto ya. - Ahora la falda. Lo hice, bajo tenía unos mini shorts así que no afectaba si me la quitaba.
- mucho mejor, ven conmigo. Bajo su mano a la mía y me llevo dónde sus zorras, que pronto el se sentó se lanzaron a el. Yo solo me quedé en un lado observando su comportamiento, necesitaba ganarmelo mejorando lo que ellas hacían.
Pasaron horas y aunque el hubiese venido demasiado no se veía como alguien ebrio a diferencia de las chicas que quedaron tiradas por todos lados. Bebi de la botella de whisky, me levanté y comencé mi juego, la casa estaba casi vacía, los que quedaban eran los que debían resolver sus negocios así que era una buena oportunidad, me levanté y me pare justo frente a el, quien encendía un cigarrillo, hizo un ademán de que me acercara y me subí en el, sentada en su entrepierna con mis piernas a cada lado, coloque mis manos en su cuello y el las suyas en mi trasero.
Me pegó de golpe a su pecho y empezó a comerme la boca, su sabor era muy amargo, empecé a mover mis caderas sobre su miembro tratando de que en algún momento me llevará a un lugar aislado para tratar de hacer un trato con el.
+ Jin. - aghh.- dijo separando el beso.- que quieres?, Que no vez que estoy ocupado?.- al decirlo voltee a ver y era Kendell, lentamente me moví del chico gigante y me puse en su espalda para besarle el cuello y escuchar la conversación, hice con mi mano derecha la señal de silencio a Kendell dándole a entender de que hiciera como que no me conocía.
+Lamento interrumpirlo pero los grupos A y K lo esperan en la cueva, el grupo G ya está listo, varios de los nuestros nos encontrarán allá, solo falta usted. - váyanse llegaré en un momento. Jin se levantó y Kendell se fue. Jin jalo su saco y hablo.
- Linda, no es de tu interés lo que hablaremos, creo que te asustaría el solo saber, pero eres demasiado linda como para desperdiciarte.- dijo tomando mi mano y levantándome.-asi que te daré mi.. - Yo quiero. - No creo que estés apta. - Se cómo desaparecer un cuerpo. -.....me gustaría saber. - El cuerpo entrar en putrefacción lo antes posible, envolverse en plástico y dejar en un lugar oculto pero cálido ayuda a su descomposición rápida. Cortar dedos de manos y pies, dientes, quitar el cabello y destruir el rostro, eliminar documentos y cualquier tipo de objeto que se utilice, quemar ropa que uses tu y el cadáver, meter en ácido lo que sobre, ya que supongo los órganos serían vendidos y... - Acaso no eras la niña.....que estaba vestida de púrpura?. Trague duro. Me calle y baje la vista. -por supuesto que eres esa niña... Ja, no deberías hablar así, tu no sabes lo que has dicho,aunque sepas que hacer, lo has intentado?, Eres asesina serial?, Apuesto que no, por lo que no sabes si eso funcionaria o no, no te hagas la lista.
- Yo solo quiero.... - Que?. Que quieres?, Olvídalo si piensas que voy incluirte. - Está bien!.- hice un puchero.
En su cintura había un arma. Me acerque lentamente a el y de un salto me subí a el rodeando su cintura con mis piernas, las cuales sostuvo con sus manos, comencé a besar y mordisquear su cuello, y sin que se diera cuenta le saque el arma, besé su labios y sin dejar de hacerlo le apunté en la cabeza, me aleje lentamente de su boca y reí. El río también y me arrebató el arma con la mano derecha, nuevamente me rei con un sonrojo y volví a besarlo por unos minutos,me separé de el y baje de un salto agarré su mano y puse el arma en mi cabeza. - Dispara. - Que?. - anda vamos por favor, disparame.- esto lo dije relamiendo mis labios. - estás loca?, Porque quieres que te dispare. - Se supone que no estaría viva, uno de tus idiotas dice haberme vendido en el 212 y adivina qué..... Aquí estoy, te mintio, y si no quieres incluirme de nada me sirve estar viva, tienes razones para disparar así que hazlo!. - No haré eso.- dijo retirando levemente su arma, la cual jale y puse en mi cabeza. - deja de jugar.
Quite el seguro y al hacerlo solté un gemido. El trago duro. Quito el arma de mi cabeza, puso seguro y la guardo.
