Capítulo IV

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- Es momento de que te vayas - musitó tras su mano mientras cubría su boca a la vez que cerraba sus ojos.

- Ara~ no creí que estuviera molestando... - la verdad le dolió un poco sentir aquel rechazo - ¿Estas resentido conmigo Tomioka-san? -.

- Vete Kochou - le dijo de forma fría mientras velozmente le empujaba fuera de su hogar cerrando la puerta tras de si.

La pilar estaba completamente desconcertada frente a lo que acababa de ocurrir, no podía creer que Giyuu le había corrido bruscamente de su casa.

-¿Sabes..? Cuando decía que todos te odiaban no hablaba en serio - un suspiro escapó de sus labios, guardó silencio esperando por algún comentario de parte de su compañero pero fue en vano.

-¿Realmente me odias, Tomioka-san? - preguntó con tristeza mientras afirmaba una de sus manos contra la puerta que ahora les separaba.

Él no respondía nada. Simplemente yacía recostado contra aquella madera intentando contener aquel dolor a la vez que mordía su propia mano. No pudo evitarlo, unas lagrimas habían comenzado a deslizarse por sus mejillas mientras escuchaba como los pasos de su compañera se alejaban lentamente del lugar al no recibir respuesta alguna.

«Yo no te odio... Kochou»

[ × × × × ]

- Con esto deberías andar bien, Kamado-kun -.

- ¡Arigato! - exclamó el joven mientras admiraba el vendaje que la pilar había colocado en su brazo.

Se levantó de aquella silla y se acercó a la puerta dispuesto a despedirse,  pero no pudo pasar por alto aquel aroma.

- Kochou-san ha tenido un olor mas triste que de costumbre estos días - apenado Tanjiro volvió a donde la pilar insecto se encontraba - ¿Algo va mal? -.

- Ara~ debe de ser tu imaginación -respondió algo incomoda mientras el muchacho la olfateaba mas de cerca. 

- No.. Hace cinco días, desde que llegué de la misión, Kochou-san ha mantenido el mismo olor - dulcemente tomó sus manos - cada mañana cuando me hace las curaciones puedo percibirlo -.

- Yo... he estado pensando en Kanae-neesan -.

Mentira. 

Últimamente no ha podido dejar de pensar en lo que ocurrió aquella noche, hace una semana atrás, exactamente dos días antes que Tanjiro llegase hasta la finca.

- Ya veo.. ¿Nezuko-chan se sentiría igual si algo me pasara? - preguntó con toda su inocencia.

-Es lo mas probable - suspiró profundamente - por ello siempre debes ir con cuidado Tanjiro-kun -.

- ¡Muy bien! basta de curaciones, iré a entrenar con Giyuu-san esta tarde -.

«Tomioka-san..» suspiró.

- ¡Gracias por todo Kochou-san! - exclamó con su mano en alto mientras abandonaba la enfermería a toda velocidad.

Shinobu se quedó ordenando para poder trabajar en un extraño suero que hacía dos días el maestro le había solicitado de carácter urgente, ya casi lo tenía listo pero debía afinar unos últimos detalles.

Era bastante complejo y enredado, ni siquiera podía probar su efectividad ya que era para el uso en demonios, pero contradictoriamente no debía de dañarles y a la vez, debía ser inerte en humanos.

«¿Qué clase de sustancia espera disolver después en el, maestro?»

Daba igual, no se lo preguntaría mucho. Nunca solía cuestionar las ordenes de Oyakata-sama, simplemente las cumplía con mucho agradecimiento por haber sido considerada para llevarlas a cabo.

"Acaba conmigo"  [GiyuuShino] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora