[08]

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El viaje de vuelta a la ciudad fue muy tranquilo, ninguno de los dos hablaba mucho. Simplemente se mantenía todo callado pero sin llegar a ser muy agobiante, el teléfono del pelirrojo comenzó a sonar y la burbuja de silencio que se había mantenido durante el viaje se rompió .

—¿JiWoo? ¿Qué pasa? Ujum, si estoy en la calle ¿Por qué?— el menor miraba atento lo que pasaba, frunció el ceño intentando adivinar lo que estaba sucediendo.

—Tae, JiWoo me pidió comprar unas cosas porque está muy ocupada. Así que nos desviaremos— el menor asintió y continuaron su rumbo al supermercado —¿Tú no quieres nada?—el menor negó— Ok, entonces si quieres puedes entrar mientras yo compro.

Al llegar los dos entraron y el peligris se quedó esperando cerca de la puerta. Divagó con la mirada viendo a la gente con sus carros de compra caminando de un lado a otro, hasta que logró divisar a cierto pelinegro en uno de los pasillos. Mirando detenidamente las acciones del chico sonrío de lado al saber lo que sus ojos presenciaban.

—Niño por favor eso es mío, dámelo si no quieres que me moleste —el pelinegro le rogaba a un niño de quizás unos ocho años por un sobre de galletas. Que aún no entendía por qué tenía que ser ese paquete.

—¡Yo lo vi primero!

—Ah, eso no es cierto yo lo vi primero ¡No, no no no llores por favor!— desesperado le rogaba al niño que no hiciera algún escándalo mientras los ojos del niño empezaban a cristalizarse.

—¡Quiero este paquete!— hizo un puchero y le quitó el paquete de las manos al pelinegro.

Toda la escena que pasaba era totalmente graciosa, negó con la cabeza mientras veía como el pelinegro seguía tratando de convencer al niño de que le diera aquel paquete. Corriendo de un lado a otro para impedir que el niño saliera escapando.

Era como un pequeño niño peleando con otro.

—Hagamos esto, qué tal si yo te compro lo que tú quieras y tú me das eso. ¿Te parece?— el niño lo miró y ladeó su cabeza pensando un poco y después asintió en acuerdo. Los ojos del mayor se iluminaron y se fue junto con el niño a comprar lo que fuese que quisiera.

Después de un rato de verlo caminando por los pasillos con su carrito se acercó a la salida victorioso pero a la vez cansado, cuando sus ojos se encontraron el pelinegro se detuvo con las compras en mano sorprendido por verlo allí.

—Hey...¿Que haces aquí?.

—Lo mismo te pregunto yo, ¿Qué hacías rogándole a un niño por una bolsa?— el pelinegro bajó la mirada apenado y suspiró.

—Ah..no me lo recuerdes, gasté siete mil wones es puras bobadas para ese niño.— la mirada confusa en el peligris seguía presente y el pelinegro suspiró de nuevo —Perdí una apuesta con un amigo, y tenía que pagarle. Así que le compré sus dulces favoritos —un "ahh" se escuchó y el pelinegro asintió.

—Por eso era que parecías un perrito pidiendo comida.

—¡Oye! ¡Solo no quiero quedar mal!— la sonrisa del peligris se ensanchó dejando ver sus dientes y la forma tan peculiar que tenía la misma.

—¿Y tú qué haces allí parado?— lo miró de pies a cabeza observando detalladamente lo que hacía.

—Estoy esperando a un amigo, vino a comprar unas cosas y-

—¡Tae! Ya vámonos, terminé las compras...¡Hey! Que de tiempos— el pelirrojo sonrío y levantó sus brazos al ver a JungKook aunque no pudiera por las bolsas que cargaba, el rostro del peligris se tornó confuso de nuevo.

You Are My all |KookTae|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora