Deuda Pendiente #3

23• Jaque Mate.

Actualidad.

¿Felicidad?

Si acaso es posible sentirse completo e incompleto al mismo tiempo, roto y recuperado, con lágrimas y una explosión de llanto que puede ser tanto de tristeza como de alegría, creo que lo estoy confirmando justo ahora.

Mi cuerpo tiembla de miedo, pero ya no sé por qué es. Hay tantos motivos que no me alcanza el tiempo para enumerarlos. Trago saliva en un intento de sentirme mejor conmigo misma y suspirar. Mi hermano está frente a mí. Mi hermano está aquí. Él está bien. Y vino por mí. Su revólver aún apunta a Bambam, mirándolo fijo, sin ningún rastro de enojo o rencor, simplemente parece estar mirando a la nada misma. Cian y Jinyoung se encuentran en silencio mientras Yugyeom es el siguiente en moverse para cambiar el panorama, volviéndolo más violento. Toma entre sus puños la camisa de Bambam y lo acerca a su cuerpo, este aún tiene toda su atención en Mark, sin poder reaccionar.

—¿Cuánto tiempo pensaste que ibas a poder sostener esto? —cuestiona Yugyeom entre dientes, lo suficientemente fuerte para que todos podamos oír, justo sobre la oreja de quien solía ser su mejor amigo.

El mafioso no responde.

—¿Cómo te atreviste a mirarnos a los ojos a cada uno de nosotros y luego hacernos esto?

Silencio.

—¿Cómo no te quemó la consciencia con cada mentira que dijiste? —está furioso— ¿Cómo puedes vivir contigo mismo sabiendo lo que haces? ¿Cómo te atreviste a secuestrar a Cian? ¿Cómo te dieron las agallas, siendo ella tu amiga, habiendo compartido una mesa, habiendo compartido comidas y salidas, cómo pudiste enviarla a un lugar en el que no sabías qué mierda es lo que le harían? ¿Cómo puedes tener a Paige aquí siendo ella una amiga de toda la vida? ¿Cómo puedes ser tan cínico? ¿Cómo puedes haber encubierto a mi padre? ¿Cómo te atreves a apropiarte de mi sangre? ¿Quién te crees que eres para manejar mi vida? ¡¿Cómo te has atrevido a llamarme hermano, cuando en realidad, yo no tengo familia?!

Lo empuja sin dejarlo ir lejos y lo vuelve a sujetar de la ropa volteándolo, para verlo de frente.

—¿Cómo te has atrevido a subestimarme?

—Yugyeom... —estira en un hilo de voz.

—No digas mi nombre —sentencia con asco—. Yo no tengo nombre. Yo no soy nadie.

—Tú no entiendes...

—Sí entiendo. Ese es el problema de todo el mundo. ¿Por qué demonios creen que no soy capaz de entender? ¿Por qué creen que pueden manejarme? ¿Desde cuándo tengo los hilos colgando desde mis hombros? ¿Desde cuándo soy una puta marioneta?

Bambam niega con la cabeza.

—No me mires así —articula con bronca—. No me mires como si estuvieses arrepintiéndote. No me mires como si me conocieras, ¡porque no lo haces! ¡Y yo tampoco te conozco a ti! Esa familia de la que salí es más tuya que mía, y felicidades, ¿tanto te había molestado que te quiten la tuya? ¿Por qué seguiste buscando más allá si la tenías frente a ti? Me ubicaste en un lugar que no me corresponde y yo a ti también. No hay absolutamente nada que nos conecte a ti y a mí. No quiero ni que intentes disculparte porque sé que no es verdad. Dime, ¿por qué tuve que enterarme a mis veintitrés años quién es verdaderamente mi padre? Que tengo una hermana. Que mi madre recibe dinero de ti. ¿Por qué esa maldita hermana intentó matarme? ¿Por qué? ¿Por qué tuvo que destruir el único lugar que yo pude sentir que fue una verdadera familia para mí? ¿Por qué Mark y yo tuvimos que huir de allí porque esa hija de puta destruyó todo? ¿Por qué tuve que oírla decir que si nosotros cooperábamos tal vez algún día volveríamos a ver a Paige? ¿Por qué tu jodido nombre tuvo que salir de sus labios? ¿Por qué me dijo que si no la ayudábamos entonces la encontrarías tú y la matarías? A Paige... —concluye entrecerrando sus ojos— A Paige. ¿Por qué no pudiste darme al menos tú, la posibilidad de elegir una pequeña cosa sobre mi vida? ¿Y te proclamabas mi hermano? Tú pareces más hijo de Kim Dongjun que yo.