I. HEY, HOLA

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Capítulo uno:Hey, hola

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Capítulo uno:
Hey, hola.

U

na pieza de piano lleno la habitación con sus armoniosas notas musicales. Ella, tan sonriente como un niño montando un caballo por primera vez, comenzó a bailar sola al compás de la dulce música. Cerró los ojos un momento para apreciarla completamente, y cuando los abrió, él estaba allí, admirando su simpleza. Y se acercó. Oh, ella sentía que su corazón iba a explotar por lo rápido que latía, pero se obligó a mantenerse firme y le sostuvo la mirada.

— ¿Me concedería esta magnífica pieza, madame?

—Por supuesto que sí, señor—  sonrió, mientras él tomaba su mano y posaba la otra en su cintura.

Ambos bailaban al compás de la música sin dejar de mirarse. Era algo muy placentero de ver, dos jóvenes divirtiéndose en una gran fiesta. Bailaron y bailaron sin descanso, hasta que fue la hora de irse.

— Supongo que han venido por mí, he pasado un rato espectacular a su lado.

— Lo mismo digo señorita— tomó su mano y dejó un suave beso en esta, la muchacha no puedo evitar ruborizarse—. Espero que podamos repetirlo.

— Claro, sería asombroso... digo uhm, divino. Bueno, adiós.

— ¡Espera! ¿Dónde puedo encontrarte?

—Buscame en la...

— ¡Por todos los cielos, Emma, te estoy llamando hace siglos! Ya es hora de ir al picnik de los Berry.

— Perdóname, mamá, me distraje.

— ¿Mirando la pintura? Sí, claro. Solo... baja ya.

Yo simplemente asentí y bajé al recibidor detrás de mi madre. Allí me esperaba toda mi familia: Anthony, mi padre y Louis, Maryann y Peter, mis tres hermanos, todos ya vestidos y peinados adecuadamente a la situación. Tomé la pequeña mano de Peter y nos dirigimos hacia el campo donde sería el almuerzo, no era muy lejos, pero igualmente fuimos en carreta, ya que mi madre no quería estropear su vestido nuevo.

Los Berry sí que tienen éxito con sus reuniones, todo el lugar estaba lleno de gente, todos habían asistido. Busqué con la mirada a mi amiga Diana, pero para mi sorpresa ella ya se estaba acercando a mi con los brazos abiertos. Ambas nos fundimos en un caluroso abrazo a modo de saludo. Luego de las formalidades de familia a familia, nos apartamos un poco de ellos.

— ¡Hice una amiga!— exclamó llena de entusiasmo— No puedo esperar a presentarte con ella, te agradará. Es muy hábil con las palabras, es muy inteligente y tiene una gran imaginación, me recordó a ti, Emms. ¡Mira ahí viene! ¡Anne!

La madre de Diana tosió falsamente para llamar la atención de su  hija, cuando ella le miró, negó con la cabeza y le pidió que se acercara. Yo me dirigí a donde estaban mi hermanos para darles privacidad, sabía lo mucho que a mi amiga le incomodaba que escuchara sus charlas de regaños. Al llegar con Louis, noté que los Cuthbert llegaron con una niña pelirroja y mi hermano al verla comenzó a reírse de ella con sus amigos, seguido de Maryann con las suyas. Más risas y burlas llenaron el ambiente y esto afectó tanto a la pobre chica que se fue corriendo mientras lloraba.

golden°• gilbert blytheDonde viven las historias. Descúbrelo ahora