Persistir; cartas a una chica muerta

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Isabel:
Luego de eso el año transcurrió normal, entre fiestas, partidos, exámenes, y la búsqueda de nosotros en 5 años más.
Charleen estaba ansioso, buscaba desesperado una universidad que le otorgara una beca por desempeño en deportes.
Tya como siempre indiferente, pasaba raspando cada asignatura mientras mantenía su cutis perfecto y sus uñas arregladas.
Yo, estaba en mi mejor momento, había bajado unos kilos y había juntado lo suficiente para el vestido del baile de invierno, en el cual escogerían a los candidatos para reyes de final de curso, era una competencia, casi una campaña, vestiríamos nuestros mejores atuendos para demostrar que éramos los más populares, a mi me emocionaba como nada, no por la corona, que parecía comprada para el cumpleaños de una niña de 10 años, si no por el sentimiento, competir me hacía estar alerta y activa, no importa lo que fuera, amaba ganar.
La tarea no se venía tan fácil Melanie Arcord había ganado popularidad, y no podía odiarla era horriblemente amable, en eso nos diferenciábamos, ella era popular porque conocía a todos y era linda con hasta los profesores, les hacía cumplidos sobre sus clases y a los alumnos por sus talentos, ella si sabía hacerte sentir especial, entregaba esa sensación de que importabas porque recordaba tu nombre. Yo en cambio era una adolescente difícil, sólo me relacionaba con mi círculo y siempre sabía que decir, la gente disfrutaba estar conmigo porque era inalcanzable, tenía esa seguridad que sólo a los Ghalars nos identificaba.
Fue en ese desafío al que me entregué  completando, apenas veía a Char, con Tya logramos hacer las pancartas mas lindas e incluso me compró unos atuendos para vestir cómo una modelo, estaba en el cielo, me sentía poderosa y la competencia alimentaba mi alma.
Fue por eso que no me di cuenta de tu nueva amistad con mi novio y tu plan de quitármelo.