10. Cercanos.

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Narra Adrián.

Seguimos caminando unas cuantas horas más, sentía que aquel lugar realmente se encontraba muy lejos y no sabía cuando llegaríamos ni que pasaría una vez que llegasemos.

Me dolían un poco los pies, las botas comenzaban a cansarme y tampoco veía que el ecosistema selvático se acabara.

-Esto... ¿podemos descansar? -pregunté algo tímido.

El polar se giró y me asintió levemente con la cabeza.

Agradecí suspirando y me senté en un tronco que había por ahí, saque mi cantimplora y bebí algo de agua.

El polar también se había sentado pero sólo estaba en silencio, al parecer escuchando y esperando.

Algo dentro de mi me decía que había mucho que hablar con él.

Me levanté un poco mejor y le sonreí.

-Sigamos.

Él también se levantó y volvió a tomar el frente.

Seguimos caminando, comenzaba a atardecer y por consiguiente a hacer frío, me había puesto mi chaqueta.

Admiraba el cielo naranja que comenzaba a teñirse, había mucha tranquilidad a pesar de que estábamos siendo perseguidos.

Me distraje y choqué de frente con el polar, rápidamente di un paso atrás y le sonreí algo apenado.

-L-Lo siento -dije.
-Está bien -hizo una pausa y señaló cierto lugar- ahí hay una cabaña abandonada; pasaremos la noche bien, no falta mucho para regresar a la base.

Caminó por el sendero, le seguí y realmente había una cabaña ahí, al parecer el la había visto antes, estoy seguro que yo no podría haberme percatado de ella.

Sigilosamente inspeccionó la cabaña por fuera, quería asegurarse de que no hubiera nadie, una vez comprobó aquello me hizo una seña para que lo siguiera y abrió la puerta.

El diseño de aquella pequeña casa era algo trival; lo ideal para estar en una selva supuse.

Aunque se veía bien construida, parecía como si nadie la hubiera habitado en semanas o quizás meses.

Una vez estuve dentro él cerró la puerta, había al menos dos habitaciones por así llamarles, ciertamente el lugar era bastante pequeño.

Era algo incómodo el estar los dos ahí solos, al menos para mí, busque una pared y me senté, estaba seguro que después de un rato me dormiría.

El otro oso se sentó enfrente de mi con una lámpara de aceite encendida.

-Bueno, no es lo mejor pero no pasaremos frío -dijo él.
-Tienes razón jeje -dije.

Hubo un breve minuto de silencio, estaba por irme a dormir, cuando...

-Adrián, ¿cierto? -preguntó el polar rompiendo el silencio.
-Sí -respondí.
-¿Qué sabes del toro de ayer? -preguntó.
-Uh... venía conmigo y los demás en el avión -respondí.
-Ya veo... me llamó la atención que a pesar de que fueran del mismo bando, te apuntó con un arma, ¿por qué? -preguntó otra vez.
-No nos llevamos muy bien que digamos desde la primera vez que nos conocimos -dije.

El oso se quedó pensativo un momento.

-¿Por qué me salvaste? -pregunté de repente.

Al parecer el oso no se esperaba mi respuesta, su reacción la acompañó un rostro de duda.

-Quiero decir... Pudiste solo... dejarme morir ahí y no sé... -el nerviosismo me había revuelto las palabras, era una situación muy rara y complicada para mi.

-Ah... -suspiré- olvídalo, no sé que es lo que digo.

Me disponía a acomodarme para dormir y olvidar todo eso.

-Porque tu no deberías estar aquí -dijo.

Me levanté extrañado por su respuesta.

-¿Eh? -exclamé.
-Que tu no deberías estar obligado a luchar, al menos no aquí, no me hagas repetirlo -contestó fríamente.

Mi rostro se vio enrojecido ante esas palabras, me sentía extraño.

¿Por qué alguien como él diría algo así?

-Nadie debería estar aquí, esta no es nuestra guerra -dije.
-Tienes razón pero a comparación tuya, tu aún no tienes sangre en tus manos y dudo que la quieras tener -dijo.
-¿A qué te refieres? -pregunté.
-Quiero decir que no le has arrebatado la vida a alguien más, no eres como aquel que quiso matarte ayer, quien sabe a cuántas fursonas no ha matado, eres diferente, piensas diferente por algo te salvé -dijo.

Sentía cálidas sus palabras así como mi rostro.

Era una sensación extraña.

-Y... ¿Te gusta el como soy? -le pregunté.

Pude ver también rubor en su cara a pesar de la poca luz, se había puesto nervioso, lo noté.

-Eh... -decía nervioso.
-Jajaja, no tienes que responder ahora -dije y cubrí mi boca con mi mano haciendo una leve risa.

Aquel tenía una sonrisa nerviosa, se veía muy lindo.

Lindo...

No hubo más charla, el fuego de la lámpara se hacía cada vez más tenue induciendo el sueño en ambos.

Recuerdo que lo último en lo que estaba pensando antes de dormir era él.

...

...

...

...

Desperté pero el ambiente era muy extraño, miré al frente; el polar no estaba.

Me levanté algo confundido y miré a los alrededores.

-¿Se habrá ido? -pregunté al aire.

Más que ganarme la desesperación o la ansiedad, sentí una tristeza invadirme era una sensación muy rara.

Tomé mis cosas del suelo y me alisté para ir a cualquier parte, realmente no lo sabía, me acerqué a la puerta y estaba a punto de abrirla pero alguien se adelantó.

-Veo que despertaste, buenos días -era el polar, se veía más de ánimo de lo usual.

Di un suspiro en parte del susto y de alivio y lo abracé por inercia.

-¿Estás bien? -preguntó él algo extrañado.
-Oh sí, yo... perdón jeje -lo solté- pensé que te habías ido y me habías dejado aquí a mi suerte.
-¿Me lo preguntas después de que te salvé aquella vez? -preguntó.
-Buen punto, por cierto, ¿dónde estabas? -pregunté.
-Haciendo vigilancia, me desperté temprano y quería dejarte dormir -dijo.
-Oh, ¿Todo bien? -pregunté.
-Sí, estamos bien -dijo para acariciar mi barbilla- vámonos.

Sentí mi rostro ruborizarse, ciertamente algo había cambiado en él, y él empezaba a... ¿gustarme?, ¿eso es normal?

La situación no era normal y no podía estar seguro que él sintiera lo mismo por mi, no me quedaba más que seguirle y llegar a donde tuviéramos que llegar.

Una vez salimos de la cabaña nos desviamos del sendero y revisamos que no hubiera más huellas.

Una vez tomadas las medidas de seguridad seguimos caminando.

-Oye, a todo esto... ¿cuál es tu nombre? -pregunté mientras caminábamos.

Me miró con una sonrisa y me dijo.

-Mi nombre es Edmon, un placer.

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Hasta aquí el capítulo, espero que les haya gustado y les esté gustando la historia, muchas gracias por todo el apoyo que le dan y los buenos comentarios.

Cuídense.

-MadSoul345.

Las Luces Del Norte (Furry/Yaoi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora