4. Lugar Desconocido.

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Narra Adrián.

Podía sentir como la despresurización empezaba a succionar el aire y todo dentro de esa parte del avión.

Me aferré fuerte al cinturón.

—Creo que ya saben usar un paracaídas, ¿no? —preguntó el águila.

Todos miraron sus mochilas y rápidamente ubicaron la cuerda que liberaba el paracaídas.

—Bien... no sabemos cuánto vaya a durar esto, pero, una vez que termine los iremos a buscar —dijo el águila.

《¿Nos va a abandonar a la suerte?》

—¡Bien!, por fin algo de diversión —dijo el toro para desabrochar su cinturón y arrojarse por la compuerta.

Todos nos quedamos atónitos ante lo que había pasado frente a nuestros ojos, incluso el águila, al parecer no se lo esperaba.

—Bueno... ¿Quién es el siguiente? —preguntó.

Poco a poco los que parecían tener más temple fueron preparándose para saltar, yo por mi parte estaba pensado, seguramente me harían algo si no lo hacía y eso era lo peor, aunque no era el único en esa situación, había varios más que se la pensaban mucho, no querían saltar.

El águila se acercó al zorro quien antes se había quejado y cortó su cinturón para que él fuera arrastrado por el aire hacia el exterior.

Hubo un silencio y él águila sonrió maliciosamente.

—Eh dicho ¿Quién sigue?

La presión había aumentado y varios nos liberamos del cinturón y nos aferramos al avión antes de saltar, tenía miedo.

—Tú —dijo el águila y me apuntó.

Sentí terror.

—O saltas ahora o te irá mal —dijo amenazante.

Me acerqué lentamente hacia la compuerta, puse mi arma atrás con el paracaídas y antes de poder posicionarme, sentí una patada por la espalda haciéndome caer al vacío.

Creo que me contuve demasiado por la sorpresa, de las cosas que recuerdo después de eso como flashbacks, es que estaba cayendo y podía ver el avión alejarse.

Grité un poco queriendo hacer reaccionar mi cuerpo ante la inminente muerte que tendría si no sacaba el paracaídas.

Entonces como en leves imágenes, algo había impactado en el avión haciéndolo explotar y acto seguido comenzar a caer envuelto en llamas.

Me aterré aún más y me giré a ver la distancia a la que estaba del suelo.

Tenia que activar mi paracaídas ahora mismo o sería puré.

Busqué aquella polea que estaba flotando cerca de mi cabeza y la estiré hacia abajo.

Pude sentir el efecto tirón del paracaídas y un leve alivio.

Traté de divisar a mis compañeros para acercarme lo más que pudiera y traté de guiar el paracaídas hacia con ellos.

De fondo podía ver el avión caer y perderse en una especie de selva extraña, solo escuché un estruendo.

《De no haber saltado ese hubiera sido mi destino》

Suspiré y seguí en el descenso, queriendo que fuera más rápido, si habían derribado el avión era porque sabían que estábamos ahí, eso no era del todo bueno.

Podía casi sentir el piso, puse mis piernas firmes y me apoyé lo más que pude en el suelo una vez aterricé.

Tuve un pequeño desequilibrio que me hizo irme para atrás y caer de espalda.

Las Luces Del Norte (Furry/Yaoi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora