9. Sólo con él.

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Narra Adrián.

No podía sentir nada, todo estaba oscuro, tenía vagos recuerdos de lo que había pasado, solamente me veía cayendo antes de cerrar los ojos.

《¿Morí?》

De la negrura apareció una luz blanca al fondo, llamaba mucho mi atención y comencé a caminar hacia ella.

Cada vez que me acercaba todo se iluminaba, estaba cerca y cada vez más cerca.

Cuando casi pude tocarla vi como se iba alejando cada vez más lejos.

Entonces tosí, pude sentir una gran cantidad de agua saliendo de mi boca y dejándome respirar mejor.

Abrí los ojos, estaba a la orilla del río, mi ropa y cosas estaban mojadas.

Miré hacia el frente y junto a mi estaba aquel polar con el que había huido.

—¿Estás bien? —preguntó.

Me extrañé por la ligereza del tono en el que había hablado y por tenerlo tan cerca de mi.

—Sí... estoy bien, ¿qué ha pasado? —pregunté.
—Caímos por la cascada y te saqué del agua parecia que no respirabas así que tuve que tuve que darte RCP y funcionó —dijo y esbozó una leve sonrisa.
—E-espera quiere decir que tu a mi... —señalé sus labios y después los míos.

Él asintió silenciosamente, mi rostro se puso rojo y traté de mirar a otro lado.

—Era eso o dejarte morir, te he salvado la vida —dijo.
—Bueno, tienes razón —dije.

Lentamente el rubor iba desapareciendo pero la situación se encontraba incómoda.

—No sé cuán alejados estamos de el campamento provisional pero ya no es prudente volver, tenemos que avanzar —dijo.
—A ¿dónde vamos? —pregunté.
—Yo de vuelta a la base, no sé que vayas a hacer tu —respondió.
—¡Oye!, desde que me liberaste ayer creo que también soy parte de esto ¿no crees? —pregunté algo molesto.
—Hmm, ciertamente podrías servir —dijo pensativo.

Suspiré  y me levanté era incómodo traer la ropa mojada.

—Antes de seguir deberíamos poner a secar nuestras cosas —dije.
—Tienes razón, es incómodo andar por ahí así —respondió.

Él también se levantó y miró hacia los árboles buscando al parecer algo.

—Pero en cuanto se seque nos vamos, no nos podemos quedar aquí por mucho —dijo tomando unas ramas y atandolas.

Hizo una tipo soga con las ramas y las colgó a lo largo de dos árboles.

—Listo, tendedor provisional —dijo.

Me puse a pensar un momento, giré y lo que vi me llamó la atención; él comenzó a sacarse la ropa prenda por prenda, primero el saco tinto que cargaba, debajo tenía una playera blanca la cual también se quitó.

Pude apreciar su peludo y algo abultado abdomen, me sentía muy extraño.

—¿Qué esperas? —dijo a punto de quitarse el pantalón.

Me giré nuevamente con el rostro ardiendo y también me quité la ropa, no me iba a desnudar por completo así que me dejé el bóxer.

Caminé al tendedor y coloqué mis ropas tratando de ignorar con la vista al polar.

Una vez terminé lo miré de reojo, afortunadamente también estaba en calzoncillos así que no habría tanto problema.

Me había acostumbrado a ver a otros chicos en la ducha conmigo en la escuela militar aunque algunas veces el estar ahí era raro para mi, no lo entendía del todo aún.

—¿Qué hacemos? —pregunté, dudaba mucho que solo nos quedáramos esperando a que la ropa se secara.

El polar se puso a pensar un poco.

—Revisar que tanto tenemos de provisiones y otras cosas —dijo y se sentó en el suelo, se estiró a alcanzar su mochila.
—Lo bueno de estas cosas es que son impermeables, si había algo adentro ten la seguridad de que no se mojó —dijo con una sonrisa y procedió a abrir su mochila.

Yo también me senté y alcancé la mía, quería creer que todo seguiría ahí como hace un día al menos.

La abrí y efectivamente; estaba seco todo, la comida, las provisiones, mi botella para el agua y otras cosas que había juntado por ahí suspiré agradecido y la cerré.

—¿Y bien?, ¿Qué encontraste? —preguntó el polar.
—Tengo comida y agua, solamente —respondí.
—Bien, yo también tengo algo de comida, agua, una linterna, fósforos y encendedor, una soga y esto —dijo para mostrar aquel radio que yo había encontrado en el avión estrellado.
—Vaya, aún lo conservas —dije.
—Puede que nos sirva de algo ya comprobé que es funcional  solo falta encontrar una buena señal... —dijo y la encendió.

Me acerqué a él curioso de saber que encontraríamos, entonces se interceptó una conversación.

—Aquí Bill, ¿hay noticias de los fugitivos? —preguntó una voz por el radio, reconocía esa voz.
—No señor, desaparecieron ayer junto al lago —respondió la otra fursona.
—Seguiremos la búsqueda río abajo, corto —dijo.

Hubo un leve silencio, miré a el polar que parecía estar pensando.

—Creo que era mejor no escuchar eso —dije.
—Esperemos un poco más y nos iremos —dijo y se levantó.

Estuvimos ahí un rato preparándonos y esperando, decidí darme un baño rápido lejos de donde estaba aquel polar, me quité el bóxer y lo puse al sol.

El agua parecía calmada, la toqué y estaba en su punto, me metí procurando mojar cada parte de mi cuerpo y me senté para recostarme en unas rocas que había por ahí.

Cerré un momento los ojos, era un pequeño instante de paz desde que había llegado a aquel lugar.

Luego de unos minutos escuché unos pasos secos en la arena, abrí los ojos, aquel polar me estaba mirando algo serio ya se había puesto su uniforme.

—No es tiempo de descansar, vámonos —dijo y se dió la vuelta.

Suspiré y me levante para salir del agua.

Poco me importaba si aquel oso me veía o no, me coloqué mis boxers y tomé mi uniforme para vestirme.

Podía sentir su mirada en mi espalda, terminé de colocarme mis botas y me levanté.

—Estoy listo —le dije.

Él tomó la cuerda que había usado para tendedor y me indicó con la cabeza que lo siguiera.

Me preocupaba que ambos no teníamos armas, estábamos siendo perseguidos y sin con que defendernos.

Tenia cierta incertidumbre pero aún así seguimos caminando.

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Hasta aquí el capítulo, espero que les esté gustando, gracias por seguir apoyando y comentando ;)

No salgan de casa chavoz, lavense las manos y usen cubrebocas.

—MadSoul345.

Las Luces Del Norte (Furry/Yaoi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora