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Tony estaba de muy mal humor.

—¿Es en serio? —Pepper miró a los dos hombres detrás de ellos—. Víctor es un imbécil.

El castaño rodó los ojos. Odiaba que esos dos sujetos estuvieran siguiéndolo a todas partes, sin darle un respiro, todo por órdenes del estúpido von Doom.

—También adelanto la boda. —Stark se veía cada vez más cansado.

—¿Te casarás? —Virginia se paró enfrente de él, esperando un rotundo no.

El Omega quiso negarse y decir que tenía un plan B, pero todo estaba en su contra; sus acciones habían sido congeladas por el maldito gobierno, su empresa la perdería si no se casaba con su Alfa destinado, además, necesitaba estar marcado para que le regresarán todo lo que por derecho le correspondía.

Y Víctor era su Alfa destinado ante la sociedad y sus socios. De igual manera, esos malditos ancianos sólo aprovecharon la oportunidad de quitarlo de su cargo, eran todos Alfas, creyendo que un Omega no debería tener poder, claro que aprovecharían las circunstancias y pondrían a Víctor en un pedestal sólo por ser uno de ellos.

—Tengo que hacerlo.

—No sabes si Víctor jugará sucio. Puede que cambie las cosas a su conveniencia. —Virginia se despeinó cuando paso las manos en su cabellera—. Veré qué puedo hacer, pero Tony, no cometas una estupidez.

El genio vio a su mejor amiga irse, después vio a los dos sujetos a sus espaldas. Seria un largo día.

•••

Steve respiró tratando de calmar a su Alfa interior.

Su Omega era resguardado por dos hombres, que si bien eran intimidantes, no eran enemigos para él.

Estúpido Víctor y sus ganas de joder.

—Lenguaje Capitán. —Bucky llegó a su lado y le sonrió—. Se que estás pensando, así que está vez, te regañare como venganza.

El rubio cerró los ojos y contó hasta 10. No podía perder el control, aunque fuera muy fácil para él dejar fuera de combate a esos sujetos y entrar al laboratorio para besar a su Omega.

—Steve, escuché algo en la sala de juntas. —James lo miro con preocupación.

—¿Es sobre Tony?

El Omega de cabellos largos asintió, pensando en sí debía decirle o no.

—Bucky... —El rubio lo miro con insistencia.

—Fury estaba hablando con Víctor von Doom. —James chasqueó la lengua—. Y tal parece que el sujeto ese le estaba pidiendo permiso para un plazo de mayor tiempo.

Rogers no entendía a que quería llegar.

—Steve, Doom le dijo a Fury que Tony y él estarían fuera por un tiempo después de la boda, por eso está pidiendo más tiempo para entregar el armamento. —Bucky suspiró—. Se irán el próximo lunes.

El rubio miró por instinto al Omega dentro del laboratorio. Tony...

—Se casarán este fin de semana. —Steve apretó los puños en la tela de su uniforme.

Tenía que ser una maldita broma.

•••

Tony estaba cansado de tener a esos dos sujetos detrás de él como si fueran perros guardianes; ni al jodido baño podía ir.

—Oye, tú, grandote. —Un hombre blanco, de cabellos castaños y ojos chicos al fin lo miro— ¿Estarán siguiéndome hasta en mi torre?

—Es nuestro trabajo.

Simples y llanas palabras. Stark gruñó.

El característico "clic" del elevador se escuchó. Tony jadeo en disgusto, era Víctor, la persona que menos quería ver.

Cuando llegó a su tan amado hogar, creyó que tendría un pequeño descanso de todo eso, pero el Alfa de cabellos oscuros no pensaba igual que él.

Además estaba algo decaído. No había visto a Steve en todo el día.

—Buen trabajo chicos. —Víctor llegó hasta él—. Tenemos que hablar.

Tony lo siguió muy a su pesar. Al menos esos dos no los estaban siguiendo.

Subieron a una de las habitaciones de invitados, y se encerraron ahí. Seguramente Víctor no quería que sus perros guardianes escucharán.

—¿Qué quieres Víctor?

—Mañana quiero que vayas con las modistas y te pruebes todos los modelos que elegí para ti. —Víctor tomó asiento en una elegante silla del cuarto—. Ya está el salón, el vino, la comida, el pastel, también las invitaciones ya fueron entregadas y la misa está pagada. Yo me preocuparé por lo demás que llegue a faltar. Tú tarea solo sera lucir hermoso el día de nuestra boda, cariño.

Tony trató de que su paciencia se quedará con él.

—Esto no quiere decir que me he rendido Víctor. —El Omega lo miro amenazante—. Voy a recuperar todo lo que me pertenece.

El Alfa rio con burla.

—Eso lo veremos.

Anthony salió de la habitación molesto. Se sentía un completo inútil, ni un maldito puñetazo podía darle sin temer las consecuencias.

—¡No hemos acabado de hablar! —Víctor lo alcanzó en las escaleras, tomándolo del brazo. Se dio cuenta que el castaño estaba paralizado en su lugar— ¿Qué te pasa?

Su mirada se dirigió a dónde Stark miraba.

Steve Rogers estaba parado enfrente de ellos, con los guardias en el suelo, seguramente inconcientes.

—¿Steve? —Tony lo miro sorprendido. Mal momento para excitarse.

El aroma del genio lleno el lugar, causando una sonrisa en el soldado y disgusto en el científico.

—Suelta a mi Omega. —Ordenó el Capitán.

Doom lo soltó por inercia. Rogers parecía no tener la paciencia que siempre lo caracterizo.

Inmediatamente, Tony se dirigió al rubio. Sonrió cuando estuvo enfrente de él.

—Pensé que hoy no te vería. —Stark sintió que al fin su cuerpo se volvía una bola de nervios y alegría. No sabía que necesitaba tanto ver al soldado.

—Oh Capitán Rogers. —El hombre de mirada burda bajo los escalones que faltaban para quedar frente a la pareja—. Viene por su invitación, ¿no es así? —De su abrigo, el Alfa saco un sobre—. Aquí está.

Steve golpeó la mano con la invitación, gruñendo como un animal molesto por la presencia de su enemigo.

—Sí estoy aquí, no es para pelear contigo, más bien, vengo a hacer una promesa. —Rápido, recupero el control de su temperamento, ignoró a Víctor y se dirigió al castaño.

—¿Steve?

El rubio tomó la barbilla del genio, alcanzo sus labios y lo beso enfrente de von Doom.

Tony jadeo en sorpresa por el repentino acto.

No pudo evitar que su Omega se regocijara de la felicidad y orgullo. Era un claro reto hacía Víctor, además de reclamarlo como suyo.

Cuando los labios de Steve se separaron de los suyos, no pudo evitar el sentimiento de abandono.

—Voy a impedir tu boda. —Dijo fuerte y claro el rubio.

El Alfa de cabellos negros los miro molesto.

Y Tony, Tony estaba sonriendo como un idiota.

AcianoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora