22. Hoseok ⚠️

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Jimin vio al pelirrojo poner la mano sobre la frente de Jungkook y luego acariciarle el rostro sin dejar de mirarlo. Luego le apartó algunos mechones de cabello que le caían sobre los ojos y suspiró, para después depositar un corto beso sobre la frente del menor.

—Tiene fiebre —comentó Hoseok volteandose un poco.

El pelinegro cerró los ojos un momento, recordando una vez más la escena de hace un rato; el cuerpo tembloroso y frío de Jungkook, su llanto imposible de cesar, las manos del pelirrojo prácticamente sacándoselo de encima. Se pasó las manos por el pelo intentando calmarse antes de dirigirse a la cama y sentarse en una orilla.

—Pensé que aquella vez en la fiesta, él... solo estaba borracho.

Hoseok intentó soltar una risa para romper el ambiente tenso, pero el dolor en su pecho no disminuía viendo al muchacho dormir apaciblemente envuelto en esas sábanas blancas, en cualquier caso se volvía más y más intenso con el paso de los minutos, pensar en el Jungkook que despertaría dentro de unas  horas  le rompía el corazón.

—Empezó ya hace algunos años, cuando, no sé si te lo habrá contado, tenía como catorce años, aún éramos unos niños, y el conoció a este tipo al que ayudaba con unas materias, tuvieron sexo, el idiota difundió un video que grabó de ellos dos y Jungkook no volvió a la escuela en un par de meses. Nadie sabía que era él el chico del vídeo, pero supongo que el tipo le rompió el corazón porque él estaba ahí, pero no estaba, no sé si tiene mucho sentido. No era él, su madre tenía que bañarlo, darle de comer, cambiarle la ropa. Supusimo que había sido solo eso, pero...

—Se volvió frecuente.

Hoseok sonrió tristemente.

—Alguna que otra vez había algo que lo detonaba, hace poco fuiste tú, pero la mayoría de ellas venía de la nada, de pronto, de un día a otro, como que se pagaba. Después empezó a tener otros episodios, era todo lo opuestos a esos momentos en los que dejaba de existir y se fundía con su cama, o deambulaba sin rumbo hasta que lo encontrábamos algunas cuartas lejos de su casa. Eran distintos él, estaba tan animado, tenía tantas cosas en mente, lo veías en todas partes, habían competencias de arte en la escuela, ahí estaba, de deporte, ahí estaba, los profesores necesitaban un ayudante, ahí estaba. Y luego no recordaba que había tomado todos esos compromisos, o no recordaba que se había peleado con un chico de último año porque el chico lo empujó sin querer en el palliso y que, de hecho, había ganado la pelea.

Los ojos de Jimin se desviaron al muchacho que dormía en su cama cuando este se acomodó entre las mantas, encontrando una mejor posición para seguir durmiendo. Luego el castaño restrego el rostro en la almohada y pareció tomar una gran bocanada del aroma de Jimin. Cuando el mayor volteó a ver al pelirrojo este esbozaba una tierna sonrisa mientras miraba a su amigo.

— ¿Entonces? —preguntó intentando sacar a Hoseok se esa nube en la que se había sumido.

—Entonces acabamos un día en emergencias psiquiátricas, llevaba al menos una semana y media sin dormir, o eso me dijo su mamá, y se había puesto a gritar cuando la vio entrar a su habitación, incluso en la clínica no dejaba de gritar. —Conectó entonces sus ojos con los del mayor y ladeó la cabeza como si intentara entender qué pensaba Jimin en ese momento. —Su madre se fue poco después de que lo diagnosticaran.

—Entonces es litio lo que toma.

El pelirrojo volvió a mirar a Jungkook y asintió.

—Solo que cuando está pasando por alguna fase lo olvida y eso lo empeora, o solo no quiere tomarlas porque "lo hacen sentir muerto". Últimamente había estado bien, estaba tomando su medicamento, pero aun así es difícil saber cuando tendrá un episodio... Pero él lo sabe, él por lo general sabe si la dosis no esta funcionando.

Una vez más miró a Jimin, esta vez como si recién se diera cuenta de algo. Se agachó junto a la cama y rebuscó un poco hasta que por fin dio con el frasco. Se arrodilló y miró la fecha impresa en este antes de vaciar el contenido en la alfombra de la habitación. Se le cerró la garganta una vez que terminó de contar. Miró al castaño intentando comprender.

—Lleva dos semanas sin tomarlas.

DADDY | Jikook Donde viven las historias. Descúbrelo ahora