LA REBELDE

CAPÍTULO 17

POV MAXÓN

-Eso estuvo espectacular, lady America- le dijo Marotti acercándose a ella, en lo que el resto de la multitud aplaudía; le susurraba unas cuántas cosas al oído que hacia que ella se sonrojará con cada una, y sonriera tímidamente, el corazón se me había parado de solo verla, pero escucharla cantar, era de otro mundo.

-Bueno parece que ha sido una velada interesante- dijo Gavril a la cámara acercándose a América y a Noris- ¿han llegado ya algún acuerdo con el rey? ¿El pueblo lo ha coseguido?

-Por desgracia...- Inició Noris- su majestad se ha mantenido cerrado ante los cambios, lamentamos mucho que esta fiesta no nos haya ayudado más que a perder el tiempo, pero ahora viendo la oposición de la corona a nuestra marcha, tendremos que...

-Alto ahí- dije y la cámara me enfocó, ni siquiera me había percatado que había llegado hasta ellos

-Algo que decir su majestad?- preguntó un Gavril, que medía con sumo cuidado sus palabras

-Sí- le aseguré, no sabía exactamente lo que estaba haciendo, pero mi corazón no me dejaban de gritar que siquiera hablando- no es que  este cerrado al cambio, y que no comparta la idea de que el sistema está a punto de colapsar

-Aquello no era lo que parecía- dijo Mackenday

-Pues usted no es muy bueno leyendo a las personas, señor Mackenday- le aseguré y lo desafié con la mirada- amo a mi pueblo, tal como lo aman ellos- dije y evité mirar a América por miedo a quedarme paralizado ante sus ojos como siempre me pasaba- y estoy dispuesto a luchar por su cuidado y protección, es un trabajo largo, que no se soluciona en una noche, mucho menos en una fiesta- aseguré- por eso tengo una propuesta para ambos

-¿Una propuesta?- preguntó el hombre- ¿Qué propuesta?

-Para que esto salga bien, debemos trabajar y mucho- dije con cuidado, realmente no estaba pensando en el sistema de castas, mi atención estaba centrada en América, la acababa de ver después de un año y no podía perderla de nuevo, sí, sabía que era egoísta pero aquello era algo que no podía y no quería evitar, mi corazón se aferraba a ella- trabajar juntos- esta vez la miré y compartimos una mirada rápida, ella notenía idea de lo qque iba a hacer- los invitó a vivir en palacio el tiempo que sea necesario para reformar el sistema, todo sea por el bien de Illéa- dije, y muchos en la sala que estaban escuchando la entrevista ahogaron gritos, estaban atónitos, busqué con la mirada a mi padre, y me encontré con él que resoplaba furioso, <<¿Qué demonios estás haciendo?>> pude leer en su rostro, intenté disimular el miedo que aún le tenía a esa mirada- Venceremos al sistmea, y a los rebeldes del sur, claro, si es que aceptan.

-Pero por supuesto que sí- dijo Noris, sus ojos me inspeccionaban buscando la trampa, pero es que en realidad todavía no había tenido tiempo de pensar en alguna, solo la quería tener cerca, quería tenerla de nuevo entre mis brazos, la excusa que utilizara no me importaba; mi vista se fue de nuevo a la pelirroja que se había quedado atónita

-¿Y usted lady América aceptará?- dijo Gavril percatándose del silencio que invadía entre nosotros-

-Ah...- dudo por un momento en responder- sí, acpetaré- sonrió .

-Y así es amigos, ahora tenemos una alianza formal hecha en vivo y directo, el vínculo entre la corona y el pueblo; que trabajarán codo a codo, por el bien de Illéa- concluyo y las luces rojas de la cámara se apagaron. 

-Aquello si que no me lo esperaba, su majestad- dijo el rebelde

-Ni yo- dijo ella, volvió a mirarme, tambien buscaba la trampa, o la razón por la que lo había hecho, ella era la razón- ¿Realmente quiere reformar el sistema?

-De no quererlo no lo hubiera anunciado a televisión abierta- dije imitando un tono divertido, pero aquello no la hizo sonreír

-Entonces será un gusto trabajar con usted- dijo Noris- todo sea por Illéa- dijo él ofreciéndome su mano.

-Todo sea por Illéa- le seguí, aun no tenía ni idea de que exlicación le daría a mi consejo, mucho menos una razonable para mi padre, y no quería enfrentarme a Kriss; pero después de todo, aquello no parecía tan malo, al menos podría verla, no sabía exactamente que era lo que buscaba con traerla a palacio, pero sabía que lo haría, después de todo soy el rey, y no hay nadie en el mundo más poderoso que yo.