LA REBELDE

CAPITULO 9

POV MAXÓN:

Sentía el sudor helado recorrer todo mi cuerpo en lo que golpeaba el saco de boxeo, una y otra vez, llevaba horas haciendo lo mismo y sabía que si no paraba terminaría haciéndome daño, pero no me importaba; las imágenes de América besándose con otro hombre volvían a mi mente; los celos y la ira me invadían de solo recordarlo, y me nublaban el juicio por completo, tal como muchas veces me había temido, ella ya me había olvidado y no podía culparla, no podía molestarme con ella; pero aún así lo estaba, estaba furioso con ella, con su vida y especialmente conmigo.

Tendría que recomponerme para la noche, pues era mi cumpleaños, Kriss y mi madre habían organizado una fiesta, a pesar de haberme negado no podía faltar, vendrían diplomáticos de distintos países y algunos aristócratas de Illéa, el rey tenía que estar presente.

Pedí que el almuerzo fuera llevado hasta mi oficina, no estaba de ánimos de tratar con Kriss y sus reprimendas por mi comportamiento, no, hoy no quería escuchar a la perfecta Kriss y sus rostros de molestia o de pena, este matrimonio nos estaba dañando a ambos, pero ya no se podía hacer nada, casarme con Kriss había significado casarme con el pueblo, y no podía divorciarme de mi pueblo.

-Majestad, llegó Soria Blanche- me indicó una de mis asistentes

-Dile que pase- le indiqué, la mujer que yo mismo asigné a América entró, hizo una reverencia y la invité a sentarse, ella me entregó la carpeta con las nuevas fotos de América, apenas me la tendió se la quité de la manos, siempre tan desesperado por saber de ella, abrí la carpeta en ella había fotografías de ella en su casa, ni siquiera se había dado cuenta que la estaban fotografiando, había otra de ella dormida en el mueble de su sala o jugando con sus hermanos, sonreí al verla, lo serena y feliz que se veía siempre, lo feliz que su vida sin mi- ¿Y el otro?

-Oh- dijo ella, sacó la otra carpeta- su nombre es Noris Mackenday Revolucc-me la entregó-  es el hijo adoptivo de Peter Mackenday, el de las...- asentí,  conocía perfectamente la "asociación de telecomunicaciones" más importante del país- su madre se casó el señor Mackenday y pasó de ser un siete a un dos

-Pero las empresas son siempre cuatros- le dije

-Sí, pero Mackenday padre compró el derecho de ascender de casta, juntó con toda su familia, son doses, desde hace 20 años; de su vida como siete no se conoce mucho, excepto que fue castigado por robo cuando tenía 10 años

-¿Qué robo y qué pena recibió?

-Una tienda de fármacos junto a su padre, y le amputaron un dedo; el padre murió- se me detuvo el corazón al escucharlo, como pudo un niño recibir un castigo como ese, de inmediato me vino el recuerdo de América cuando me hablo del chico que azotaron en la plaza por haber robado una bolsa de frutas, era algo horroroso, pero permitido, las leyes de Illéa lo aprobaban

-¿Qué tan serio es?- pregunté e intente no sonar desesperado, creo que fallé, porque la mujer frente a mi me miró con compasión, odiaba que me miraran así, por lo que endurecí el gesto e hice mi voz más gélida- responde

-No losé- negó- la señorita Singer suele ser muy reservada al respecto, sé tanto como los medios, su hermana ...May me contó que ella siempre dice que no es nada serio

-¿Y le crees?- pregunté, América amaba a su familia pero la conocía lo suficiente para saber que ella no platicaría sobre su vida amorosa con su hermana menor, no, tal vez deba probar con Marlee, sé que ella se comunica con América.

-Ellas dos son muy unidas- asentí

-Bien, ¿Algo más respecto a ella?

-No su majestad, ha estado ocupada con el disco y su fundación que no le queda tiempo para nada- "Excepto para enamorarse de otro" pensé y deseché el pensamiento, ya no me correspondía estar molesto, que amargo chiste, la alejé de Aspen lo más que pude pensando que solo en sus brazos encontraría consuelo y ahora resulta que había conocido a otro, un modelo mucho mejor que ese soldadito; y un modelo mucho mejor que yo, que le daría una vida más libre de responsabilidades y cargas como monarca, lejos de la jaula ...