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Hoy es lunes, 4 de abril del año 2000.

Siempre pensé, incluso antes de tú nacer, que te escribiría las memorias de tus primeros años de vida. Ya hacen hoy 4 meses y 7 días que naciste, y la cantidad de cosas que tengo que hacer, ocupada en tu alimentación, higiene y cuidado, no me han dejado lugar para iniciar mis propósitos; me doy cuenta de que a medida que pasa el tiempo, tengo menos oportunidad, porque tengo que cocinarte, ya no es suficiente con el pecho y debo de ir incorporándote poco a poco tus primeros alimentos.

Normalmente, las hembras tienen todo de color rosa, y los varones, de azul. Yo he roto con todas las reglas y las tradiciones, porque además de no saber tu sexo hasta que naciste, no estoy muy de acuerdo con esas costumbres sexistas.

Tú tienes todo lo que te proporciona comodidad y así agradezco a todas las personas que te hacen regalos. Por ejemplo, tu cuna es blanca, fue un presente de tu abuelo de Mayarí Arriba, con gaveta y todo. Es tan fuerte que tu papá se ha acostado en ella.

Tu mosquitero de copa es amarillo, fue la única vanidad que me permití, y el de adentro es blanco, ambos muy necesarios porque aquí hay mosquitos, de día y de noche.

Tu sillita también te la mandaron de Mayarí Arriba y la pintamos de rosa. Tu cesta de pañales está adornada con encaje y cintas del mismo color, y tu orinalito es azul.

Así quiero que veas la vida, pequeña, ¡de todos los colores!

El diario de mi pequeña DaniDonde viven las historias. Descúbrelo ahora