16

23 3 0
                                    

19 de abril del 2001

Hoy llegué un poco tarde del trabajo, y algo cansada. Cuando te fui a buscar a la casa de Misladis (la persona que te cuida), tú estabas durmiendo y ella me dijo que te habían abierto los agujeros de las orejas.

Yo no sé cuantas cosas pasaron por mi mente en ese momento. ¡Qué rabia! ¡Qué impotencia! Me contó que Coqui, una doctora amiga nuestra que siempre te va a visitar, fue la autora intelectual; hasta te puso sus aretes.

Cuando te vi, inocente, acabada de despertar, con tu pequeña carita contrastante con dos dormilonas enormes de plata, que la doctora te puso para que no se te cerraran los  agujeros, me dio mucho coraje.

Te llegó el círculo infantil por segunda vez. Yo no quisiera que Misladis te dejara de cuidar allí en casa de Toto. Tú pareces sentirte como en tu propia casa, pero el círculo es necesario.

El diario de mi pequeña DaniDonde viven las historias. Descúbrelo ahora