19 de abril del 2001
Hoy llegué un poco tarde del trabajo, y algo cansada. Cuando te fui a buscar a la casa de Misladis (la persona que te cuida), tú estabas durmiendo y ella me dijo que te habían abierto los agujeros de las orejas.
Yo no sé cuantas cosas pasaron por mi mente en ese momento. ¡Qué rabia! ¡Qué impotencia! Me contó que Coqui, una doctora amiga nuestra que siempre te va a visitar, fue la autora intelectual; hasta te puso sus aretes.
Cuando te vi, inocente, acabada de despertar, con tu pequeña carita contrastante con dos dormilonas enormes de plata, que la doctora te puso para que no se te cerraran los agujeros, me dio mucho coraje.
Te llegó el círculo infantil por segunda vez. Yo no quisiera que Misladis te dejara de cuidar allí en casa de Toto. Tú pareces sentirte como en tu propia casa, pero el círculo es necesario.
ESTÁS LEYENDO
El diario de mi pequeña Dani
Short Story¿Quién ha estado siempre a tu lado desde tu primer minuto en este mundo? ¿Quién te amó, te ama y te amará incondicionalmente, aunque cometas el peor error que un humano es capaz de obrar? Pues si, TU MADRE; ese ser que estaría dispuesto al sacrifici...