El diario de mi pequeña Dani

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8 de junio del 2000

Dani:

Tu papá me critica que no tengo tiempo para escribirte en tus memorias. Es posible que, cuando tú pases lo que yo, quiero decir, cuando tengas hijos, sobre todo el primero, apenas tengas tiempo; entonces me comprenderás.

Para no olvidar: a los 6 meses y 3 días te paraste sola en tu cuna. Eso fue increíble, porque apenas tienes fuerzas para sostener tu cuerpecito. Te sujetaste de la cuna, y poco a poco, acopiando fuerzas, te paraste en tus piernecitas. Después de eso, lo haces cada vez que te pongo en la cuna, incluso cuando despiertas. Exactamente hoy, te sentaste con algo de equilibrio y te mantuviste por largo rato.

La leche fresca te ha caído mal y has tenido diarreas persistentes; no aumentas de peso, te mantienes en 6.3 kilogramos y en ocasiones, 6.2.

Hoy, por primera vez, has tomado más de 3 onzas de leche, justamente 8, de leche de chiva, según orientó el médico. Espero que te haga bien. Mides 68 centímetros y pesas 6.3 kilogramos.

Lo primero que te comiste fue un puré de malanga. Te llenaste el pelito, las orejas, los pies y todo; al final de la comida, tú y tu mamá estaban llenas de puré.

A tu papá le gusta verte dormir. Me pregunta cómo puedo soportar el día entero contigo arriba, brincando y queriéndolo todo. Estás muy bonita e inquieta, pero no despiertas llorando.

Tu tía Leydis te adora, te canta, te da cariño, te hace muchos regalos y te visita con frecuencia, pero cuando se va, tú la extrañas mucho.

Ahora juegas con tu papá.

¡Eres adorable, pequeña!