Capítulo II: La desaparición de Alex

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Unas 2 o 3 horas más tarde, Alex, tratando de encontrar a la ninfa se adentró en lo más profundo del bosque. Estaba molesto y le dolían los pies, pero sin queja alguna siguió adelante.

Narra Alex

-Uf, menudo tostón de andar.-Me quejé.(Bueno, sí se quejo)- 

Entonces me noté un poco los labios con la lengua: Estaban muy ásperos, necesitaba beber agua ya. Otras 2 horas después, mientras caminaba, alcé la cabeza y canté aleluya: ¡Había encontrado un río, estaba salvado!

Sin más demora, empecé a correr lo más rápido que podía hasta que por fin llegué a él.

-¡Qué fresquita!.-Dije muy contento.

Pero mientras me refrescaba, vi que a mi lado había un conejo que también había parado a beber agua.

-Me coloqué en una posición superior y le dije al conejo:

-¡Oh...! ¿Te has perdido? -Le dije en tono dominante y le pegué una patada.-

-¡FUERA DE AQUÍ, ESTE RÍO ES SÓLO MÍO!-Al conejo se le veía súper asustado.-

Cuando parecía que no podía más, el conejo empezó a brillar hasta deslumbrarme y me asusté un montón.

-¡Pero madre mía qué es esto!- Grité.

Entonces el destello de luz dejó de brillar y me dí cuenta de una cosa: ¡El conejo se había convertido en la ninfa!¡Y era mucho más grande y majestuosa de lo que parecía ser! Entonces me puse inmediatamente de rodillas y suplicando le dije:

- ¡Por favor, no me hagas daño!- Le dije esto una y otra vez pero entonces ella me dijo:

-Acabas de incumplir las leyes del bosque. Mereces un castigo.- Me dijo en un tono algo misterioso y legendario.-

Yo seguía suplicando y diciendo: -¡Piedad!-Pero no me hacía caso. Entonces, cogió su vara mágica y parecía que me iba a golpear con ella, pero no lo hizo, simplemente me dio un toque con ella en ambos hombros.

-¿eh? Pues no me ha pasado nada...- pero entonces me di cuenta de que todo se hacía más y más grande...¿O era que yo estaba encogiendo? Aún así no dije nada, porque estaba muerto de miedo. Entonces me miré para ver si era yo el que había encogido y...

-¡¡¡SOY UN CONEJO!!!-

Entonces la ninfa me dio una rosa y añadió:

-Toma esta rosa y protégela con todo tu alma y corazón. Si consigues protegerla como tu vida misma hasta que se le caigan todos los pétalos, volverás a ser humano. Si no, serás un conejo toda tu vida.-Entonces volvió el destello de luz y ella desapareció, sin dejar rastro alguno.

Unos 20 min. más tarde, dejé de llorar y cogí con la boca la rosa y empecé a dar pequeños saltos tratando de encontrar alguna madriguera en la que pasar la noche. Mientras buscaba me di cuenta de que ya era casi por la noche y a estas hora los zorros salían a cazar: Me tenía que dar mucha prisa.

Seguía en mi búsqueda de refugio mientras que oí un ruido que venía de un matorral.

-¿Qué era eso?


Hasta aquí la primera parte del segundo episodio, si os a gustado votad esta historia, dejad vuestra opinión en los comentarios y muy pronto volveré con más. Espero que lo hayáis disfrutado.

Se despide,

Star_Fox81


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