- ¿No dormías hoy en la habitación de Alex? - me preguntó María al entrar.
- Si, pero no me encontraba bien. - mentí.
- Vaya, ¿quieres que te traiga algo?
- No, gracias. - le dije sonriendo.
- Bueno, pero lo de mañana sigue en pie, ¿no?
- Desde luego, muy mal me tengo que encontrar como para no querer ir de compras. - dije riéndome.
Y eso hicimos. Al día siguiente estuvimos todo el día de compras. Me compre bastante ropa porque no era tan cara como en mi ciudad y yo no me había traído demasiada.
Estábamos tomando algo en una cafetería, cuando Amy dijo:
- Bueno, ¿os caen bien los chicos?
- Si, parecen buena gente. - dijo María. - Además, están bastante bien. - y se rieron las dos. - Se que Alex no está disponible, tranquila. - me dijo.
- Si, si. Lo siento. Es que estaba un poco out de la conversación.
- ¿Y eso? ¿Problemas en el paraíso?
- Problemas no. Pero anoche discutimos.
Se produjo un silencio incómodo.
- ¿Quieres hablar de ello? - preguntó Amy.
- Pues mira, no suelo confiar mucho en la gente tan rápido, pero me habéis caído bien. A ver cómo os cuento esto. Es un poco vergonzoso para mí.
- No te preocupes, no nos vamos a reír. - me dijo María, poniendo su mano en mi pierna.
- El caso es que anoche Alex y yo íbamos a hacerlo por primera vez. Entre nosotros me refiero. Bueno, también iba a ser mi primera vez, pero no la suya. Nos pusimos con los preliminares, - aquí me estaba muriendo de vergüenza - y yo no me sentía cómoda, pero tampoco se lo quería decir, así que empecé a hablar. Él al principio siguió con lo suyo pero ya me puse tan pesada que paró. Le dije que lo sentía y todo eso, pero se enfadó y se marchó de la habitación.
- Vaya. - dijo María.
- Le tendrías que haber dicho que no estabas cómoda. - dijo Amy.
- Ya. Pero yo que sé, me daba vergüenza porque él lo ha hecho miles de veces y yo no.
- Lo más importante de una relación es la confianza en el otro. - dijo María.
- Si, creo que ese es vuestro problema. - añadió Amy.
- Puede ser. Pero no tendría que haber reaccionado así. Tiene que entender que iba a ser mi primera vez. - dije.
- Y, ¿de qué hablabas mientras intentábais hacerlo? Quizá el problema esté ahí. - dijo Amy.
Miré a María. No podía contárselo o dejaría de ser mi amiga.
- Ni me acuerdo. - mentí.
- Bueno, seguro que se le pasa pronto. Tú no te preocupes. - dijo María.
Un rato más tarde, volvimos a la residencia. Los chicos estaban sentados en un sofá de la zona común y las chicas se acercaron.
- Yo casi mejor me subo a la habitación. - les dije.
- No seas tonta. Ven. No tienes porque cruzar palabra con él ahora. - me dijo Amy.
Nos sentamos en el sofá de enfrente y empezaron a hablar.
- Mañana hay una fiesta en la residencia de al lado. - dijo Harry. - Es nuestro último día libre antes de que empiecen las clases.
- ¿De fiesta mañana? - dijo Amy. - ¿Pensáis ir de empalmada a clase el primer día? Paso.
- Va, tía. - dijo María. - Hay que acabar el verano por todo lo alto. Además, el primer día nunca se hace nada. Son todo presentaciones.
- Va, anímate. - dijo Alex. Me sorprendió que quisiera ir a una fiesta la noche de antes de empezar su carrera soñada.
- Además, aquí las fiestas acaban super pronto. Los ingleses y americanos no sabéis hacer fiestas. Os tengo que llevar yo un día de fiesta en España. Allí si que sabemos. - añadió María.
- Bueno, está bien. - dijo Amy. - Pero a las 2 quiero estar ya de vuelta. Tengo la primera clase a las 8.
- Des, tú te apuntas, ¿no? - me dijo Harry.
En un principio iba a decir que no, pero hay algo en Harry que me llama la atención y quiero conocerle mejor.
- Bueno, si vais todos... - dije.
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Londres, Tú Y Yo
RomantizmSegunda parte de Una Decisión Determinante ‼️ NO ES NECESARIO HABERSE LEÍDO LA PRIMERA PARTE PARA LEER ESTA ‼️ Desirée y Alex, ya como pareja, están en Londres para estudiar periodismo. Todo pinta genial para Desirée tras haber conseguido al chico d...