Capitulo 1

4.3K 380 75
                                    

Estabas frente a la puerta de aquel hotel, no sabias si tocar o no, te estabas arrepintiendo, no querías rehabilitarte solo cumplir la maldita apuesta, más para eso debías fingir que querías hacerlo.

—Muy bien, aquí voy.

Suspiraste y tocaste la puerta, pasaron unos minutos hasta que abrió una rubia unos pocos sentimetros más baja que tu, aunque tal ves se debía a tus tacones de casi 15cm, Sonreiste lo mejor que pudiste antes de hablar.

—Eh... Tu eres la dueña, no?

—Si, soy Charlie, es un gusto.

La rubia Sonrió enormemente, una sonrisa que parecía dolorosa y lograba incomodarte

—Es un gusto, soy ______, oí que este lugar te puede ayudar a llegar al cielo.

—¡Si! Solo debes cumplir con la rehabilitación, ¿cuales son tus pecados?

—Eh... Bueno, so-

—¡_____! Oh vaya linda, no creí que fueras a venir.

—____... ¡Oh ya! Eres la chica codiciada,verdad? Cielos, no te reconocí al inicio, ¡estaba tan emocionada!

—Asi es jeje, más ya me aburrí de revolcarme con cualquiera y quiero arrepentirme... Si era así?

—Muy bien, pasa y te anotare, el hospedaje es gratis y no debes drogarte, fornicar, bla, bla, bla

Dejaste de prestarle atención a las palabras de la chica, concentrándote solo en una, sería difícil pasar los siguentes tres meses sin alimentarte, una ves termino de hablar Angel te tomo del brazo y te hizo entrar.

—Oye, no venias por el sexi gatito del bar?

Te susurro el arácnido al mantener distancia de Charlie que los guiaba emocionada, le sonreiste de manera divertida como respuesta.

—Oh, creeme que podría tener un orgasmo solo con su voz, es tan gruesa, me sorprende que sea tan amargado, más ya me canse del acoso.

—¿Ablas del espanta clientes?

—Si, más si voy al cielo el no podrá encontrarme ahí.

—Oww, Encerio te extrañare si lo logras.

—También intentaré algo con ese gato antes de irme.

—Me gusta como piensas.

Compartieron una sonrisa cómplices que se borró cuando notaron que la rubia se detuvo y los volteo a ver.

—Solo firma esto y estarás adentro.

Dijo Charlie, tu y Angel aguantaron la risa por sus palabras, firmaste y le diste el papel a Charlie.

—Bueno, ya que veo que Angel y tu son amigos, Angel, le pecentarias a los demás?

—Por supuesto linda, acompáñame cariño.

Antes de poder avanzar alguien te tomó del hombro, por lo que te sobresaltaste y volteaste a ver quien había sido, Sonreiste al ver a aquel demonio con quien tuviste tu primera aventura.

—¡Realmente eres tú! Es un placer volver a verte viva querida.

—Es un placer también Alastor, agradezco que me ayudarás en aquella ocasión.

—Bueno, tenía que hacerlo, pero recuerda nuestra promesa.

—Si, si, tienes una reputación.

—¡Así es! ¿Y que te trae por aquí?

—Ya sabes, me canse de cierto acosador y creo que puedo librarme de el en este lugar.

—Bueno, podrás explicármelo mejor en otro momento, debo retirarme por ahora.

—Claro que si, bueno, nos veremos en otra ocasión Alastor.

Te despediste antes de seguir tu camino junto al arácnido, Alastor los vio alejarse, sintiendo recuerdos aremolinarse en su cabeza.

—¿Lo conoces?

—Todos en el infierno lo conocen Ángel —Reiste —Alastor fue de gran ayuda al principio.

Flasback.

—Aún no entiendo cómo me comvensiste de esto querida.

Estabas en una "no cita" con Alastor, el negaba que fuera eso, más tu tenías iluciones, le habías agarrado cariño a ese demonio, más aún no sabias si estabas enamorada de él.

—No puedes decirme que no.

Sonreiste dulcemente provocando un ligero sonrojo en Alastor, más inmediatamente borro aquel color carmesí de sus mejillas, aunque lo negara, había comenzado a sentir algo por aquella demonio, era tan grande el sentimiento que odiaba la mirada lasciva de los demás demonios.

—Solo quería que me dejaras en paz... ¿Como un alma inocente llegó aquí?

—Asesinato

—Buen punto.

Aquél pecado te había llevado a las puertas del infierno, pero lo aceptabas, después de todo habías matado tanto a rameras como a abusadores en vida. Una dibuja se formó en tus labios, más se borró cuando sentiste tus piernas dallar, Alastor lo noto y te sostuvo, evitando que calleras, tu vista se torno borrosa, oías a Alastor llamarte, pero su vos era cada ves más lejana hasta que caíste inconsciente. El demonio entró en pánico y te sacudió un poco, un sonido proviniente de tu estómago lo iso entender todo.

—Pero si la e visto comer... Tampoco puedo abligarla, se ahogara.

Entro en pánico y miro a su alrededor ¿Podía un demonio morir de hambre? Era ilógico, bufo frustrado y cargo a la chica hasta un lugar despejado, la recostó revisando su respiración, era lenta y su piel se volvía fría, como si realmente estuviera muriendo, rápidamente lo relaciono con su condena ¿Pero cuál podría ser? Estaba desesperado, no quería perderla pero tampoco sabía cómo salvarla, observo su rostro sintiendo impotencia.

—Debi decirte lo que siento.

Murmuró para si mismo y se acercó al rostro de la chica, juntando sus labios en un tierno beso lleno de promesas rotas que jamás podría cumplir, entonces lo noto, el color volvía a su rostro y su respiración se volvió normal, moto sus ojos tensarse y se separó.

—____?

La nombrada habría los ojos confundida, sintiendo un hormigueo en su cuerpo.

—¿Que pasó?

Entonces lo supo, su condena, había más demonios con condenas similares, por lo que fue fácil saber lo que tenía que hacer, aunque sabía que después de ello debía alejarse de ella.

—Debes de comer...

—Pero si e estado comiendo bien.

—No así... Vamos.

Fueron hasta su casa y te explico todo sobre tu condena, algo nerviosa aceptaste su oferta y le cediste tu primera ves, cuando terminaron te pidió no volverlo a buscar, el no te podía dar alimento siempre ya que tenía una reputación, aunque la realidad era que no soportaría que otros te tocarán todos los días, tu entendiste, por lo que te marchaste sin voltear atrás.

Fin del flasback.

Súcubo...? //Husk x Reader//Donde viven las historias. Descúbrelo ahora