La noche era fría y silenciosa, nada interrumpía el silencio en aquella casa, los dos jóvenes dormían abrazados entre ellos con una calma abundante.
Los árboles afuera eran silenciosos, no hacían más ruido que el de una pequeña ráfaga colisionando con sus ramas y haciéndolas chocar suavemente entre ellas.
Una noche pacífica sin embargo a pesar de lo que pasaría el día siguiente, o lo que estaría por suceder en ese momento.
Unos chicos se aproximaban risueños y a empujones a aquella casa, al frente de ellos iba Charmon Haraldsen, un chico albino, pequeño para su edad - Siendo él el mayor de todos los chicos -, cabello largo pero no lo suficiente para alcanzar sus hombros, enseñaba una sonrisa casi perturbadora en cara, reía y miraba eventualmente a sus acompañantes los cuales le correspondían su torpe sonrisa, tras de él se encontraban Erick Weiss, un chico castaño y moreno con ojos levemente rasgados y nariz aguileña y Axel Winnick, un muchacho alto y pelirrojo, su cabello era opaco y ondulado, tenía unos ojos grises penetrantes y un cuerpo fornido correspondiente a sus ya diecisiete años, y justo detrás de ellos se encontraba un chico temeroso y encorvado, aparentemente les susurraba a regañadientes y les advertía detenerse, él al contrario de ellos lucía petrificado por el miedo y muy ansioso, intentaba frenar a los chicos de realizar su cometido de una forma bastante torpe, su nombre era Thomas Pireo, era un poco más alto que el chico albino y a diferencia del muchacho anterior, el lucía débil, de poco sueño y mala alimentación, sus cabellos eran rizados, un castaño dorado, esté brillaba a la luz de la luna y su rostro llevaba una que otra peca, sus ojos eran color miel, pero en ese momento lucían tan cristalinos que casi podrían confundirse con un hermoso amarillo.
- Te dije que te quedarás en casa - Reclamó Erick
- ¡No puedo permitir que hagan esto! Es un delito, si los agentes de la paz los ven, los van a encarcelar, o tal vez peor - Gritó preocupado aquel muchacho de los ojos amielados
- ¿Puedes callar a tu estúpido hermano? Estoy harto de escuchar sus putos quejidos, te lo advierto si no lo haces tú, lo haré yo, y no les gustará -
Ante tal amenaza el chico de cabello rizado le miró aterrado y se exaltó, soltó un suspiro y de forma más relajada continuó
-Por favor, ella es una chica buena y amable, Erick ¡Diles! Hace una semana ella nos dió alimento, nosotros casí moríamos de hambre. De no haber sido por ella nosotros-. El menor fue obligado a callar por un golpe recibido justo en la nariz de parte del albino.
- Escúchame bien niño estúpido, si tú quieres huir a la mierda y llorar ve y hazlo, no nos detengas, esto no es nada de tu incumbencia y esa zorra merece pagar por lo que hizo con Axel -. Dijó el pequeño joven continuando su camino.
El niño se encontraba adolorido, sostenía su nariz ahora sangrante reteniendo lágrimas, más tomando un gran aliento, levantó su rostro con lentitud y precaución para añadir
- Oh... ¿Estás seguro que es por el? Me parece que más bien te molestó que Amber se acostará con Axel y no contigo -
Al oír esto el albino se volteó en una increíble irá y pateó el rostro de aquel niño, en un segundo ataque golpeó directamente sus costillas, al estar a punto de dar un tercer ataque, el muchacho moreno se interpuso entre ellos dos
- Charmon, detente por favor, Thomas se quedará en el suelo, ya no dirá nada más -
Aquel chico de piel tan clara bufó y acto seguido arrojó una escupida sobre el muchacho que se encontraba en el suelo sujetándose a sí mismo tembloroso.
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𝕴𝖓𝖒𝖔𝖗𝖙𝖆𝖑𝖎𝖙𝖞 - ᴴᵃʸᵐⁱᵗᶜʰ ᴬᵇᵉʳⁿᵃᵗʰʸ
Fanfiction¿Enamorarse de un adolescente caprichoso ebrio? No gracias, yo debo ganar estos juegos para volver a casa con mi hermano. Ahí estaba ella, inmóvil, preguntándose si ese sería el final, si todo lo que sucedió en su vida fue para ese momento a llegar...