1. Galar, Tierra De Ensueño

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-???: ¡Hola querido público, gracias por acompañarnos en esta celebración del fabuloso mundo de los Pokémon! Galar se distingue por su exuberante naturaleza y la belleza de sus localidades. Es un lugar maravilloso donde convivimos con un sinfín de Pokémon. Sí, así es. En esta región tenemos la suerte de contar con estas curiosas criaturas. La armonía que reina entre nosotros y ellos es plena y nos ayudamos mutuamente. Se encuentran por todas partes: en el mar, en el cielo o incluso en plena ciudad. Algunas personas se dedican a fortalecerlos para combatir y competir... ¡Los entrenadores Pokémon!

-Público: (Vitorea)

-Rose: Ah,me he dejado llevar por la emoción. Para aquellos que aún no me conozcan, soy Rose. Sin más dilación, recibamos con un fuerte aplauso al mejor entrenador Pokémon de Galar...

Aparece Lionel entre humo y luces.

-Roy: Combate amistoso o no, aquí se acaba tu racha de victorias Lionel.

-Lionel: La palabra derrota no existe en mi diccionario Roy. Mira y aprende.

Mientras tanto, en casa de Victor.

-???: ¡Hola! ¿Hay alguien en casa?

-Víctor: ¡Paul! Pasa, pasa.

-Paul: Ey, ¿que tal Víctor? Anda, ¿ese es tu móvil nuevo? ¿Lo estás estrenando viendo el combate de exhibición de Lionel?

-Víctor: Si, bueno, ya sabes, no eres tu el único fan de tu hermano.

-Paul: ¡No te olvides de darle ánimos con la pose Charizard!

-Mamá: Hola, Paul, ¿qué haces aquí? ¿No es hoy el gran día?

-Paul: ¡Hola! ¡Pues sí! Por eso he venido lo más rápido que he podido a buscar a Víctor. No vale la pena estarse pegado a la pantalla. Total, ¡en casa grabamos todos los encuentros! En fin, ¡vámonos Víctor! ¡Y traete la bolsa, que seguro que te cae algun regalillo! ¡Qué tenga un buen día señora!

Hoy era el día, hoy Lionel, el imbatible campeón, nos iba a entregar a Paul y a mi nuestros primeros Pokémon, bueno, en mi caso primer Pokémon, porque Paul ya tenía un Wooloo. Me levante del sillón donde estaba viendo el combate de exhibición, cogí mi bolsa y mi gorro, y me dirigí a casa de Paul.

-Paul: Otras, Víctor... Qué pedazo de bolsa has traído, ¿no? Bueno, así podrás llevar a cualquier Pokémon que te dé mi hermano, por muy grande que sea.

-Victor: Supongo que si.

-Paul: ¡Anda, mira, es un Wooloo! ¿Qué haces aquí amiguito?

Wooloo embestia la cerca que daba paso al bosque Oniria.

-Paul: Pero bueno, ¿qué te ha hecho la cerca? La vas a dejar hecha astillas con tanto Placaje. Ni se te ocurra cruzarla, ¿vale? El bosque Oniria está lleno de Pokémon muy peligrosos. Y ahora pasando a cosas más importantes... Vamos, ¡te hecho una carrera hasta mi casa, Víctor! ¿Crees que puedes seguirne el ritmo con esa bolsaca a la espalda?

-Víctor: ¡No me subestimes, Paul!

Los dos salimos corriendo hacia casa de Paul, que estaba prácticamente al lado de mi casa, pero me acabo ganando él, normal, si mi bolsa era más grade que un Snorlax, a ver no tanto, pero pequeña precisamente no era...

En casa de Paul.

-Paul: ¡Hola, mamáaa!

-Mamá de Paul: ¡Hola, hijo! ¡Ah, has vendido con Víctor! ¡Hola, Víctor!

-Paul: ¿Y Lionel? ¿Todavía no ha llegado?

-Mamá de Paul: No, aún no. Mira que eres impaciente a veces, hijo. Debe de estar a punto de llegar a la estación de Pueblo Par.

-Paul: ¡Ah, vale! Pues será mejor que vaya a buscarlo, que con la mala orientación que tiene se perdería hasta para encontrar el baño.

-Mamá de Paul: Muy bien, así me quedo yo más tranquila.

-Paul: ¿Vienes tu también, Víctor? Así lo conoces en persona y yo fardo de hermano un rato. ¡Yo me voy adelantando, pero te espero en el camino!

Al salir de la casa de Paul, efectivamente, estaba esperandone en el camino.

-Paul: ¡Arreando, que es gerundio! ¡Pero antes escuchame bien, Víctor! Si te aventuras en la hierba alta, los Pokémon salvajes se avalanzarán sobre ti. Yo tengo a Wooloo, así que puedo defenderme sin problemas. Pero tú aún no tienes ningún Pokémon, así que pasando de la hierba alta, ¿vale?

Paul salió corriendo y se adentró en el camino hacia Pueblo Par, yo le seguí pero lo perdí de vista enseguida. Al final del camino, osea, a la entrada de Pueblo Par, se encontraba la estación, y allí una muchedumbre de gente, me atrevería a decir que todo el pueblo estaba allí. Y al llegar lo ví, en persona. Y sentí como me cosquilleaba todo el cuerpo, una sensación que nunca antes había tenido...

"Enamorado Del Campeón" Donde viven las historias. Descúbrelo ahora