Cercana Afiliación

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El tallado se extendía en finas líneas rectas, interconectádas entre sí. Acaricié con delicadeza el metal e inconscientemente fruncí el ceño con cierta curiosidad.

Eris aseguraba que poseíamos mas similitud de la que deseábamos reconocer con los vikingos, tal vez incluso compartíamos antepasados muy en la antigüedad. Pero se me vió casi imposible decifrar el significado de aquellos grabados.

Habíamos aprendido su lengua sin mucha dificultad, pero su escritura se nos veía muy complicada.

Aún con la pequeña hacha entre mis manos dirigí mi atención hacia los demás. Eris se encontraba a espaldas de Ubbe, quien tenía el gesto fruncido ante las indicaciónes de mi hermana que se esforzába por instruirlo.

Reí levemente sin poder evitarlo, parecían dos críos.

-¡Realmente usan estas para la guerra?- Aster me arrebató el objeto de las manos.- Creí que solo se utilizaba para cortar madera.-

-Te sorprenderías de lo que es capaz de hacer.- Hvitserk se acercó hacia nosotras.- Esta pequeña cosa puede perforarte el cráneo de un solo golpe.- Cruzó sus brazo sobre su pecho y nos miró con su habitual mirada vacilante.

-¿Lo dices en serio? no me lo creo.- La castaña le tendió el arma en un tiro y el rubio la tomó con agilidad, comenzando a jugar con ella con destreza.

-Lo digo muy enserio, aunque claro, no creo que me convenga regalarte mis métodos secretos.-

-Oh por favor, ¿llamas a eso una habilidad secreta?.- Mi hermana pasó de el con sancarrona y tomó su arco.- Solo siéntate y observa.- Su fino arco de cacería de desplegaba con prestancia, colocó dos flechas sobre el vértice de su liga y extendió su brazo dándole fuerza.

Le tomó solo un par de segundos fijar su objetivo, el aire se escuchó ser cortado momentáneamente por una veloz ráfaga. No me hizo falta girarme para saber que Aster había dado en el centro de ambas dianas.

Una sonrisa traviesa le surgió al observar el gesto sorprendido de Hvitserk, quien se quedó brevemente inmutado. Sin duda le había asombrado.

Contemple con diversión como el rubio le dió una mirada pícara a mi hermana.-Nada mal..- Dió lentos pasos hasta llegar a su lado.- Pero creo que puedo hacerlo mejor..- Sus ojos viajaron hacia una de las dianas que se encontraba frente a nosotros. Contuvo su respiración por un instante y lanzó la pequeña hacha con fuerza.

Observé con asombro como el objeto se incrustaba y dividía por la mitad a la flecha que mi hermana había disparado anteriormente.

Aster rió entre dientes y le miró con una ceja alzada haciendo un gesto.- Nada mal..- Imitó su postura cruzando sus brazos sobre su pecho.

Hvitserk alzó su pecho con cierto orgullo -Puedo enseñarte si quieres, claro si también me enseñas lo del arco.-

-Me parece bien.- Se alejó de el para retirar los elementos de la diana.- Aunque eso no evitará de que vuelva a patearte el culo otra vez.-

-Eso solo ha sido suerte, disfrútalo por que será la única vez.-

-Tomaré eso como revancha.- Sus ojos chispearon solazmente.

Reí con suavidad, mi hermana podía llegar a ser extremadamente competitiva.

Retomé mi atención nuevamente en la extensa mesa que se encontraba repleta de armas y artilugios. Un hacha sobresaliente me llamó con interés. Era mucho mas grande que la anterior, y su peso denotaba ser completamente maciza. Su filo relucía pulcro, indicando su muy reciente cuidado.

-Esa es mía.- Una voz gruesa me hizo saltar levemente.

-Oh, lo siento.- Ivar me miraba con seriedad, algo que comenzaba a ver muy habitual en él. Se acercó hacia mí y se sentó en el taburete más cercano a la mesa.

Laira (ivar the boneless)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora