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Cuatro de la tarde de un nueve de noviembre. ¡Es mi cumpleaños!

Y yo no me siento feliz.

El nudo en mi garganta es tan grande que Giovanna ya había tenido que reprenderme varias veces. Pero desafortunadamente mi actitud no podía cambiar para nada.

Hace solo tres días me rompieron el corazón en mil pedacitos tan chiquitos que no he podido terminar de recogerlos.

Y sí, odio al causante. Pero tampoco puedo pretender que deje de doler porque yo de verdad pude de mí en esa relación. Me enamoré hasta los huesos.

Detesto tanto haberle dado la confianza de destruirme a su antojo. De lastimarme y de luego prácticamente burlarse en mi cara.

─ Basta. ─sobresaltada levanto la mirada y Giovanna suspira.─ Estos días han sido un martirio para ti, pero ¿En serio vas a seguir así en tu cumpleaños?

─ No puedo pretender que estoy bien. ─susurro sorbiendo mi nariz.─ Me cuesta creer que esto es verdad.

─ ¿Puedes dejar de llorar?

─ Llorar hace que deje de doler. ─musito.─ O eso creo.

─ Por Dios, Ruggero quiere esto. Quiere que no puedas superar esto y que pienses solamente en él. Pero dime algo, Karol. ¿Crees que vale la pena? Un cabrón te usó para que su familia acepte la llegada de Candelaria sin miedo. ¿Y tú quieres darle el gusto de llorar? No mamacita, levántate de ahí y ve a bañarte porque nos iremos a festejar tu cumpleaños. ─escucho la voz de Paola.

─ ¿Y qué sino quiero?

─ Te sacaré de ahí arrastrándote, y la última vez no te gustó para nada. ─recuerda Jenny.─ Vamos, no haremos nada malo. Teneos a una embarazada con nosotros.

─ Y a una mujer deprimida. ─susurra Giovanna.─ ¿Por qué tiene que doler?

─ ¡Exacto! ¿Por qué se lo permiten par de estúpidas?

─ Amar duele.

─ No, amar no duele. ─dice Giovanna acostándose a mi lado.─ Lo que en verdad duele es entregar el corazón a la persona equivocada.

─ Hice cosas estúpidas por él.

─ ¿Y qué? No puedes arrepentirte de eso. De los errores aprendes, cariño. ─susurra Paola saltando en la cama.─ Además, aprendiste a bailar sexy, saquémosle el provecho a eso yéndonos de fiesta.

─ Y yo tengo la invitación perfecta. ─canturrea Jenny y lanza cuatro invitaciones a la cama.─ Celebraremos tu cumpleaños en un exclusivo bar y de inmediato tomaremos un tren que nos lleve a Belluno.

─ ¿Estás jodiendo?

Ella niega y yo me incorporo para mirarla. ¿Por qué tenemos invitaciones para el matrimonio de Joselyn? ¿Ella quiere matarme?

Precisamente dejé ese lugar para no ver a Ruggero.

─ Me las dio Manuel, no le dije para quién era. ─dice abriendo una de ellas.─ Y cada una tiene un pase para dos personas. ¿A quién vas a llevar, Karol?

¿Es que Jenny nunca entiende los asuntos del amor? Todo lo que pasa, para ella tiene una sola respuesta. Venganza. Dulce y dolorosa venganza.

Pero no creo que ahora sea una buena idea, además, no tengo a quien llevar conmigo. Y no, Kevin no es una opción.

¿O sí?

No, definitivamente no iré.

─ Si no te sientes segura, puedes rechazarlas. ─completa.─ De todos modos, haremos lo que tú quieras.

2.- El verde de sus ojos; Por segunda vez.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora