10

1.4K 113 29
                                    

─ ¿Te sientes bien? ─vuelve a preguntarme y asiento.

─ Hace cinco minutos te dije que sí, amor. Estoy bien.

─ Bueno, es que estoy nervioso. No me juzgues. ─dice riendo.─ Eres perfecta, bonita.

─ Eso también lo dijiste hace cinco minutos. Pero sí, lo soy.

─ Tu ego siempre está por los cielos.

─ Y ahora, gracias a ti, seguramente alcanzará un nivel mucho más alto.

─ ¡Papá!

Josuet corre hacia él y yo me río cuando Ruggero cae de espaldas debido a la fuerza que el niño usó para saltar sobre él. Y mientras ellos se levantan y ríen, yo corro hacia Giovanna pretendiendo saltar sobre ella.

Pero la tonta me esquiva y termino chocando contra la camioneta que va a llevarnos de vuelta a roma. Maldita sea.

─ Maldita. ─musito riendo.─ Hola con todos, por cierto.

─ ¿Cómo les fue? ─pregunta Agustín.─ ¿Si pudo llegar o la edad ya no le dio para tanto?

─ ¿Pero qué mierda? ─pregunta Ruggero y yo levanto los hombros confundida.

─ Ay lo siento, estaba emocionada y se me escapó. ─explica Giovanna.

─ Por cierto, yo quiero ver esos movimientos. ─musita Isaac llegando a la escena y Ruggero no tarda en golpearlo.─ Mierda, Pasquarelli. Controla tus malditos celos.

─ ¡Ya digan cómo les fue! ─insiste Paola irritada.─ Hablen.

Yo miro a Ruggero y él asiente besando mis labios, entonces me en toda la libertad de chillar emocionada y gritar un Fue genial que hace reír a todos. Incluso a Josuet aunque él no tenga ni la más remota idea respecto a lo que hablamos.

─ ¿Y Candelaria? ─pregunta Ruggero.─ Tienen que irse.

─ ¿Nos estás echando de mí isla privada? ─pregunta Pasquale y nosotros nos reímos.

─ Si, sobre eso. Pasquale, amigo mío. ─musita Ruggero palmeando su espalda.─ Queríamos pedirte un gran favor.

─ ¿Qué les deje la llave para que disfruten del resto del fin de semana solos en compañía de las sillas? Sí, solo no me den detalles. ─exige él lanzándole las llaves.─ Que lo disfruten.

Ruggero asiente y choca los puños con él antes de despedirse de su hijo pidiéndole que se porte bien con Candelaria, pues al parecer no están teniendo un buen momento madre e hijo. Además le recuerda que el lunes comienza con la escuela.

Josuet por supuesto asiente como el buen niño que es y besa mi mejilla antes de subir al auto, pronto todos comienzan a despedirse y finalmente vemos a Candelaria salir de la casa con sus maletas en mano. En cuanto ve a Ruggero sonríe pero nota mi presencia y de inmediato borra esa sonrisa reemplazándola con su típica cara de póker.

Pero yo no me cohíbo, al contrario, abrazo a Ruggero y planto un territorial beso en sus labios antes de susurrarle que estaré adentro. Él asiente y me devuelve el beso, pero esta vez en la frente.

Yo vuelvo a despedirme de Giovanna y entro a la casa porque de verdad no aguanto más con el calor que el abrigo me provoca. Y bueno, es más que obvio que no podía sacármelo delante de todos debido a mi vestimenta.

Una vez dentro de la casa me deshago del abrigo y voy hacia la habitación que ayer ocupé para preparar un relajante baño que seguramente nos hará bien a ambos. Me desnudé y estuve dispuesta a entrar cuando la puerta fue tocada. Y era obvio que no se trata de Ruggero porque él nunca toca si sabe que yo estoy adentro. Por lo que busco mi bata de baño y salgo para poder abrir la puerta.

2.- El verde de sus ojos; Por segunda vez.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora