-Te he extrañado - dije sin levantar la mirada.
-Lo se, el culpable rara vez se siente bien- dijo y apagó el cigarro en el cenicero.
-Lamentó que los chicos te hallan traído en contra de tu voluntad- dije esperando poder cambiar el tema
-Siempre supe cuál era su plan así que vine por mi propia cuenta- dijo y de inmediato levante la mirada todo esperanzado.
-¿Querías verme?- pregunté ilusionado.
-La verdad es que si - dijo y sonreí embobado - Tenía ganas de ver cómo estabas y apreciar si para ti valió la pena lo que hiciste - añadió y en ese momento supe que el tema nunca podría evadirlo.
-¿Quieres hablar de eso? Porque sé que no sabes lo que paso en verdad - dije y él apretó su mano alrededor del café.
-¿Crees que no se lo que paso?- preguntó y yo asentí - Pues sé que te besaste con Minho y eso es suficiente para mi.
-No lo bese, el me besó - me interrumpió su carcajada.
-Acaso no es lo mismo, no importa quien sea el que dio el primer paso si ese camino era de espinas - dijo y volvió a encender un cigarrillo, demasiado rápido.
-Pues entonces ya que sabes todo, sabras que él me beso a la fuerza - dije y coloqué un cigarro en mis labios. No dijo nada, como es tan propio de él, se mantuvo callado mirándome mientras encendía el cigarro y le daba una calada, sabía que estaba pensando en mis palabras, fue tan fugaz cuando me término que nunca pude explicarle como pasaron las cosas.
Estaba tan nervioso tenía miedo de su reacción, porque aunque parecía tranquilo y relajado sabía que era una bomba cronometrada y que le faltaba poco tiempo para estallar, yo al contrario de él tenía ganas de saltarle encima y abrazarlo, comermelo a besos y decirle cuanto lo extrañe, contarle lo insufrible que eran los días sin él, sin despertar a su lado si sentir su respiración en mi nuca mientras me abrazaba, quería decirle muchas cosas pero sabía que eso no pasaría, no hoy.
-Lo siento- dijo y mis ojos comenzaron a picar - No puedo creerte- añadió y sentí que mi alma salía de mi cuerpo.
-Pero no fui culpable - sollocé - No puedo seguir sin ti - dije y las lágrimas salieron nuevamente rompiendo mi récord de un día sin llorar.
-Lo lamento pero lo nuestro ya no tiene remedio - dijo y tape mis ojos con mis manos, no quería que me viese llorar.
-No podemos quedar así, no sabes lo mal que lo he pasado, no duermo desde que te fuiste, no puedo vivir sin ti- dije mientras las lágrimas me ahogaban.
-Tendrás que aprender, yo también lo he pasado mal pero ya decidí seguir adelante por eso vine a verte para decirte que no esperares por mi, no volveré - dijo seriamente.
-Te amo demasiado, más que a mi orgullo, más que a mi vida, haría lo que fuera por volver a nuestra relación por favor dame una oportunidad- rogué miserablemente mientras su mirada de acero se clavaba en mi.
-No sigas Jimin, podemos ser compañeros ya que compartimos nuestros mismos amigos y no te pediría por nada que dejarás de quererlos- dijo y tomó mis manos separándolas de mi cara.
-De verdad este es nuestro final- dije aún sin creer en sus palabras aún con la esperanza de que fuera solo una trampa, una treta que había tramado para hacerme sufrir un poco más.
-Lo es - dijo y me dedico una mueca que seguramente hubiera sido una sonrisa.
-Creo que prefería quedarme en mi casa y seguir con la esperanza de que volverías por mi. No tenía que haber venido.
-Asi es mejor - dijo y besó mis manos - Ya lo verás con el tiempo, yo con el tiempo te he perdonado.
Mis lágrimas no paraban de salir a borbotones, no podía asumir esto como el fin, pero ver su actitud tan relajada y confiada me dio a entender que en verdad me había perdonado pero que no tenía intención de volver conmigo y eso era tan difícil de asumir como el hecho de que volvería a mi casa solo otra vez. La vida iba a ser lo más difícil y miserable que podía ser, incluso más de lo que fueron en estos 3 meses.
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Solos vs Juntos
FanfictionTres meses ya desde nuestra separación, tres meses desde que en mi cama tu olor desapareció, tres meses desde que la oscuridad vuelve a asustarme, tres meses sin tus abrazos, tres meses sin tus besos, tres meses sin tus caricias desesperadas, tres m...